Por Julio María Sanguinetti
En la carrera presidencial entre los partidos, comienza ahora, también, la interna de la Coalición Republicana. Así lo ha dicho el candidato colorado, Dr. Andrés Ojeda, asumiendo un desafío enorme pero esperanzador.
No es una utopía imaginar un Partido Colorado peleando esa mayoría. En la elección pasada, Talvi se acercó mucho al Partido Nacional en la mitad de la campaña y si luego retrocedió fue por circunstancias que no es para entrar a analizar hoy pero que empalidecieron lo que inicialmente nació con un gran brillo y expectativa.
Que la fórmula colorada ha sido recogida por la opinión pública con simpatía, es un hecho indudable. Basta ver la recurrencia de los frentistas en cuestionarla personalmente, especialmente a Andrés Ojeda. Lo hacen sin encontrar el adecuado flanco. El locuaz Presidente del Frente Amplio hasta llega a decir que no es Superman, desnudando su malhumor por la situación. De a ratos le cuestionan su aspecto personal, que tiene el que tiene y que no lo ha impostado para competir. Es joven y se viste a la usanza de este tiempo, así como yo no abandono la corbata con la que me acostumbré como alumno del Liceo No. 1 José Enrique Rodó en la época del Uruguay de Maracaná. De modo surrealista, nuestros críticos hasta se instalan en defensores de la ideología batllista y cuestionan su identidad partidaria, como si ellos tuvieran autoridad para hacerlo o conocieran su actividad, su militancia en el Foro Universitario, su período de edil o su candidatura en la fórmula de la Coalición a la Intendencia de Montevideo en la elección pasada, con Laura Raffo de candidata común.
Que Ojeda insista en el espíritu coalicionista no debilita la identidad colorada. La ensancha. Siempre lo hemos hecho. En nuestra primera elección presidencial el "cambio en paz" atrajo a muchos que no eran colorados. En la segunda, con Hugo Batalla, lo mismo. No se llega encerrándose sino abriendo puertas.
El retintín frentista es políticamente explicable. Su dirigencia sabe bien que en la actual demografía electoral, las chances de nuestra Coalición están específicamente referidas al Partido Colorado. Sin duda harán un aporte Cabildo Abierto y muy especialmente el Partido Independiente, que puede cumplir un rol interesante hacia la izquierda moderada. No obstante, la presencia colorada es decisiva. Hoy, con el 12% de la interna, con ese solo porcentaje, ya ponemos a la Coalición en pista, cuando estamos pensando, con realismo, que nuestras chances se acrecerán. Los malabarismos comparativos con la última interna que hacen los analistas, no son otra cosa que eso, malabarismos, porque ahora todo fue distinto.
La fórmula nacionalista es notorio que ha producido debates. Naturalmente, pasarán, pero no dejan de ser un comienzo polémico. La fórmula frentista se organizó rápidamente, pero ahora arrastra la mochila del planteo del PIT-CNT de reforma constitucional sobre seguridad social. No hay economista, en todo el espectro político, de izquierda, derecha o centro, que no reconozca que es una barbaridad y que lleva al país, a corto plazo, a la pérdida de su imagen de credibilidad y seguridad jurídica sin las cuales no hay inversión ni empleo; a mediano plazo, al desajuste financiero; y al más largo plazo, a una crisis de tipo argentino como la que inició la Dra. Kirchner cuando en 2008 hizo lo mismo (eliminar las AFAP's y quedarse con el ahorro de los trabajadores).
Es deprimente que la Ing. Cosse no pueda pronunciarse sobre un tema que ya venía reiteradamente planteado por el gobierno anterior. Desde Mujica hasta Astori y que se discutió dos años en esta etapa, recogiendo todas las opiniones posibles: técnicas, políticas, sindicales y empresariales. O que el ex Intendente de Canelones, que también reconoce el error de la propuesta, navegue en medio de indefiniciones, yendo de un lado para el otro. Los dos saben la verdad, pero lo malo es que en el correr de todo este escenario que les impuso el sindicalismo se van comprometiendo a cambiar la ley votada, que es lo más sensato y moderado posible para salvar el sistema y no dañar ningún derecho adquirido ni legítima expectativa de jubilación.
Estamos hablando del mayor porcentaje del gasto del Estado, de la viabilidad del mayor mecanismo de protección social, que ningún aspirante a su conducción puede ignorar en todas sus dimensiones. La "libertad de acción partidaria" es una demostración de confusión ideológica y debilidad política.
En medio de tantos debates, el Partido Colorado, al cual le vaticinaban resultados catastróficos y un caos de candidaturas, resolvió la situación con claridad, sin grandes perdedores, para desembocar en una fórmula joven pero experimentada. La prueba está en que en todos los ambientes media un clima de optimismo sobre sus posibilidades.
Volvamos a lo esencial. En la interna, con un Frente Amplio en dura competencia, como nunca, obtuvo 410 mil votos. Los partidos de la Coalición 446 mil. No se entiende el triunfalismo del Frente, cuando está claro que no representa la mayoría que se imaginó. Al mismo tiempo, su enfoque machacón contra el Partido Colorado es un tácito reconocimiento de que allí está su mayor adversario electoral, el que puede volcar la balanza, como ya ocurrió en la última elección e incuestionablemente en el referéndum sobre la Ley de Urgente Consideración.
Mantenemos intactas nuestras chances, nadie tiene nada asegurado, pero que estamos en carrera hoy por hoy es incuestionable.
Nuestra fórmula es batllista y bien batllista. No lo pueden cuestionar aunque quieran. Uno es un penalista que ha recorrido todos los andariveles del tema de la seguridad ciudadana y la vida de los barrios; el otro un luchador de la educación, que desde hace treinta años está adentro del sistema público. Son una esperanza y una garantía. Vendrá ahora la definición de los grandes rumbos. El país precisa cambios que el Frente niega, como la seguridad social o la educación. Da la impresión que piensan que haciendo lo mismo en educación ocurrirá el milagro de alcanzar mejores resultados. O, lo que es tanto o peor, que dando un salto atrás en materia de seguridad social, aseguraremos el futuro de quienes dependen de él.
Empezó ya la carrera. En el ámbito mayor y en el interno de la Coalición. Tenemos mucha fe.