El gobierno de coalición ha logrado contener la inflación a niveles no vistos en casi dos décadas, un logro que no solo refleja la fortaleza de su política monetaria sino que también representa un alivio tangible para los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
El año 2023 se cerró con una inflación que marcó un hito histórico: la más baja de los últimos 18 años. Este logro es el resultado de un esfuerzo concertado del BCU, bajo la dirección de Diego Labat, quien en una reciente disertación ante cámaras empresariales, destacó el compromiso del banco con el bienestar de la sociedad uruguaya. "La mejor contribución que el Banco Central le puede hacer a la sociedad es tener una inflación baja", señaló Labat, subrayando la importancia de este indicador como pilar del crecimiento del país.
La estrategia del BCU para alcanzar este objetivo se ha cimentado en cinco pilares fundamentales: una reducción del rango meta de inflación, el uso de la tasa de interés como principal herramienta de política monetaria, una comunicación más efectiva con la sociedad, la desdolarización de la economía, y la libre flotación del tipo de cambio. Estas medidas no solo han demostrado su eficacia en mantener la inflación bajo control, sino que también han mejorado la competitividad del país.
El régimen de objetivos de inflación adoptado por Uruguay, siguiendo el ejemplo de países tanto en la región como fuera de ella, ha sido clave en este éxito. Al establecer un objetivo de inflación claramente definido y comprometerse a mantener dentro de un rango específico, el BCU ha proporcionado un marco de referencia estable que ha ayudado a guiar las expectativas de inflación tanto de consumidores como de productores.
Esta política ha tenido un impacto directo en la vida de los uruguayos, especialmente en aquellos más vulnerables a los vaivenes de la economía. La inflación, al erosionar el poder adquisitivo, golpea con mayor fuerza a quienes tienen menos recursos. Por lo tanto, la gestión eficaz de este indicador económico se traduce en una mayor capacidad de los ciudadanos para planificar sus finanzas.
Los resultados hablan por sí solos: con una inflación actual del 4,71% y proyecciones que indican que se mantendrá dentro del rango meta establecido por el gobierno, Uruguay se posiciona como un modelo a seguir en la región.
Los agoreros del desastre, prefieren no hablar del tema. Los entendemos...