Israel-Uruguay: un vínculo invulnerable
Viernes 27 de junio de 2025. Lectura: 12'
Por Gabriela y Roberto Pena Schneiter
Los pueblos del Estado de Israel y de la República Oriental del Uruguay tienen lazos de amistad permanentes por comprensión, solidaridad, amor, bondad e integración, y porque a lo largo del tiempo los ha unido la protección y el fomento de la democracia, la justicia, la paz, la tolerancia, el pluralismo y el espíritu de progreso. Este vínculo invulnerable se ha ido fortificando, entre otras cosas, a través de convenios, tratados, acuerdos, instituciones y honores públicos, que han promovido no solo la conexión material, sino también la espiritual y la moral. A continuación, se intenta explorar algunos antecedentes de esta raigambre de tradición que comenzó con comprensión, continuó con confianza, se ha desarrollado con amistad y ha irradiado, siempre, libertad.
Un reconocimiento por convicción
La constitución del Estado de Israel fue proclamada por el Consejo Nacional Judío de Palestina el 14/05/1948, dentro de los límites territoriales asignados por la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 29/11/1947. En consecuencia, el gobierno de Uruguay reconoce al Estado de Israel y a su gobierno provisional por decreto del Poder Ejecutivo, de 19/05/1948. Las razones que fundamentaron esta decisión fueron plasmadas en sus considerandos, y el pensamiento de don Luis Batlle Berres que la sustentó quedó reafirmado cuando expresaba, años más tarde, que la función principalísima del Poder Ejecutivo es “[…] garantir todas las libertades, proteger todos los derechos y hacer cumplir fielmente la Constitución y las leyes dictadas por el Parlamento. Esto ha constituido un estilo en nuestra vida ciudadana que ha dado carácter a nuestro país y lo ha proyectado ante los demás pueblos […]. Igualmente hemos de cumplir con las tradicionales normas de la República en lo que tiene relación a nuestra vida internacional y si siempre hemos sido cuidadosos por mantener buenas relaciones con todos los pueblos del mundo fortificándolas bajo la rectoría de nuestro sentimiento democrático, ha de ser preocupación nuestra no apartarnos de este camino […]” (Discurso de don Luis Batlle Berres al asumir como presidente del Consejo Nacional de Gobierno, 1955).
El espíritu, el anhelo y el aprecio de Israel
El vicecanciller del gobierno provisional del Estado de Israel, Dr. Moisés A. Toff, en oportunidad de brindar su saludo y agradecimiento a la Cámara de Representantes tanto por las manifestaciones surgidas de su seno como por el mensaje dirigido a los demás parlamentos del mundo por una acción conjunta de solidaridad, apoyo y defensa al naciente Estado de Israel, dio un discurso esclarecedor sobre el espíritu y el anhelo de Israel, así como sobre su aprecio por Uruguay, en el cual, entre otras cosas, manifestaba: “El advenimiento de Israel ha sido […] para perfeccionar a una generación, para educarla en el amor al civismo, a la libertad y a la democracia. El Uruguay ha sido uno de los países que con más afán, que con más perseverancia, que con más comprensión siguió esta parábola histórica: prestó su concurso y supo alzar su voz con valentía, con bravura, con generosidad, con intensidad de pensamiento y con vocación de democracia en todas las asambleas internacionales. […] A mi juicio, sólo son grandes, en la vida espiritual de los pueblos, aquellos países que pueden ser metidos en el corazón. El Uruguay está en el corazón de todos los hombres libres del mundo, de todos los hombres que al pisar este bendito suelo, comprenden que por sólo pisarlo se conjuga patria. […] Y […] el Uruguay, en compañía de otros pueblos, de otros países, supo aproximarse al dolor judío, con amor, con bondad y con comprensión; pero supo además […] interpretar lo que es más caro en la vida de los pueblos: el instinto de libertad del pueblo judío. […] Israel existe […] como Estado libre, soberano e independiente, como un país amante de la paz. […] hemos ido al mapa de Israel para despertar una nueva paz, una nueva vocación de confraternidad; hemos extendido nuestra mano al pueblo Árabe. Somos dos pueblos semíticos, somos dos pueblos que nos complementamos, somos dos pueblos que necesitamos vivir en armonía y en paz. […] Queremos […] vivir como hombres libres en Israel, para que nuestros puertos se abran al intercambio de productos, de ideas y de corrientes espirituales” (48ª Sesión Ordinaria –Extraordinaria– de la Cámara de Representantes, de 31/08 y 01/09/1948).
