La "transformación" de la avenida 18 de Julio, tantas veces anunciada por el oficialismo frentista, terminará con una franja pintada de verde que se supone oficiará como carril exclusivo para bicicletas. La primer "bici-senda" del mundo que se construye en el medio de un avenida principal y que ni siquiera cuenta con el apoyo de los propios ciclistas organizados. Seguimos, como hace 33 años, por la senda del delirio.
Con pocas posibilidades de endeudamiento producto de los centenares de préstamos solicitados por las diversas administraciones de su partido, y habiendo destinado los recursos a la contratación de militantes, a la propaganda política a través de Tv Ciudad y a la demagógica compra de derechos de eventos deportivos, la Intendente Cosse no sabe qué inventar para presentar "obras".
Un día quita las papeleras de las plazas, argumentando que esa acción mejorará la limpieza de los espacios públicos; al siguiente reduce la cantidad de contenedores en las zonas de mayor concentración de población, bajo promesa de incrementar la recolección; finalmente, anuncia una bici-senda que, contrariamente a lo que sucede en el mundo entero, dividirá en dos la principal avenida de la capital poniendo en riesgo a los que dice "proteger".
El viernes pasado, en el Día Mundial sin Motor, Cosse anunció en conferencia de prensa su "mega plan". La ciclovía, con un recorrido de 3.5 km, tendrá sentido de ida y vuelta, comenzará en el Obelisco y culminará en Yaguarón por el centro de la principal avenida de la capital. Desde esa cuadra, se desviará por la calle San José hasta la Plaza Independencia, debido a que a esa altura la avenida es más angosta.
"Se ha tenido especialmente en cuenta la seguridad. En el corte transversal se ve que es una bici-senda segregada: no separada con pintura, está separada por segregadores", dijo la Intendente, sin explicar que los "segregadores" no brindan seguridad real, ya que son de un plástico liviano que no impide la invasión de la bici-senda. "Se tuvo diálogo con todos los actores: colectivos, empresas de transporte, Grupo Centro. Es algo pensado, donde la seguridad de las personas ha sido el eje central", enfatizó la candidata frentista.
De acuerdo a una crónica de El Observador, el "dialogo" al que alude Cosse dejó mucho que desear para los colectivos de ciclistas. Según se supo, el 30 de agosto, mientras la comuna diseñaba el proyecto, Cosse convocó a los colectivos de ciclistas para contarles el plan y pedirles su opinión. En ese encuentro, el director de Movilidad, Pablo Inthamoussu, les pidió que enviaran sus devoluciones por mail y que habría una segunda reunión, algo que no ocurrió.
Mientras algunos colectivos preparaban sus propuestas, Cosse los sorprendió anunciado el proyecto inconsulto a la población. Tras los anuncios, los colectivos de ciclistas desglosaron la propuesta de la Intendencia, desmarcándose y criticándola duramente. Los colectivos manifestaron que los ciclistas no tendrán seguridad vial -como dijimos, los "segregadores" no brindan seguridad real- y recibirán las "emisiones de los caños de escape" de ambos lados de la calle. Además, argumentan que la ciclovía no tiene salida, incrementando aún más los problemas de seguridad. El proyecto no es "integral", expresaron en declaraciones a la prensa, porque no abarca a los peatones, al transporte público y a los ciclistas. Además, es de bajo presupuesto, como la propia Cosse reconoció. En pocas palabras, y como indica la lógica, los colectivos no creen que pintar la calle de verde sea una solución.
Además del "dialogo", que como vimos nunca existió realmente, Cosse dijo que era "algo pensado". Más que pensado, el "proyecto" ha sido anunciado, y en varias oportunidades. La bici-senda por el medio de la principal avenida fue proyectada en la administración Martinez por el entonces director de Planificación, el Ing. Ramón Méndez. Sí, Sr. lector, el mismo Ing. que como director de Energía de Mujica nos prometió la inexistente regasificadora, en la que el Frente Amplio perdió 200 millones de dólares, y el que durante la pandemia dijo que el GACH le "hacia los deberes al gobierno".
En 2016, Méndez anunciaba en entrevista con El Observador: "Estamos pensando en una radical transformación del uso de 18 de Julio para el transporte, específicamente donde el centro esté en el peatón, la bicicleta y en un sistema de transporte colectivo mucho más eficiente, eléctrico y con otras características [...] Solamente ómnibus eléctricos, peatones y ciclistas. Imagínate 18 de Julio sin ruido, sin bocinas, sin motores, solamente la gente".
Como podrá advertir cualquier vecino, nada de eso pasó. Tres años después, en plena campaña electoral de 2019, una nueva crónica de El Observador reseñaba las promesas de la Intendencia del entonces candidato Martinez. "En los próximos años el paisaje de la avenida 18 de julio, una de las principales de la ciudad, cambiará por completo para los ciclistas. En el proyecto de revitalización de la avenida se incluirán ciclovías de color verde, que no estarán en el medio de la calle -como se previó en un primer momento-, sino que compartirán en un tramo el carril con los ómnibus y con los autos en otro", argumentaba el periodista, aclarando que el proyecto de realizar la bici-senda en medio de 18 de julio había sido descartado por la administración Martínez.
Pablo Inthamoussu, que ocupaba el mismo cargo que ocupa hoy -director de Movilidad-, prometía la bici-senda -no por el medio, como lo hace ahora- para los primeros meses de 2020. "Las obras de este proyecto comenzarán en julio de 2019, pero según Inthamoussu los ciclistas podrán circulan sin problemas por la avenida a partir del primer semestre de 2020. Desde el Obelisco hasta Ejido los ciclistas compartirán carril con los ómnibus, aunque cada uno con su señalización específica. En el tramo restante, desde Ejido hasta la Plaza Independencia, los ciclistas compartirán carril con los vehículos particulares. El cambio responde a un problema en el ancho de la calle, que no hace viable que los ciclistas compartan carril con los ómnibus", dice la crónica periodística.
Nada de eso sucedió. No hubo transformación de 18 de julio, que cada día está más sucia producto del retiro de las papeleras, tampoco bici-senda. Hoy se pretende volver a una idea original que el mismo frentismo había descartado. Cosse dice que el proyecto es "seguro" y "está pensado". Ni una cosa ni la otra. Seguimos, como hace 33 años, por la senda del delirio...