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Oddone, el postulante invisible

La saga en torno a la eventual nominación del economista Oddone continúa. Y como en toda buena telenovela, no falta el drama ni los giros inesperados. Ahora, con la campaña electoral en pleno apogeo, la oposición se enfrenta a una crisis interna que expone, una vez más, su total falta de rumbo. El “ministro de Economía” de Orsi parece estar más cerca de ser un fantasma que una figura de autoridad real en la coalición de izquierda. Mejor, ni imaginarlos en el gobierno…

Oddone, con su propuesta de desindexar salarios y su intención de flexibilizar la negociación colectiva, ha lanzado una bomba que ha hecho estallar las costuras del Frente Amplio. “Crean en nosotros que vamos a mantener una política monetaria alineada a una baja inflación y por eso es que estamos planteando, para algunas escalas salariales, revisar en el marco de un acuerdo indexaciones automáticas”, dijo este martes en el programa “Periodistas-Toda la verdad (Canal 5) el economista Oddone. La idea, explicó, es “usar los descuelgues y recurrir al mecanismo de flexibilización”, desindexando “salarios y precios de la economía”. Estas propuestas, explicó el asesor de Orsi, son “perfectamente posibles” y “forman parte del menú” del Frente Amplio.

El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, no tardó en salir a desautorizar a Oddone, afirmando, de forma contraria, que sus ideas no forman parte del programa de gobierno del frentismo. “Yo tengo una diferencia con Gabriel y está bien que se tenga en un partido político como el Frente Amplio. Y sé lo que defiende el Frente Amplio, y no es lo que está defendiendo Gabriel”, sostuvo el expresidente del PIT-CNT. “Yo creo que lo que defiende Gabriel, es lo que defiende el Frente Amplio también”, respondió rápidamente el inefable jefe de campaña de Orsi, el senador “Pacha” Sánchez.

No es la primera vez que Oddone se enfrenta a las críticas internas por contradecir las posturas mayoritarias de la izquierda vernácula. Ya en su momento, cuando afirmó que la reforma de la seguridad social del gobierno era mejor que lo que teníamos y que él hubiese aconsejado votarla en el Parlamento, fue duramente cuestionado por los sectores más radicales del frentismo, que son los que impulsan el plebiscito en su contra. Ni hablar cuando manifestó sus intenciones de implementar un ajuste fiscal, al tiempo que elogió a la administración de la Coalición por la baja inflación y el aumento del salario real.

Al igual que hoy hace Fernando Pereira, el Partido Comunista, en la persona de su Secretario General, Juan Castillo, dijo en su momento que Oddone “no es quien, desde nuestro punto de vista, sería la mejor expresión para la conducción económica para un gobierno del Frente Amplio”.

Detrás de este espectáculo de improvisación, se oculta algo aún más preocupante: el fantasma de un gobierno paralelo en economía. Oddone no es más que una fachada, un peón que, aunque pretenda tener voz en un eventual gobierno frentista, será rápidamente silenciado –si es que le apetece ungir de decorado– o sustituido –si no acepta serlo–. La verdadera estrategia económica parece estar gestándose en las sombras, lejos de la vista pública y del propio Oddone. Así, la inestabilidad no es solo una posibilidad, es una certeza cuando se trata de quién realmente manejará la economía si el Frente Amplio regresa al gobierno nacional.

Luego de los dimes y diretes, los frentistas dieron por cerrado el culebrón coincidiendo en que, independientemente de quién sea el que ocupe ese lugar en un eventual gobierno, debe respetar “el programa único”. Si de las personas pasamos al texto, el panorama no es mucho mejor. Allí se habla, muy claramente, de redistribuir la carga impositiva, de aumentar el impuesto a la renta y el patrimonio. Hablan de “reestructurar el sistema tributario” bajo el engañoso y viejo slogan con el que terminaron gravando a la clase media con el IRPF, “que paguen más los que tienen más riqueza y más ingresos, aliviando la carga tributaria sobre los que menos tienen”. Dicen –continuamos citando textualmente para que no haya dudas– que su objetivo es “fortalecer la imposición a la renta, el gran capital y el patrimonio con el criterio de progresividad”. Ya sabemos el final de la historia: ese supuesto “gran capital” terminan siendo –siempre– los trabajadores asalariados y los pequeños comerciantes.

Lo único seguro es que, con un partido dividido y sin un rumbo claro, el futuro económico de Uruguay bajo un eventual regreso del Frente Amplio se presentaría más incierto y preocupante que nunca.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.