Correo de los Viernes - La cruzada libertadora y las leyes fundamentales del 25 de agosto de 1825

La cruzada libertadora y las leyes fundamentales del 25 de agosto de 1825

Edición Nº 1005 - Viernes 30 de agosto de 2024. Lectura: 9'

Por Daniel Torena

En 1825, los orientales estaban bajo la ocupación del Imperio del Brasil, que había establecido un “Estado Cisplatino” en la antigua Provincia Oriental, dentro del Imperio Brasileño. Este imperio era gobernado por el Emperador Pedro I, de la dinastía portuguesa de los Braganza, y era una monarquía constitucional fuertemente centralizada, apoyada por una aristocracia criolla brasileña que integraba al Gobierno, la Diplomacia y las Fuerzas Armadas.

Los pueblos de la Campaña Oriental, que habían sido los que más lucharon y resistieron primero a los portugueses y luego a los brasileños, no olvidaron nunca el legado del “General en Jefe Don José Artigas” y su ideario republicano y democrático.

En Buenos Aires, los orientales emigrados comenzaron los preparativos para lograr la libertad de la antigua Provincia Oriental de los tiempos de Artigas. Fueron ayudados por particulares, pero no por el Gobierno Porteño, que les permitió vivir sin comprometerse por temor a una guerra contra el poderoso Imperio del Brasil, la mayor potencia militar y naval de América Latina.

El 19 de abril de 1825, los “33 Orientales” iniciaron la Cruzada Libertadora al mando del valiente Tte. Coronel Juan Antonio Lavalleja, natural de Minas y antiguo jefe leal al General Don José Artigas, secundado por el entonces Mayor Manuel Oribe y otros patriotas de los pueblos orientales. En la playa de la “Agraciada”, Soriano, Lavalleja hizo jurar la bandera de “Libertad o Muerte”, de colores artiguistas. Juan Spíkerman, vecino de Villa Guadalupe, Canelones, uno de los “33 Orientales” y cronista de la Cruzada, decía: “Al desembarcar, todos besamos el suelo de la Patria”, “juramos defenderla con nuestras vidas”.

Poco después, Lavalleja realizó una proclama y convocatoria a los “paisanos” de los pueblos orientales en defensa de la Patria:

“El mundo ha fijado sobre vosotros la atención. La guerra va a sellar vuestros destinos. Combatid pues y reconquistad el derecho más precioso del hombre digno de serlo.”

El 24 de abril entraron a Soriano y siguieron a San José. Es en este departamento donde se produjo el llamado “Abrazo del Monzón” entre dos grandes jefes orientales, los coroneles Lavalleja y Rivera. Allí, según Spikerman, Lavalleja perdonó a Rivera, quien había servido a portugueses y brasileños, y este se incorporó con su gente al Ejército Oriental a orillas del Arroyo Monzón. El 2 de mayo de 1825, los patriotas tomaron San José, y el 3 de mayo liberaron la Villa Guadalupe, Canelones. El 4 de mayo fue izado en el Cerrito el Pabellón Tricolor de los Orientales.

El 6 de mayo, el comandante Olivera entró a la Villa de San Fernando de Maldonado y la liberó. En la Barra del Pintado, sobre el Arroyo Pintado, muy cerca de la Villa de la Florida, Lavalleja estableció el Cuartel General del Ejército Oriental y ordenó la organización de las milicias de los pueblos de la Provincia. Organizó las unidades del Ejército Oriental y las milicias de la siguiente forma:

Dragones Orientales de la Unión. Jefe: Cnel. Andrés Latorre (Caballería).
Libertos Orientales. Cnel. Felipe Duarte (Infantería).
Dragones Libertadores. Cnel. Manuel Oribe (Caballería).
Húsares Orientales. Tte. Cnel. Gregorio Pérez (Caballería).
Voluntarios ligeros de la Patria. Tte. Cnel. Adrián Medina (Infantería).
Escuadrón del Orden. Sargento Mayor Pablo Pérez (Caballería).
Artillería Oriental. Tte. Cnel. Vicente Virginio.
Armería, Parque y Maestranza. Cap. Julián Álvarez.
Comisaría de Guerra: Don Carlos Anaya.

