La cuestión no es izquierda-derecha

Por Luis Hierro López

Algunos politólogos ven difícil el futuro del Partido Colorado porque no tiene una definición clara entre la izquierda y la derecha. Pero esas posiciones caducaron. Hoy la cuestión es entre el populismo y el progresismo en serio.

El semanario Búsqueda recogió en su última edición algunas opiniones de politólogos sobre la situación del Partido Colorado y, según esas sabias interpretaciones, el Frente Amplio ha conquistado las posiciones de centro izquierda que caracterizaron al partido de Batlle y Ordoñez durante el siglo XX, lo que hace muy difícil su recuperación.

Sin desconocer que algunas de esas explicaciones –descontamos que hayan sido volcadas de buena fe– sean más o menos correctas, es imprescindible reconocer que la vieja dicotomía entre izquierda y derecha está muy superada, dándose en nuestra país la especial circunstancia de que el oficialismo, supuestamente de izquierda, hace en el gobierno las mismas cosas –y a veces más intensamente– que le acusaba a la supuesta derecha. Ningún gobierno blanco o colorado habría cedido tanto ante una multinacional como lo hizo ahora el gobierno del Frente Amplio con UPM. Ese ejemplo puede repetirse hasta el cansancio, demostrando que la así llamada izquierda hoy es conservadora y reaccionaria. Su cerril oposición a imponer cualquier tipo de cambios en la enseñanza, a considerar la apertura comercial, a transformar las empresas públicas o a modernizar las relaciones laborales, ubican al Frente Amplio y a sus aliados sindicales en el campo conservador. En términos de las antiguas denominaciones, esas posiciones son de derecha y antiguas.

Según entiendo, el futuro del Partido Colorado se vincula a las propuestas de cambio y de reforma que posicionen al Uruguay como un país actualizado y moderno. Es posible que esa plataforma no sea parecida a la que levantó el Batllismo históricamente y eso es positivo, porque sería muy triste que un siglo después repitamos las viejas fórmulas, como el colegiado, los entes autónomos o las elecciones todos los años. No tenemos que abdicar del espíritu de aquellas innovaciones pero no podemos quedarnos en su cáscara, sino que hay que rescatar la sustancia reformista y transformadora.

Hoy nuestro país necesita un empujón fuerte para entrar en los nuevos tiempos. Se requiere un cambio sustancial en la enseñanza, una nueva valorización de la cultura del trabajo y del esfuerzo, una mentalidad abierta al mundo y a los cambios tecnológicos y científicos, un sistema de relaciones laborales que promueva la creación de empleo y la formación profesional, y un Estado más ligero, más eficiente y menos costoso. Uruguay debe reducir los impuestos al trabajo y hay que promover una sociedad de incentivos en vez de consagrar el igualitarismo hacia abajo que promueve el populismo.

El destino del Partido Colorado se vincula, según creo, a esos temas del porvenir, a esas mentalidades y conductas renovadas y creativas. Si levantamos estas banderas auténticamente progresistas, apuntando en serio a los cambios que el país requiere, nuestra vieja colectividad recobrará frescura y empuje.



Aunque la vistan de seda, la mona, mona queda...
El Batllismo es Colorado
Julio María Sanguinetti
La educación en malas manos
Israel e Irán
Manipulación histórica
Mal presagio
Disco rayado...
El ABC de los populistas
Uso indebido del batllismo
La UAM no termina por superar las dificultades de gestación y parto...
Tomás Laguna
Intransferible
Consuelo Pérez
Proyecto de Ley de Paridad
Jorge Ciasullo
La "Entente Cordiale" de abril de 1904
Daniel Torena
Bienvenidos al populismo de derecha
El metaverso del autoritarismo latinoamericano
Sus erecciones, nuestras palizas
Amnesia e impunidad: la dictadura cubana tiene experiencia en violentar embajadas y asesinar civiles que buscan asilo
Frases Célebres 986
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.