Alumnos del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte de la Universidad de la República denunciaron a docente que se declaró frentista, pidió que "no le rompieran los huevos" y llamó a "pedirle plata" a Lacalle Pou por no poder solucionar un problema técnico que le impedía desarrollar el dictado de la clase.
Según trascendió en prensa recientemente, el hecho ocurrió a comienzos de mes, cuando los alumnos elevaron una nota al centro educativo que hacía referencia a un archivo audiovisual que circuló por redes sociales.
En el video se observa al docente, claramente agobiado por una pequeña falla técnica al trasmitir, recomendando a los alumnos que escriban una carta de reclamo. Aunque inicialmente su sugerencia parece constructiva, el tono y el contenido político posteriormente adoptado denotan otra intención. "Si les dijeron que se podía cursar en Paysandú y Salto, les mintieron en la cara", exclamó el profesor, y luego añadió comentarios despectivos y políticamente cargados.
"Se joden, ¿ta? ¡A mí no me rompan los huevos! Yo lo lamento por ustedes", dijo el docente, para agregar: "júntense, luchen, protesten. Pídanle plata a Lacalle Pou". Sin tapujos, el referido argumentó: "acá es la universidad. La gente puede hablar de política y religión. Yo soy del Frente Amplio. No tengo ningún inconveniente en decir mi afiliación política".
La Universidad de la República ha reaccionado imponiendo un sumario al profesor, requiriendo además disculpas públicas a los estudiantes y tomando medidas para mejorar las condiciones de enseñanza. Sin embargo, este incidente es solo la punta del iceberg en una problemática más amplia sobre la "partidización" del ámbito educativo que hemos denunciado aquí reiteradamente.
Como ha señalado repetidamente el expresidente Sanguinetti en sus columnas de CORREO, el adoctrinamiento político se ha infiltrado en algunos sectores de la educación uruguaya, representando una seria preocupación. La narrativa impartida en las aulas ha descrito de manera insistente a los tupamaros como luchadores contra la dictadura y ha tergiversado eventos históricos clave, como el inicio de la dictadura, atribuido erróneamente a Pacheco, a pesar de que este fue electo democráticamente y el Frente Amplio participó en esas elecciones. Además, se ha promovido una crítica constante y unidimensional hacia el sistema capitalista y a los partidos tradicionales.
Este tipo de adoctrinamiento ideológico también se ha manifestado en actos más explícitos y preocupantes, como el apoyo abierto a candidaturas políticas por parte de figuras educativas. Un ejemplo alarmante se registró en la anterior campaña electoral, cuando inspectores de Secundaria, invocando su rango y autoridad, realizaron llamamientos públicos para votar por Daniel Martínez.
Este patrón de conducta, al que hoy se le suma un nuevo hecho, subraya la urgencia de abordar y corregir estas desviaciones en la educación. Es esencial que se tomen medidas para preservar la integridad y la objetividad del sistema educativo, garantizando que las aulas sean espacios de aprendizaje crítico y diverso, libres de influencias partidistas.