Milicias Departamentales:

Milicias de Canelones: Cnel. Simón del Pino.
Milicias de Colonia: Tte. Cnel. Juan Arenas.
Milicias de Entre Ríos Yí y Negro: Cnel. Julián Laguna.
Milicias de Maldonado: Cnel. Leonardo Olivera.
Milicias de Paysandú: Tte. Cnel. José María Raña.
Milicias de San José: Cnel. Juan José Quesada.
Milicias de Soriano: Sgto. Mayor Miguel Gregorio Planes.

Las milicias de los departamentos eran unidades básicamente integradas por vecinos de cada departamento, que tenían a su cargo las misiones de orden y seguridad pública como una policía militarizada. Además, eran unidades de combate en caso de guerra, como ocurrió efectivamente. Eran las herederas de las “Milicias Artiguistas”, actuando conjuntamente con unidades del Ejército, fueran de caballería, infantería o artillería, en operaciones militares como fue la Guerra contra el Imperio del Brasil. Formaban parte del Ejército Oriental bajo el mando del Comandante en Jefe Brig. Gral. Juan A. Lavalleja.

El 14 de junio de 1825, se instaló en la Villa de la Florida el Gobierno Provisorio de la Provincia Oriental, el cual designó a Juan Antonio Lavalleja como Brigadier General y Comandante en Jefe del Ejército Oriental y a Fructuoso Rivera como Brigadier General e Inspector General de Armas del Ejército.

El Gobierno Provisorio convocó a los cabildos de la Campaña Oriental a elegir diputados para integrar la “Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental”. La Honorable Sala de Representantes de la Florida estuvo integrada por los siguientes diputados de los pueblos de la Campaña Oriental:

Pbro. Juan Francisco Larrobla, diputado por Villa Ntra. Sra. de Guadalupe (Canelones).
Luis Eduardo Pérez, diputado por la Villa de San José.
Juan José Vázquez, diputado por el Pueblo de San Salvador de Soriano (Dolores).
Joaquín Suárez, diputado por la Villa San Fernando de la Florida.
Manuel Calleros, diputado por la Villa Nuestra Señora de los Remedios (Rocha).
Juan de León, diputado por la Villa San Pedro (Durazno).
Carlos Anaya, diputado por la Villa de Maldonado.
Simón del Pino, diputado por la Villa San Juan Bautista de Santa Lucía.
Atanasio Lapido, diputado por la Villa Ntra. Sra. del Rosario.
Santiago Sierra, diputado por la Villa San Isidro de Las Piedras.
Juan Tomás Núñez, diputado por el Pueblo de las Vacas (Carmelo).
Gabriel Antonio Pereira, diputado por la Villa Inmaculada Concepción de Pando.
Mateo Lázaro Cortés, diputado por la Villa de la Concepción de Minas.
Ignacio Barrios, diputado por el Pueblo de Víboras (Región de Colonia).
Felipe Álvarez Bengochea, secretario.

El 20 de agosto de 1825, se instaló en la Villa de la Florida la “Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental”, siendo electo como presidente del Cuerpo Legislativo Provincial el diputado por la Villa Guadalupe, Canelones, y su cura párroco, Pbro. Juan Francisco Larrobla. Luego, por “Resolución de la Asamblea”, fue designado el Brigadier General Juan Antonio Lavalleja como “Gobernador y Capitán General de la Provincia Oriental”.

El 21 de agosto de 1825, los ilustres humanistas, diputados Carlos Anaya y Luis E. Pérez, redactaron los “Proyectos de Ley” para ser aprobados por la Asamblea.

El 25 de agosto de 1825, en una hermosa mañana en la Villa de la Florida, se aprobaron “Las Leyes Fundamentales del 25 de Agosto”, las cuales tenían una fuerte influencia del “Ideario Artiguista” en cuanto a la forma de gobierno republicana y federal. Estas leyes expresaban lo siguiente:

Primera Ley de Independencia: Declaraba nulos todos los actos de incorporación al Reino de Portugal y al Imperio del Brasil y establecía la soberanía en la Nación Oriental: “Se declara de hecho y de derecho, libre e independiente del Rey de Portugal, del Emperador del Brasil y de cualquier otro del universo y con amplio poder para darse las formas que, en uso y ejercicio de su soberanía, estime convenientes.”

