Pasar raya e informar a la población
Por Luis Hierro López
El gobierno electo tiene la obligación de informar a la población, en forma clara y contundente, sobre cómo recibe la administración. No hay que cometer el error de Macri, quien pospuso la trasmisión de la verdad y postergó la asunción de las medidas necesarias. Los populismos generan las condiciones de los desastres y luego culpan a los gobiernos que tienen que arreglarlos. No tenemos mucho tiempo.
La situación del país no es buena. Los gobiernos frenteamplistas dejan una herencia muy pesada, pero como son expertos en maquillajes, buena parte de la población no es consciente de lo que significa en sus vidas cotidianas un abultado déficit fiscal o una inexplicable deuda externa. Tras diez años de bonanza internacional excepcional, nos enfrentamos a tiempos difíciles, con una economía estancada, las cuentas del Estado al borde del abismo y un desempleo creciente.
Eso es lo que nos dejan los populismos: gastan sin control, reparten sin haber generado las condiciones del crecimiento de la economía o la producción, y luego le echan la culpa a los gobiernos responsables que les suceden, que procuran corregir los desatinos
El gobierno electo se ha comprometido a auditar las gestiones de los Ministerios. Es imperioso integrar a esa auditoría a los Entes Autónomos y a las Intendencias, así como es imprescindible transparentar la actuación de las empresas de derecho privado que se han creado como subsidiarias desde el Estado y que no han podido ser controladas por ningún organismo público. Esas inspecciones no estarán dirigidas a perseguir a nadie y si de ellas surgen irregularidades, omisiones o delitos de los jerarcas, será la Justicia la que se encargue. No es el revanchismo lo que debe impulsar esa revisión, sino la necesidad de saber exactamente dónde estamos.
Hay que pasar raya en todo el Estado y luego, debe darse a la población una información precisa, clara, contundente. Para que el gobierno electo tenga justificación y autoridad para implementar las medidas rigurosas que correspondan, es necesario y saludable que la población cobre conciencia de la dimensión de las dificultades que enfrentamos. Los gobiernos siempre tienen una “luna de miel”, pero en este caso será corta. Con sinceridad y sin tremendismos, pasemos raya, porque la democracia se basa en la verdad.
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