Reflexiones a propósito del reciente acto de cierre de la Exposición Rural de Palermo

Por Tomás Laguna

El pasado sábado 23 se llevó a cabo el acto de cierre de la Rural de Palermo. El presidente de la Sociedad Rural Argentina realizó su discurso con fuertes reclamos y reivindicaciones desde la producción hacia los gobiernos kirchneristas. Como suele ocurrir con estos gobiernos, no enviaron representantes para responder a los reclamos del agro argentino.

La instancia de la Rural de Palermo no es diferente a la Rural del Prado en lo que refiere a la centenaria tradición de encuentro entre gobierno y ruralidad. De hecho, son instituciones con historias paralelas. Ambas se iniciaron muy próximas en el tiempo. La Sociedad Rural Argentina se fundó en julio de 1866, la Asociación Rural del Uruguay en octubre de 1871. El denominador común lo constituía los tiempos violentos que se vivían en ambos países, en Argentina los malones, en Uruguay la guerra civil. Otro denominador común lo fue el señalado interés por mejorar la genética ganadera mediante la introducción de reproductores desde Europa. Ambas instituciones se abocaron, a poco de fundadas, a la organización de exposiciones rurales dónde los campeonatos ganaderos para premiar el esfuerzo en el desarrollo genético constituían el centro de la actividad. La Sociedad Rural Argentina organizó su primera exposición apenas 9 años después de fundada, en abril de 1875, en un predio de 12 hectáreas en lo que hoy es la confluencia de las calles Florida y Paraguay. La Asociación Rural del Uruguay pudo concretar su primera Exposición Feria Ganadera en octubre de 1883, en lo que hoy es el cruce de 18 de Julio y Magallanes, frente a la por entonces Plaza Artola, hoy de los Treinta y Tres Orientales. Desde entonces, la Sociedad Rural Argentina organizó 134 exposiciones, la Asociación Rural del Uruguay 116. Hasta aquí la descripción de las grandes coincidencias tras 150 años de gremialismo rural. Coincidencias que no han sido tales en cuanto a la relación con los distintos gobiernos y la forma de expresar sus desacuerdos.

En agosto de 1930, el ministro de Ganadería del Presidente Hipólito Yrigoyen, fundador del Partido Radical e impulsor de políticas con fuerte sentido social, fue expulsado a gritos del palco del predio de Palermo. Una semana después Yrigoyen era derrocado… Tampoco fueron bien recibidos los representantes del gobierno de Juan Domingo Perón. Este último había decidido no asistir a los actos en la Rural de Palermo por temor a la rechifla de los ruralistas; sin embargo, llegó a hacerlo ante la mediación de su ministro de Agricultura, Juan Carlos Picazo Elordy, que a su vez era miembro de la Sociedad Rural Argentina. En oportunidad de la 101º Exposición Rural, agosto de 1988, el presidente Raúl Alfonsín fue abucheado en el acto de apertura. El mandatario se había ganado la antipatía del campo por mantener las retenciones a las exportaciones. Así llegamos a los tiempos del kirchnerismo, particular variante entre lo peor del peronismo, tiempos en los que se agudizaron los desencuentros y la confrontación se repitió cada año en el histórico ruedo de Palermo, hasta llegar a los extremos recientes.

Los vínculos del ruralismo uruguayo con los sucesivos gobiernos no han sido precisamente de amor y complacencia. De hecho, ha habido épocas muy duras, al punto que en tiempos de las crisis más agudas del agro la centenaria gremial ruralista ha optado por suspender el acto de inauguración, realizando en su lugar la lectura de un comunicado. Fue el caso de las exposiciones de los años 1981 a 1984. Recién con el retorno a la democracia se volvió a la ceremonia habitual con presencia de autoridades nacionales. En particular en 1985, primer gobierno en la reinstitucionalización del país, cuando participó el presidente Dr. Julio María Sanguinetti, quien lo haría en un total de 8 oportunidades a través de sus dos períodos de gobierno.

Hay dos hechos que merecen destacarse por su singularidad. En abril del 2001 se confirmaron los primeros focos de aftosa en el país. La actitud responsable del gobierno del Dr. Jorge Batlle denunciando los mismos al mundo cerraron nuestras exportaciones de carne. La Rural del Prado de aquel nefasto 2001 tuvo el peor entorno anímico desde que esta actividad existe. La Asociación Rural del Uruguay había resuelto no realizar el acto de cierre habitual, y en su lugar emitir un mensaje desde el mismo ruedo central. Durante aquellos tiempos habían ocurrido algunos desencuentros entre la directiva ruralista y el Presidente de la República a partir de diferentes enfoques para atender la crítica situación. La relación no era la mejor, por lo que la presencia del mandatario en el acto de cierre era absolutamente incierta. Sin embargo, en el momento que don Alberto Pereira Micoud, presidente de la ARU, se disponía a dar inicio al discurso en el centro del ruedo, ante el asombro de muchos se vio al Presidente de la República sortear con habilidad campera el alambrado que rodeaba el ruedo y aproximándose al grupo de dirigentes rurales saludó a los presentes, y con la convicción que lo caracterizaba improvisó un discurso pleno de energía y optimismo, animando a los productores a seguir adelante. En casi 6 meses Uruguay había retomado sus exportaciones tanto al MERCOSUR como a la Unión Europea. En poco más de un año estábamos ingresando al circuito no aftósico bajo la condición libre de aftosa con vacunación, cuando a nuestros vecinos les costó 14 años lograr igual reconocimiento (texto elaborado a partir de nota de homenaje al Dr. Jorge Batlle, Revista de ARU, diciembre de 2016).

A nadie escapa que no eran coincidencias las que unían a los rurales con los gobiernos de izquierda a partir del año 2005. Fueron muchas las desavenencias y las críticas agudas desde el campo al gobierno. En particular merece referencia un particular hecho ocurrido en el año 2011, durante la presidencia del Sr. José Mujica, quien 45 años atrás había integrado aquel movimiento guerrillero que había atentado contra la sede de ARU a la vez de amenazar con prender fuego las camas de paja de los reproductores expuestos en la Rural del Prado. El ministro de Ganadería de la época, Ing. Agr. Tabaré Aguerre, sufría un problema de salud por el cual incluso estuvo internado, lo que le impedía concurrir al acto de cierre de la 106º Exposición Rural del Prado. Era razón suficiente para justificar su ausencia, o que en su lugar concurriera el subsecretario de la cartera. No obstante, fue el propio José Mujica, Presidente de la República, quien se hizo presente en el palco oficial para proceder a dar lectura al discurso que fuera redactado por el Ministro Aguerre para la ocasión. Un acto de consideración y respeto a la producción agropecuaria más que hacia la gremial rural anfitriona.

Ambas circunstancias relatadas, además de las innumerables presencias a lo largo de la historia de Presidentes de la República y sus ministros de ganadería en el centenario palco de la Rural del Prado, pautan una diferencia sustantiva en lo que hemos dado en llamar “historias paralelas” de ambas gremiales rurales.



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