Agotados los temas nacionales sobre los que el PIT-CNT suele construir sus relatos antigobierno, en las últimas semanas, la Central decidió pronunciarse sobre otros países de la región. Por un lado, expresó una firme condena a las políticas del gobierno de Javier Milei en Argentina, mientras que, por otro, reiteró su apoyo incondicional al régimen cubano. Vaya paradoja...
La defensa apasionada de Cuba, pidiendo el fin del "bloqueo" impuesto por Estados Unidos, contrasta profundamente con la crítica acérrima hacia las políticas implementadas por el gobierno democráticamente elegido de Milei en Argentina. Este contrapunto no es meramente retórico. Encarna un dilema fundamental en la práctica de "solidaridad internacional" que lleva a cabo el PIT-CNT: ¿Cómo es posible que un movimiento que se autodenomina "defensor de la democracia y los derechos de los trabajadores" adopte una postura pro-Cuba?
El apoyo al régimen cubano, manifestado en el reciente comunicado del PIT-CNT, se sostiene en la crítica al bloqueo económico estadounidense, señalado como la causa principal de todos los males del pueblo cubano. Esta posición, que muchos consideran justa, omite cualquier crítica a la falta de libertades políticas y derechos civiles en la isla. El régimen cubano, caracterizado por su sistema de partido único, ha reprimido sistemáticamente la disidencia y limitado la libertad de expresión, aspectos que poco parecen importarle al PIT-CNT, como ya sabemos.
Por otra parte, la condena hacia las políticas del gobierno de Milei, expresada también recientemente, se fundamenta en una percepción de ataque a los derechos laborales y sociales, describiéndolas como antitéticas a los principios democráticos y sindicales. Aquí, el PIT-CNT se alinea con una visión que ve en las políticas de Milei un retroceso en términos de "derechos y libertades". No obstante, resulta paradójico que esta crítica se ejerza con vehemencia hacia un gobierno elegido a través de indiscutidos procesos democráticos, mientras se mantiene una postura de apoyo explícito -porque ni siquiera es de omisión- hacia un régimen que ha suprimido las libertades fundamentales durante décadas, convirtiéndose en la dictadura más longeva del continente americano.
La crítica al gobierno de Milei, acusándolo de "fascista" y violador de derechos laborales, mientras se apoya a un régimen en Cuba que restringe las libertades fundamentales y mantiene el poder sin elecciones libres, refleja una hipocresía que socava la credibilidad del PIT-CNT, si es que algo de ella queda...