Y en el rol de embajador extraordinario de Israel ante las Naciones Unidas, el Dr. Toff en la Cámara de Senadores dio otro discurso iluminador, con el corazón en la mano, expresando, en algunos pasajes, lo siguiente: “[…] Uruguay es en Israel sinónimo de libertad, de democracia y de fraternidad humana. […] Para el Parlamento de mi país, fue una demostración cabal de que todo aquello que aquí se dice, ese interés, esa preocupación, esa inquietud con que este noble y grande país ha seguido el desenvolvimiento de Israel, esa participación que le cupiera al gobierno y a la delegación uruguaya en las Naciones Unidas […], para ayudarnos a despejar la incógnita de nuestra independencia, esa cosa suprema que significa para una democracia estimular la independencia de otro pueblos –fenómeno común en América– ha llegado al cerebro y al entendimiento de nuestros hombres de gobierno y de nuestro Parlamento, como un ejemplo eficaz de que en ese acercamiento está la posibilidad de trabajar, mancomunados, por un mundo mejor. […] Estamos trabajando […] para reconstruir un pueblo que tiene que hacerlo todo desde el comienzo: tratar de crear un sentido de vecindad en nuestros vecinos, de laborar, con los pueblos árabes, una mejor civilización. Los […] conciudadanos árabes que viven en Israel son la demostración más absoluta de que dos comunidades semíticas tienen la obligación perentoria de acercarse, de vivir en la hermandad, de hacer juntos una misma guerra contra la incultura, el analfabetismo y toda otra plaga que diezme sus poblaciones. Hemos aprendido los atributos de la autodefensa, que es la razón fundamental de poder continuar nuestra acción y nuestra tarea de todos los días. Queremos […] que se comprenda el teorema de Israel: aspiramos a la paz con nuestros vecinos y trabajamos por la paz internacional” (4ª Sesión Ordinaria –Extraordinaria– de la Cámara de Senadores, de 06/05/1957).
Un sentimiento imperecedero de Uruguay
Uruguay siempre ha tenido por Israel un sentimiento de admiración, por ser un pueblo pacífico, trabajador, tesonero, honrado, culto y agradecido. En este sentido, es interesante recordar algunos fragmentos de la exposición del señor senador Luis Tróccoli acerca de Israel, con motivo del viaje que realizara por varios países integrando una delegación parlamentaria en 1956, en los que expresaba: “El afecto del recibimiento a lo largo de mis días de estada en aquel país, me permitieron apreciar y sentir en mi espíritu que era una traducción del enorme afecto, que en todas sus capas sociales y grupos políticos se siente para el Uruguay”. Además, recalcaba que el pueblo israelí encuentra “[…] que existe una vinculación entre nuestros dos países de orientación ideológica, en muchos aspectos común, y que están vinculados a través de esos lazos un poco invisibles, pero que siempre acercan y unen a los pueblos con una decidida vocación por la libertad y por la democracia”; y también decía que “[…] frente a estos esfuerzos de un pueblo por levantar una nación […] constituye […] un verdadero crimen no dejárselo realizar en paz” (54ª Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, de 16/10/1956). Luego, ante la visita de la representación parlamentaria del Knesset israelí, el senador Tróccoli manifestaba: “Los que hemos tenido el privilegio de tocar con nuestras manos y de ver con nuestros ojos el esfuerzo gigantesco de Israel por hacer de aquel pedazo de tierra que la resolución de las Naciones Unidas le diera para constituir su Estado, un país floreciente y magnifico; los que tuvimos el privilegio de ver su organización social, de ver sus kibutz, de ver como el patriotismo tiene formas sencillas […], los que sentimos en nuestro espíritu vibrar con profundidad la atención y la dedicación fundamental para los niños, cuidando con ternura y con esperanza las generaciones futuras en aquel Estado; los que sentimos el clima de auténtica democracia que aquella nación vive, sentimos […], ante la presencia de esta distinguida representación, que el puente de comprensión y la fraternidad que el Parlamento uruguayo comenzó a tender cuando envió una representación de su seno, hoy […] tiende a acrecerse y a fortificarse. Le rendimos nuestro homenaje y aspiramos a que su presencia en nuestro país sea grata y que ella sirva, si fuera menester, para acentuar la comprensión y la vinculación de dos países que aspiran a que la democracia sea una auténtica realidad no sólo para ellos, sino para toda la humanidad” (42ª Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores, de 03/09/1957).
