Edición Nº 1061 - Viernes 14 de noviembre de 2025

Nosotros, los jóvenes

Por Francisco Berchesi

Han pasado días, que al igual que sus meses pasados, nos interpelan en nuestro accionar diario a nosotros y a quienes nos rodean.

Como joven, estoy orgulloso y agradecido de la generación de nuestros padres y abuelos por todo el esfuerzo y el trabajo que están haciendo por el futuro de nuestro país.

Si en la política y lo social a veces se habla de una grieta, la única que veo hoy en día es entre quienes quieren el bien para su país y su familia, y quienes nos les interesa. Quienes quieren trabajar, estudiar, progresar ellos y su entorno, y quienes no esperan nada del futuro más que transitarlo como les toque, mientras hacen lo que quieren.

Durante 15 años, este lamentable estilo de vida fue promovido y es lo que me deja intranquilo. La educación fue penosamente desmantelada y todas las generaciones que la transitaron van a hacernos testigos y partícipes de ello. Partícipes inocentes, que serán los protagonistas de una degradada realidad posterior.

Tristes años en los que unos pocos, electos democráticamente, apagaron la luz del porvenir año a año, discurso a discurso. Denostando cuanta institución integraron e integran, al propio parlamento al que ingresan con remeras de países que sufren, pero las visten orgullosamente, porque eso sienten y eso anhelan para su país, o al menos lo que su ideología señala.

Presidentes que insultan y patotean periodistas, otro que cierra un río para pescar sin que lo molesten, se mudan de la residencia presidencial para simbolizar ese lamentable espíritu, mientras hay que seguirla manteniendo a esa y reacondicionar y mantener también a la suya personal para que la habite, y esa es la realidad, no hacen más que multiplicar gastos. Hablan y le hacen creer algo al pueblo, que termina siendo mejor para quienes hablan y siempre peor para quienes los que los escuchan, o creen hacerlo.

Esa clase de liderazgo no genera más que ilusión y desastre, falsas convicciones alimentadas a derechos que no hacen más que acostumbrar ciudadanos a una falsa vida, liviana de obligaciones, que cuando choca con la realidad y sobre todo, con la legalidad, no pueden convivir.

Esto tiene como resultado esas hordas de uruguayos los fines de semana en las playas, plazas, parques, comparsas y fiestas clandestinas. Porque no se sienten parte de una nación a la cual hay que cuidar mediante esfuerzo y sacrificio individual, no les importa el prójimo, ni su propia familia. Por eso esperan con ansias las medidas del gobierno, es a lo que nos quisieron acostumbrar, a esperar y esperar sin dar o hacer algo a cambio. Es que claro, aquellas semillas que se sembraron todos estos años, ya son árboles que se alimentaron de desprecio, mala educación, malos ejemplos y liderazgos.

El Ministerio del Interior, en lo que va de la pandemia hasta el 22 de marzo pasado, realizó 4.136 intervenciones en aglomeraciones de personas. Nuestros padres y su franja etaria, nuestros abuelos y la suya, nos están liderando como pueden, y se mueren día a día en gran parte por quienes no saben vivir en sociedad.

Lo que intento en estas líneas es primero exponer un fenómeno que nos persigue a diario. Pero para reafirmarles que en mí y en quienes me rodean van a encontrar siempre un militante diario contra esta situación. Para que se le dé real foco a la educación, como tanto repite Robert Silva, que a fin de cuentas es la base de cada uno de nosotros. Porque como bien mienten, lo urgente es -realmente- la gente, pero dicho responsablemente y con acción de respaldo.

Mi madre me dijo hace unos días, Fran, ustedes los jóvenes tienen que salir a dar una señal en todo esto. Y quizás seamos unos pocos, pero el bien tiene mucha fuerza y la educación también.




Una reforma imprescindible
Todos lo decían
Julio María Sanguinetti
¿Disculpas? ¿De qué?
La filtración en la JUTEP: una falla institucional que aún resuena
José Gómez Lagos
La ruta del dinero del Fosvoc
Entre el fanatismo y la razón
Luis Hierro López
En reconocimiento a la inauguración de una nueva zafra de trigo
Tomás Laguna
Ejemplo de dignidad
Susana Toricez
La crisis silenciosa de la democracia representativa
Marcela Pérez Pascual
El faro apagado de la ética
Juan Carlos Nogueira
El presidente Orsi debe respetar las discrepancias, no ofenderse
Eduardo Zalovich
La BBC en la encrucijada
La derecha estadounidense contra sí misma
Permiso para odiar
Chile rumbo al 16 de noviembre: los candidatos, los escenarios y los resultados que podrían venir
Frases Célebres 1061
Así si, Así no
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2024 Correo de los Viernes.