El centro de estudiantes de la Facultad de Humanidades, afiliado a la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU), denunció un triste hecho de antisemitismo en dicho centro de estudios. Lo que no dicen, es que la propia FEUU, con su constante retorica antijudía y pro-Hamás, es la que genera estás lamentables reacciones en los estudiantes, sometidos a un proceso de radicalización constante. Hoy se hacen los distraídos.
Esta semana salió a la luz una denuncia que investiga la Universidad de la República luego de que una estudiante de la Facultad de Humanidades recibiera amenazas por su condición de judía. Según el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación, afiliado a la FEUU, el miércoles 8 la estudiante amenazada se encontraba preparando una sala de la Facultad para proyectar una película. Durante los preparativos, alguien "imprimió, colgó en carteleras y dejó en mesas del segundo piso al lado de donde se realizaría la actividad" varios carteles que decían: "Te estamos mirando, sionista".
Desde el Centro de Estudiantes denunciaron "la práctica sistemática de señalamiento, hostigamiento y amenaza que, usualmente a través de carteles que alojan una y otra vez las paredes de nuestra facultad, promueven la persecución y el acoso individualizado". De igual forma, los gremialistas se molestaron por "la asignación maliciosa de sionista" a los compañeros "simplemente porque se asume que pertenecen a la comunidad judía" y "defienden al Estado de Israel y sus prácticas". Está claro que no les importa mucho el caso en sí, pero creen que es inaceptable que los agresores "tomen la causa Palestina con fines mezquinos".
Lastimosamente, como dice el conocido refrán: "de aquellos polvos, estos lodos...". Los que hoy se alarman por la amenaza que recibió una compañera, únicamente por el hecho de ser judía, son los mismos que no dudaron un segundo en justificar la barbarie del pasado 7 de octubre, cuando cientos de terroristas de Hamas invadieron el sur de Israel asesinando, torturando, violando y secuestrando a civiles israelíes, incluidos niños y ancianos.
El mismo día del ataque, la FEUU evitó condenar el terrorismo refiriéndose a la "agudización del conflicto" y limitándose a condenar a Israel sin mención alguna a las acciones terroristas de la que este Estado fue víctima. "Denunciamos los constantes intentos de expansión del Estado de Israel sobre territorio palestino", decía el comunicado de la FEUU, condenando "el ataque, sometimiento, asedio e invasión de Israel". Finalizaba asegurando que "no habrá paz" hasta que no se respeten los derechos palestinos y enfatizando: "¡Viva Palestina Libre! ¡El pueblo palestino resiste!".
Refiriéndose a las manifestaciones de la izquierda vernácula, el propio Comité Israelita del Uruguay se cuestionó en su momento: "¿No se avergüenzan?, ¿Será que justifican esta barbarie?", aclarando que "las más desgraciadas de las declaraciones" fueron las de la FEUU. "A ellos no les cabe la pregunta ¡Ellos, justifican esta barbarie!".
A los señores de la FEUU: ¡no se hagan los distraídos!