El reciente comunicado del Pit-Cnt, en el que si bien reconoce los atentados de Hamás, reitera su postura antiisraelí bajo el pretexto de una condena a un supuesto "genocidio", llega como un tardío y desafortunado desagravio. A pesar de las críticas recibidas por sus comentarios previos, la central persiste en su posición condenatoria hacia Israel, ignorando flagrantemente los hechos objetivos.
En su declaración, el Pit-Cnt trata de justificar su posición afirmando que "condena todas las formas de terrorismo"; no obstante, su enfoque sigue siendo unilateral. Mientras emite vagas condenas al terrorismo, mencionando, ¡al fin!, al grupo terrorista Hamás (al que no había mencionado a casi un año de iniciada la guerra por parte de ese grupo), apresura su condena hacia Israel por defenderse de estos últimos.
Ciertamente, no sorprende ver al Pit-Cnt aferrado a una narrativa distorsionada, ignorando por completo los hechos sobre el terreno. Mientras Israel ejerce su legítimo derecho de defensa contra los ataques terroristas, la central opta por demonizar al Estado judío, ignorando su papel como víctima de la agresión constante por parte de Hamás y otros grupos terroristas.
Llama a cumplir una resolución que insta al establecimiento de dos Estados, cuando Israel jamás se ha opuesto a esa realidad; por el contrario, son los terroristas fanáticos los que niegan, desde el inicio, la existencia de ambos estados. Y aquí, sus aliados criollos, son los que se definen "antisionistas", que no es otra cosa que negar esa existencia.
Más indignante es el intento por desvincular su postura de cualquier connotación antisemita. Al asociar injustamente a Israel con el "genocidio", el sindicato no hace más que perpetuar estereotipos antisemitas y negar el derecho legítimo de Israel a la autodefensa.
Lo del título...