Por Daniel Torena
El 4 de marzo de 1789, entró en vigor la Carta Magna de los Estados Unidos, con aportes fundamentales de constituyentes como Madison, entre otros constitucionalistas federalistas, a diferencia de los que eran partidarios de la autonomía plena de los Estados, como Jefferson.
Fue una Constitución que dividió en tres poderes al Gobierno Federal: Ejecutivo, Legislativo, con dos Cámaras (Senadores y Representantes), y Judicial a cargo de la Suprema Corte, cuyos miembros eran propuestos por el Ejecutivo y con la venia del Congreso, tienen carácter vitalicio hasta el presente.
El Ejecutivo está a cargo del Presidente, acompañado de secretarios. Los primeros fueron el de Estado y de Defensa o Guerra.
El Presidente es elegido por un Colegio Electoral y combinado por sufragio universal. Es el Jefe de Estado y de Gobierno y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Esta Constitución fue y es la más antigua del mundo, junto con la de San Marino, siendo la primera Federal, republicana y democrática.
Fue fundamental en el ideario Artiguista. Su influencia como la "Constitución Federal de las Provincias o Estados del Río de la Plata", de 1813, redactada por el ilustre Doctor Felipe Cardozo por orden del Gobierno Económico Municipal de la Provincia Oriental, con sede en Villa Guadalupe, en el actual edificio que hoy es la Jefatura de Policía de Canelones, Gobierno del cual el General José Artigas fue "sin igual Presidente y Gobernador Militar de la Provincia Oriental".
Finalmente, también tuvo una enorme influencia en la Constitución Federal de la República Argentina, de 1853, del constitucionalismo liberal del Doctor Juan Bautista Alberdi.