Y evidenciando el imperecedero sentimiento entre ambos pueblos, también se traen a la memoria algunas de las palabras pronunciadas por el señor presidente del Senado, Esc. Ledo Arroyo Torres, en ocasión de la presencia del embajador extraordinario de Israel ante las Naciones Unidas, Dr. Moisés A. Toff: “La emoción, el afecto, la admiración por vuestro pueblo, por vuestro Estado libre e independiente y por vuestra excepcional democracia, fue expuesta en el Senado de la República por los senadores que visitaron vuestro país. Democracia ejemplar en el mundo está unida a la nuestra porque queremos, como ustedes, realizar en el mundo un mismo destino. Los países que aspiran a su independencia, a vivir en libertad, con dignidad, respetando la dignidad del hombre, y haciendo de ella el propio fin del Estado –lo que no es lugar común en el mundo que vivimos– es necesario que estén en una misma línea de conducta, en una misma lucha, acicateados por idéntica angustia, soñando con un mismo ideal, uniendo sus esfuerzos y afanes en la labor que realizan. […] Le ha tocado al Estado de Israel vivir en un mundo caótico y va realizando, etapa tras etapa, penosamente, heroicamente, con una voluntad, con un tesón ejemplares, lentamente, su destino. En lo que se refiere al trabajo del hombre, a la voluntad humana, sois un ejemplo en el mundo de hoy. Pero, la lección de tolerancia, de comprensión, de libertad, al mostrar en una parte del mundo en que la democracia es un lujo, una democracia auténtica, va escribiendo páginas de oro para vuestra historia, la historia de vuestro país, y va señalando vuestro pueblo un hermoso ejemplo para que el mundo comprenda que la única salvación para la humanidad está en la estructuración de democracias auténticas como la que practica vuestro pueblo” (4ª Sesión Ordinaria –Extraordinaria– de la Cámara de Senadores, de 06/05/1957).
Por la reafirmación del invulnerable vínculo y la paz duradera
Dentro de la cantidad de compromisos asumidos entre el Estado de Israel y la República Oriental del Uruguay, así como de los honores públicos realizados en cada uno de los Estados con el deseo de estrechar, intensificar y fortalecer las relaciones amistosas, estuvo la designación con el nombre de Estado de Israel a una escuela en la ciudad de Melo (Ley N° 17.322, de 27/04/2001). En esa oportunidad, el señor representante Dr. Nahum Bergstein, entre otras cosas, expresaba: “Nosotros, los uruguayos, siempre hemos abierto los brazos de nuestra amistad y trasmitimos al pueblo de Israel el aliento solidario y esperanzador de nuestra firme vocación democrática y de paz. Pero lo cierto es que Israel no ha conseguido esa paz por la que tanto se ha esmerado. Aun cuando en el frente interno su robusta democracia avienta cualquier tendencia de desencuentro, es obvio que en el contexto exterior debe enfrentar constantemente la amenaza de la incomprensión. Se dirá que es una contradicción, pero es un título de honor porque, en Israel, ningún día de guerra postergó un día de democracia”. Y agregaba: “Es en los momentos duros cuando las amistades se ponen a prueba”, por lo cual creía, con razón, que la designación de la escuela era una buena oportunidad para que la unanimidad del Parlamento reafirmara en aquella coyuntura “[…] una indestructible relación de amistad entre dos países construidos por inmigrantes y por hijos de inmigrantes, consustanciados en los mismos valores y animados por la misma esperanza” (44ª Sesión Ordinaria de la Cámara de Representantes, de 15/11/2000).
Entonces, siguiendo ese mismo espíritu de reafirmación del vínculo de amistad, se cree que Uruguay le debería continuar trasmitiendo a Israel el permanente apoyo y solidaridad en sus luchas defensivas –las que son irremediables y lleva adelante sin arredramiento– contra organizaciones terroristas o Estados con regímenes que quieren su desaparición y que, además de ser peligrosos para la supervivencia de la humanidad y la paz mundial, también mantienen cautivos y rehenes a la mayoría de los habitantes de los pueblos donde actúan o mandan. Sin embargo, ese vínculo se viene intentando vulnerar desde Uruguay con posiciones tendenciosas, falaces o tergiversadas, como las que aparecen, por ejemplo, en el proyecto de declaración presentado en la Cámara de Senadores por la bancada frenteamplista, de 29/05/2025, en la declaración aprobada en la Junta Departamental de Montevideo, el 05/06/2025, y en comunicados y anuncios del actual gobierno, que también reflejan su postura en la ONU, sin tener en cuenta o conocer en profundidad la compleja realidad que ha vivido y vive Israel desde su constitución.
Finalmente, Israel y Uruguay siempre han tenido la histórica posición de ser amantes de la paz y siempre han sido conscientes de su responsabilidad en contribuir a su mantenimiento porque, en definitiva, como afirmaba Karl Popper “la paz es necesaria”. Pero Popper complementaba esa afirmación con la siguiente advertencia: “Quizá haya que luchar aún mucho tiempo por conseguirla y gastar muchas energías en defenderla. Tenemos que estar preparados para ello. También tenemos que estar preparados para afrontar que nosotros y las Naciones Unidas cometeremos muchos errores en este camino. Pero el optimismo es un deber” (Popper, K. R. 1995. La responsabilidad de vivir, p. 275. Barcelona: Ediciones Paidós). Por eso, a pesar de las dificultades que padece Israel en esta complicada coyuntura, se es optimista de que conseguirá la paz duradera, porque, además de que continuará teniendo el apoyo de muchos Estados democráticos y solidarios, sus habitantes seguirán contribuyendo para obtenerla, como siempre lo han hecho, con ética, responsabilidad, tolerancia, diplomacia y valentía, en el marco de la democracia y, fundamentalmente, en defensa de lo único que hace a la vida digna: la libertad.
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