Por Fátima Barrutta
En momentos en que un pretendido “clase A de la política” (así definido cierta vez por Yamandú Orsi) como el expresidente argentino Alberto Fernández, se empantana en el fango de un sórdido culebrón de hipocresía y violencia de género, nosotros los uruguayos tenemos nuestros verdaderos “clase A”.
Para no repetir ese calificativo tan patéticamente desmentido por la realidad, diremos que tanto Andrés Ojeda como Pedro Bordaberry son dos “10” de la política uruguaya, posicionándolos en el punto más alto de una escala de valoración ética y conceptual.
Se abre un futuro promisorio para nuestro Partido Colorado.
Somos el partido de las ideas y las grandes transformaciones que hicieron al país un ejemplo mundial desde los albores del siglo XX.
Estamos llamados a ser, ahora, el socio mayoritario de una Coalición Republicana que nació para profundizar aquellos logros, alejando al país de las tentaciones colectivistas y la improvisación administrativa que tanto daño le hicieron durante el ciclo de gobiernos del Frente Amplio.
Por eso hay un contenido simbólico que me parece destacable en el número de lista que apoyo para la próxima elección nacional del mes de octubre; la conjunción de dos “10” de la política en un proyecto común, con la mirada puesta en la justicia social y la probidad en la gestión pública.
Andrés es renovación, Pedro y Tabaré son experiencia.
Juntos, marcan un nivel de excelencia que será seguramente elegido por la ciudadanía coalicionista, deseosa de seguir por este camino venturoso pero a la vez mejorándolo, despejando definitivamente los nubarrones que empañaron aspectos puntuales del gobierno de mayoría nacionalista.
Al mismo tiempo, “las 10 de la 10”, como Pedro ha titulado sus medidas clave para combatir la inseguridad, el principal problema de los uruguayos, son una hoja de ruta clara, sintética y pertinente para desactivar la amenaza del narcotráfico.
No son soluciones meramente represivas, son medidas integrales e integradoras que atacan el conflicto desde todas las áreas:
1- Resocialización de quienes delinquen, a través de un instituto de rehabilitación descentralizado;
2- Blindaje de las fronteras, coordinando la acción de los ministerios y fortaleciendo los controles;
3- Coordinación con la DEA y principales organismos de lucha contra este flagelo;
4- Reforzamiento de los controles aduaneros;
5- Fortalecimiento de la SENACLAFT para un combate eficiente al lavado de activos;
6- Tolerancia cero al macro y microtráfico de drogas;
7- Más prevención, disuasión y represión del delito;
8- Jerarquización de Asuntos Internos y formación policial;
9- Mejora del Poder Judicial y la Fiscalía; y
10- Coordinación con la sociedad civil por un Estado presente en la protección de los ciudadanos.
Son las 10 medidas de la 10, que desde la lista 10 impulsamos con toda nuestra energía porque es la optimización del modelo coalicionista que el Partido Colorado ofrece al porvenir, con el alma en el Batllismo y la mente en el bienestar de todos los uruguayos.