Engaños oficiales
Por Luis Hierro López
Es evidente que el gobierno se ha lanzado a una campaña mediática para revertir los resultados negativos de las encuestas y los malos juicios sobre su gestión.
Los ministros ocupan abusivamente los medios de comunicación haciendo propaganda sobre sus logros imaginarios; el Presidente visita los barrios y hace que en las escuelas los inocentes alumnos se vean obligados a corear su nombre, como ocurrió vergonzosamente en La Teja; el señor Bonomi inventa cifras del delito intentando demostrar que es posible bajar las rapiñas en la proporción prometida por Vázquez antes de las elecciones, cuando aventuró que se reducirían un 30%.
Pero todo es un gran engaño, por lo menos en lo que refiere al Ministerio de Interior, que reconocida y confesadamente ha tenido dificultades metodológicas serias para medir la evolución del delito y para procesar una información seria y confiable ante la opinión pública.
Hace ya unos años, Bonomi aceptó que algunas rapiñas fueran contabilizadas como hurtos, para bajar el impacto de las mismas en la opinión pública. Ello significó que uno de los jerarcas del Observatorio Criminal del Ministerio - quien declaró ser frenteamplista – tuviera que renunciar al Ministerio por sus diferencias con el Ministro.
Ante las críticas que sobre el procedimiento de medición se levantaron, el señor Bonomi reconoció a Búsqueda, en un reportaje publicado el 30 de julio de 2015, que iba a solicitar apoyo a la Universidad de la República y al Poder Judicial para aunar criterios que le otorgaran confiabilidad a las publicaciones del Ministerio. Ese apoyo técnico y la auditoria correspondiente nunca se concretó, pese a lo que el Ministro insiste ahora con el novelón de que en algunas zonas de Montevideo, donde se aplica un nuevo plan de patrullaje, las rapiñan han descendido hasta un 40%, lo que le hace pensar entonces que es posible cumplir con la desmesurada promesa del Dr. Vázquez.
Lo peor de todo es que la propaganda oficial da resultados, porque escuché a varios periodistas matutinos de radios sosteniendo, al repetir los datos suministrados por el Ministro, que “el delito viene bajando”.
No es así o por lo menos hay motivos para desconfiar de la propaganda oficial, ya que el propio Ministerio confesó en 2015 sus carencias metodológicas, que no se han superado.
En un país en que se aclaran sólo el 5% de las rapiñas cometidas, según ha denunciado el Fiscal de Corte Dr. Zubía y apenas se resuelve el 10% de todos los delitos, según explicó el Presidente de la Corte de Justicia, Dr. Chediak, ¿puede alguien afirmar con probidad que el delito viene bajando? Nadie se animaría a cometer tal exageración. Excepto, naturalmente, el señor Bonomi, quien tiene un profuso prontuario no sólo en materia de mentiras y engaños…
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