Otra vez el voto en el exterior: necedad sin argumentos
Edición Nº 1020 - Viernes 13 de diciembre de 2024. Lectura: 2'
Sin ánimo de aburrir a nuestros lectores, nos vemos nuevamente en la obligación de combatir uno de los caballitos de batalla más insostenibles del Frente Amplio: la insistencia en establecer el voto en el exterior. Esta vez, el propio presidente de la coalición de izquierda, Fernando Pereira, ha renovado el reclamo como parte de la agenda futura del nuevo gobierno frentista.
En vísperas del balotaje, Pereira calificó como “increíble” que los uruguayos que residen fuera del país no puedan votar sin regresar al territorio nacional, apelando a argumentos emocionales que ya conocemos de memoria: el derecho al voto es “sagrado” y debería ser garantizado “esté donde se esté”. Sin embargo, lo que Pereira convenientemente omite es que esta discusión no solo fue rechazada en las urnas, cuando el 62% del electorado dijo “No” al voto consular, sino que también enfrentó objeciones jurídicas contundentes. La Justicia declaró inconstitucional el intento del Frente Amplio de implementar esta medida mediante una interpretación forzada de la legislación vigente.
El Frente Amplio persiste en ignorar un principio esencial de nuestra Constitución: “La República Oriental del Uruguay es la asociación política de todos los habitantes comprendidos dentro de su territorio”. Este principio no es una mera formalidad; es la base de nuestra estructura republicana. La soberanía reside en el pueblo que habita el territorio, no en quienes se encuentran fuera de él, por muy justificadas que fueran sus razones.
Pero el problema no es solo jurídico; también es político. El propio Pereira celebró recientemente que el Frente Amplio logró organizar el viaje de 10.000 votantes desde Argentina para participar en el balotaje ¿De verdad podemos creer que el afán del Frente Amplio por aprobar el voto en el exterior es desinteresado? ¿O es que simplemente buscan incorporar a su padrón a un electorado que, por estadísticas conocidas, les es ampliamente favorable?
Esta obstinación por reinterpretar las reglas republicanas no es más que un intento de manipular el sistema electoral. El Frente Amplio no acepta que la ciudadanía ya se manifestó en contra y que la esencia de la república es la participación de quienes comparten el destino colectivo dentro del territorio. El voto no es un derecho desvinculado del deber; forma parte de un contrato social en el que se eligen las políticas y los políticos que afectan directamente a quienes viven bajo esas reglas.
Si el Frente Amplio verdaderamente se preocupa por los uruguayos en el exterior, quizá debería enfocarse en fortalecer las políticas de repatriación. Persistir en el voto consular, por el contrario, solo revela un oportunismo disfrazado de empatía.
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