Segunda Ley de Unión: Declaraba: “Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el territorio de Sudamérica, para ser libre y espontánea la voluntad de los pueblos que la componen, manifestados con testimonios irrefragables y esfuerzos heroicos desde el primer período de la regeneración política de dichas provincias.”

Tercera Ley de Pabellón: Se establecía el Pabellón Bandera Provincial Tricolor con “tres franjas horizontales: celeste, blanca y punzó.”

Estas tres leyes fundamentales expresaban la voluntad política soberana del Pueblo Oriental. Las mismas estaban claramente inspiradas en las normas de la Provincia Oriental en tiempos de Artigas, de una República Democrática, donde la soberanía radica en la Nación y al mismo tiempo integrada a un gran Estado Federal, sin perder sus legítimos derechos de una Nación Libre y Soberana.

Posteriormente, el 6 de septiembre de 1825, se aprobó la “Ley de Libertad de Vientres”, impulsada por el presidente de la Honorable Sala, Pbro. Juan F. Larrobla, por la cual los hijos de los esclavos serían ciudadanos libres y se prohibía el comercio de ultramar de ingreso de esclavos a la Provincia Oriental. Era una ley de gran alcance y justicia social, avanzada para la época a nivel regional. Era una idea que venía de Artigas, quien era contrario a la esclavitud. A muchos esclavos africanos, a quienes llamaba “morenos”, les había dado la libertad al entrar al Ejército Oriental. Esta norma fue aplicada por Lavalleja, quien era totalmente contrario a la esclavitud. Desde el primer día de la “Cruzada Libertadora”, decretó que todos “los morenos” serían hombres libres al ingresar al Ejército Oriental, por lo cual se creó el “Regimiento de Libertos”, que tenía su sede al principio junto a Lavalleja en el Cuartel General de la Barra del Pintado, en la Florida. No hay que olvidar que Pantaleón Artigas era un “liberto”, hombre libre por la familia Artigas, y fue uno de los “33 Orientales”.

(La esclavitud en el Uruguay se anuló completamente por la Ley del 26 de octubre de 1846, por el “Gobierno del Cerrito” del presidente Brig. Gral. Manuel Oribe, segundo jefe de la “Cruzada Libertadora de 1825”.)

Es menester destacar que fueron diputados de la Honorable Sala de Representantes de la Florida quienes serían figuras ilustres para la historia de la Nación, como Don Joaquín Suárez, Gabriel Antonio Pereira y Luis E. Pérez, que fueron futuros Jefes de Estado y Presidentes de la República, constituyentes de la Constitución de 1830 y senadores de la República, como el historiador Carlos Anaya, escritor y diplomático, Santiago Vázquez. También integraron esta Honorable Sala como diputados los miembros de la “Cruzada Libertadora” de “Los 33 Orientales”, el Cnel. Simón del Pino y el comandante Atanasio Sierra, y el antiguo comandante artiguista Manuel Calleros.

Las armas de la Patria tuvieron que luchar con mucha bravura y coraje por la libertad de la Provincia, contra fuerzas militares muy poderosas del Imperio del Brasil. En las heroicas batallas de Rincón (Departamento de Río Negro) el 24 de septiembre, al mando del Brig. Gral. Rivera, y en la Batalla de Sarandí (Departamento de Florida) el 12 de octubre, fue la más trascendente y épica, que permitió el control a los orientales de la Campaña de la Provincia, al mando del Brig. Gral. Lavalleja, con la memorable carga de caballería contra los imperiales al grito de Lavalleja: “carabina a la espalda y sable en mano”. Finalmente, la toma de la Fortaleza de Santa Teresa (Departamento de Rocha), punto estratégico el 31 de diciembre de 1825, al mando del Cnel. Olivera, salió victoriosa con la sangre de muchos patriotas.

El 25 de octubre, el Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata recibió jubilosamente a los diputados de la “Hermana Provincia Oriental”.

Los orientales habían actuado solos, sin ayuda de otras potencias, en la lucha por su libertad, y actuaron libremente en defensa de los derechos sagrados del Pueblo Oriental y de la Nación.