Edición Nº 1034 - Viernes 9 de mayo de 2025

Una administración que hace agua

Estaba previsto y sucedió. Las intensas lluvias registradas el viernes pasado dejaron Montevideo bajo agua. Se inundó el centro, la rambla, el Hospital de Clínicas y varios asentamientos. No se salvó nadie. La intendente Cosse, que el mismo día de la tormenta mandó a "destapar" 300 de las 12.000 bocas de tormentas que hay en la capital -aunque dijo que no era su "responsabilidad"-, culpó al "calentamiento global". Sostuvo, además, que las obras para mejorar los drenajes son muy caras. Para la próxima, prometió "cortar el tránsito". 33 años ininterrumpidos de gobierno y lo único que cambia son las excusas del frentismo.

El viernes pasado, Montevideo se sumió en una situación crítica debido a las intensas lluvias que provocaron graves inundaciones en varios puntos de la ciudad. En el Centro, la Ciudad Vieja y Pocitos los autos y los contenedores de basura flotaban. El tránsito era un caos total. Se registraron innumerables accidentes. Varios comercios debieron detener sus actividades por encontrarse bajo agua. En el Hospital de Clínicas, 70 pacientes fueron trasladados producto de las inundaciones. En el Oeste, más de 8.000 personas en situación de precariedad -que viven en asentamientos irregulares en zonas inundables- se vieron afectadas.

"Los taxis pueden flotar", había dicho el meteorólogo Guillermo Ramis durante su intervención en el informativo de Radio Sarandí. No era la primera vez que esta administración departamental se enfrentaba a una situación similar. Tal es así, que la mañana previa a la tormenta, la propia Cosse utilizó sus redes sociales para "informar" que los equipos de la Intendencia estaban desplegados de forma preventiva. "Los trabajos preventivos se implementaron en puntos críticos de Montevideo con tareas de desobstrucción y limpieza en 300 bocas de tormenta y trabajos en cursos de agua", escribió Cosse, omitiendo aclarar que Montevideo tiene, nada más y nada menos, que 12.000 bocas de tormenta. En otras palabras, los trabajos preventivos apenas cubrieron un 3 % del total.

Las redes sociales fueron testigos de la magnitud de las inundaciones y la población expresó su descontento y desesperación por la falta de acciones de las autoridades departamentales. Los reclamos apuntaron directamente a la administración Cosse, cuestionando su gestión y señalando la ausencia de previsión. En lugar de pedir disculpas, Cosse optó por justificar la situación culpando al "cambio climático" y señalando que las bocas de tormenta no están diseñadas para lidiar con volúmenes excesivos y rápidas caídas de agua.

Visiblemente molesta por las críticas, pero con la soberbia a la que nos tiene acostumbrados, una determinante Cosse afirmó en rueda de prensa que las inundaciones "no se deben a falta de limpieza de las bocas de tormenta", sino a que estas "no están diseñadas para aguantar mucho volumen y rápida caída de agua". Las bocas de tormenta "fueron diseñadas para el siglo pasado", se excusó Cosse, haciendo referencia a que "estamos viviendo un cambio climático". "Es como si tiráramos un balde enorme de agua en una pileta, va a demorar en vaciarse", ejemplificó.

Con inusitado descaro, la intendente de Montevideo, que recauda vía impuestos más de dos millones de dólares diarios de lunes a domingos, también echó mano al comodín de la falta de recursos. "Como no podemos hacer las inversiones ahora de 25 millones de dólares, cuando se prevean fenómenos de este tipo, que en realidad nunca se pueden prever con precisión, vamos a prepararnos como si fuera lo peor y en esas zonas vamos a cortar el tránsito y vamos a anunciar de manera automática por WhatsApp a las personas que manejan para que eviten ese cruce", dijo Cosse.

 

No le alcanza el dinero, pero contrata a todos los frenteamplistas desempleados (incluyendo la custodia completa de Vázquez) y destina millones para autobombo en el canal de Tv municipal (como comprar los derechos de la NBA). En tres décadas, han pasado seis Intendentes, han proyectado decenas de planes y han gastado miles de millones de dólares, pero Montevideo sigue siendo la ciudad más sucia y descuidada del país. Sin lugar a dudas, la administración de Cosse será recordada como la más vacía y disparatada de su partido. Enormes puestas en escena, propaganda de todo tipo y color, pero ni una sola obra de envergadura. Nada que ayude a mejorar el desastre en el que han convertido Montevideo en estas tres largas décadas de desgobierno.
La intendente, que tiene aspiraciones de gobernar el Uruguay, no ha aportado en estos tres años una sola solución a los montevideanos. Además de apropiarse de alguna idea ajena, como en su momento denunciaron sus propios compañeros de la administración Martínez, ¿qué ha hecho Cosse? Colocar consignas "progres" en la fachada del edificio municipal. Pintar los semáforos del color de su "Plan ABC", que tiene un semanario papel en plena era digital. Retirar las papeleras de los espacios públicos para mejorar la limpieza (sí, Sr. lector, la contradicción es obvia). Remunicipalizar el único servicio de recolección que funcionaba y habían privatizado sus antecesores frentistas. Subir impuestos y endeudarnos. La frutilla de la torta es una "bicisenda" que agravará los problemas en el tránsito y pondrá en peligro a los ciclistas.

 

En definitiva, un administración que hace agua...




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