Argentina: “La historia vuelve a repetirse...”
Edición Nº 1054 - Viernes 26 de setiembre de 2025. Lectura: 3'
Los dólares que llegan desde Washington y los organismos multilaterales no curan la enfermedad: apenas estiran el plazo antes del próximo colapso. Una vez más, el país confunde “auxilio” con “solución” y posterga la inevitable devaluación a cambio de más deuda.
Argentina vuelve a su deporte favorito: conseguir dólares prestados para tapar agujeros. Esta vez, el salvavidas viene en forma de un paquete financiero que mezcla ayuda directa de Estados Unidos, aval político de Donald Trump y nuevos desembolsos de organismos multilaterales. Un auxilio millonario que Javier Milei presenta como triunfo de su “diplomacia de la motosierra”, pero que en realidad repite un guion conocido: patear la crisis cambiaria para adelante a cambio de hipotecar el futuro.
La Casa Blanca anunció su apoyo explícito con líneas de crédito frescas, mientras el FMI, el Banco Mundial y el BID prometen reforzar la liquidez en las próximas semanas. Sobre el papel, los números impresionan: se habla de más de 15.000 millones de dólares disponibles. En los hechos, sin embargo, se trata de aspirinas para un paciente crónico. El dinero busca frenar la sangría de reservas, estabilizar el tipo de cambio en vísperas de elecciones clave y evitar que el temido “dólar descontrolado” se lleve por delante la gobernabilidad de Milei.
Las fragilidades que intenta mitigar el auxilio son tan evidentes como viejas. La caída de las reservas internacionales dejó al Banco Central prácticamente vacío. La inflación, aunque desacelerada, sigue minando el poder de compra. Y la brecha entre el dólar oficial y los paralelos amenaza con desbordar cualquier plan de estabilización. En ese contexto, el crédito externo no es un respaldo virtuoso, sino una muleta para evitar que el enfermo caiga de bruces antes de las elecciones.
Lo más inquietante es que Argentina reincide en un ciclo histórico: sobreendeudarse para evitar la devaluación. En lugar de encarar reformas de fondo, el país busca aire financiero para posponer la cirugía. Es el mismo patrón que acompañó al retorno de la democracia, a la convertibilidad de los 90 y al acuerdo con el FMI de 2018: recibir dólares prestados con la promesa de un milagro que nunca llega.
El apoyo de Trump añade un matiz geopolítico. No es altruismo ni afinidad ideológica gratuita: Washington apuesta a consolidar a Milei como socio regional frente al eje de Lula y Petro. Pero la política exterior disfrazada de rescate económico tiene un precio, y ese precio —como siempre— lo pagará el contribuyente argentino en años de ajustes y condicionamientos.
La motosierra que Milei prometía usar para “achicar el Estado” termina aplicada en otro frente: recortar soberanía financiera. Cada préstamo refuerza la dependencia de acreedores externos y debilita la capacidad de decisión propia. Argentina gana tiempo, pero pierde margen.
El país celebra el crédito como si fuese riqueza, cuando en realidad es deuda. Se aplaude la llegada de dólares como si fueran fruto de la producción, cuando son simplemente un nuevo pagaré firmado a nombre de las futuras generaciones. Y se vende la ilusión de estabilidad cuando en el horizonte se asoma lo inevitable: un ajuste cambiario que ningún préstamo podrá evitar.
Argentina, una vez más, prefiere pedir fiado antes que asumir la dieta económica que requiere. La historia ya mostró cómo termina esa estrategia: primero el alivio, luego el endeudamiento insostenible, más tarde la devaluación y, al final, otra crisis. Cambian los nombres y los discursos, pero el libreto es el mismo.
Como en el tango Por la vuelta, de Cadícamo y Tinelli, “la historia vuelve a repetise…”.
|
|
 |
Orsi en la ONU: luces y sombras de un discurso
|
Único Frade Julio María Sanguinetti
|
Rivera, Verdad y Libertad
|
Escrachados no por lo que hacen sino por lo que son
|
Una semana de violencia: crónica del descontrol criminal en Uruguay
|
La judeofobia del Comité del FA en Madrid
|
Subsidio que no se justifica
|
Paro industrial: cuando el remedio puede ser peor que la enfermedad
|
Los dos Estados Luis Hierro López
|
Iniciativas para una educación financiera desde la infancia Santiago Torres
|
El secreto bancario: entre la libertad y el despotismo Elena Grauert
|
Extemporáneo proyecto de ley limitando la propiedad de los corrales de engorde Tomás Laguna
|
El desafío de no retroceder Ruth Furtenbach
|
Un comisionado para la infancia y la adolescencia: ¿nueva institucionalidad o superposición de roles? Laura Méndez
|
¿Queremos dar lástima o despertar admiración? Susana Toricez
|
¿Una revolución cultural a la Gramsci en Uruguay? Juan Carlos Nogueira
|
El capitán del puerto de Montevideo Jorge Ciasullo
|
Mercosur - EFTA: un acuerdo que reconfigura tiempos y presiones en la agenda con la Unión Europea Alvaro Valverde Urrutia
|
El peligroso negacionismo anticientífico de Trump y Kennedy Jr.
|
Argentina: “La historia vuelve a repetirse...”
|
Afuera con las voces femeninas en Afganistán
|
Sarkozy condenado: un juicio que sacude la imagen de Francia
|
Frases Célebres 1054
|
Así si, Así no
|
|