Es hora: basta de violencia digital hacia las mujeres políticas
Viernes 13 de setiembre de 2024. Lectura: 4'
Por Angelina Rios
En la época actual en la que vivimos digitalmente, el uso de la tecnología y las redes sociales se ha convertido en un aspecto esencial de nuestra rutina. Sin embargo, esta conexión constante ha dado paso a una nueva forma de violencia que a menudo no es tenida en cuenta: la violencia hacia las mujeres en entornos digitales.
Este término abarca cualquier tipo de hostigamiento, acoso, discriminación, amenaza o comentarios misóginos que tienden a tener efectos devastadores en la autoestima, la salud mental y emocional de quienes nos vemos afectadas.
Al igual que en muchos otros países, en Uruguay también existe la violencia en espacios digitales hacia mujeres en política. Estas enfrentan desde insultos sexistas y amenazas de violencia hasta la difusión de información personal y campañas de desinformación.
A pesar de que esta forma de violencia digital y sus consecuencias sigue siendo bastante invisible para una parte de la sociedad, nuestro país cuenta, desde el 22 de diciembre de 2017, con la Ley 19.580, que trata la Violencia hacia las Mujeres basada en Género.
La norma contiene 98 artículos, pero hoy nos detendremos en el artículo 6, que refiere a las formas de violencia y las define, dejando en claro que las mismas “constituyen manifestaciones de violencia basada en género, no excluyentes entre sí ni de otras que pudieran no encontrarse explicitadas”.
En este punto, hay dos referencias que tratan directamente el ámbito digital: el Inciso G y el Inciso M, que se refieren a la violencia simbólica y la violencia mediática, respectivamente.
El G (violencia simbólica) establece que “es la ejercida a través de mensajes, valores, símbolos, íconos, imágenes, signos e imposiciones sociales, económicas, políticas, culturales y de creencias religiosas que transmiten, reproducen y consolidan relaciones de dominación, exclusión, desigualdad y discriminación, que contribuyen a naturalizar la subordinación de las mujeres”.
El M (violencia mediática) dice: “Toda publicación o difusión de mensajes e imágenes a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de las mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, legitime la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.
ONU Mujeres sostiene, desde el año 2021, que “la violencia contra las mujeres en política constituye una de las principales barreras para el acceso y permanencia de las mujeres en espacios de liderazgo, representación y decisión política”. Recientes análisis han revelado que muchas mujeres en la política han sufrido algún tipo de acoso en el entorno digital, lo que no solo afecta su bienestar personal y familiar, sino que también limita su participación y continuidad en la vida política.
Es por ello que, hace unos días, ONU Mujeres puso el tema nuevamente sobre el foco público, organizando un encuentro virtual enfocado en la violencia contra mujeres políticas, con especial énfasis en el ámbito digital.
Esta actividad tuvo como objetivo sensibilizar e identificar estas formas de violencia basada en género, tanto en Uruguay como en la región, con el fin de promover un entorno digital más seguro y respetuoso. En el diálogo estuvieron presentes varias especialistas, entre ellas, Magdalena Furtado, Oficial a cargo de ONU Mujeres Argentina y directora de Programas de ONU Mujeres Uruguay; Paulina Ibarra, Especialista en violencia de género en línea de ONU Mujeres; Amy Rice Cabrera, analista en Gobernanza y Participación Política para ONU Mujeres para las Américas y el Caribe; Paula Walker, Periodista y Profesora Magister de Políticas Públicas (Universidad de Chile); Laura Albaine, Profesora e Investigadora de UBA/Conicet (Argentina); y por Uruguay: Carolina Molla (Directora del Centro de Archivo y Acceso a la Información Pública), Lilián Celiberti (Coordinadora de Cotidiano Mujer) y Bárbara Muracciole (Abogada, Facultad de Derecho de la Universidad de la República).
Allí las exponentes brindaron sus opiniones y datos, puntualizando que se necesita una mirada interseccional, dado que las mujeres son víctimas de violencia por ser mujeres y por participar en política, debilitándose así la democracia y la representación equitativa, lo que limita los avances hacia una mayor participación de mujeres en política.
La violencia hacia las mujeres en entornos digitales constituye una violación de los derechos humanos que afecta la dignidad y la integridad. Las mujeres nos hemos ganado el lugar en la política. Comencemos a ocupar los lugares que nos corresponden por decisión y por voto popular.
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