Somos más pobres

Por Gustavo Rodriguez Tabó

Los uruguayos nos hemos enriquecido materialmente, sin duda alguna. Pero nos hemos empobrecido culturalmente.

Miraba la ciudad de Montevideo, miraba sus calles, sus edificios, su gente y tenía la impresión de un país en crisis y empobrecido.

Para mi sorpresa, entro a la web del Banco Mundial y compruebo que el PBI del país, medido en dólares, está en U$S 55.707.944 millones, medido al año 2013. Me fijé luego en el año 2004 y éste era de 13.686.333 millones de la misma moneda.

Enseguida me ha surgido la duda si realmente somos en lo material más pobres. La conclusión fue negativa, somos inmensamente más ricos que hace 10 años y ni qué hablar si tomamos los datos del Uruguay de 1950, para tomar un año donde parecería ser que todo le sonreía al país y que por tal motivo merecía el seudónimo de la tacita de plata o la Suiza de America.

¿Entonces qué es lo que nos sucede?

Primero, si nos comparamos en el concierto mundial, sí somos más pobres frente a economías de países similares en población, que cuadruplican nuestro PBI. Pero tampoco somos de las economías más pobres. ¿Por qué damos ese aspecto casi miserable?

Creo que la sociedad toda se a empobrecido culturalmente a medida que se enriquecía materialmente.

Si volvemos a 1950, no existía la computadora ni internet, no había televisión y menos en colores, los automóviles eran inimaginables de conducir en la época actual. El acceso a la información era limitado. Tampoco existían los sistemas de calefacción como el aire acondicionado o era para unos muy pocos, no existía el freezer para el mantenimiento de los alimentos, el microondas, etc. Sin embargo cuentan —pues no lo vivimos— que uno llegaba a esta ciudad y se encontraba con un pequeño reducto de buen gusto europeo en todos sus rincones, en todas sus esquinas.

Los menos pudientes vestían correctamente, en forma digna, presentable y además educada.

Era impensable un impresentable Presidente de la República —como el que hoy tenemos— y eso no impedía que uno se lo encontrara en la cola del cine o se lo cruzara caminado por 18 de Julio cualquier día de la semana, sin necesidad de custodia, pues carecían de la manía persecutoria actual. Hoy confundimos pobreza con ordinariez, con desaliño, con suciedad.

Yo no quiero volver al 50 en lo material, pero sí quiero volver al 50 en el estilo, en la forma de vivir, en los principios, donde hasta los ladrones tenían códigos que respetaban y no como hoy, donde la vida no vale nada. Tengo derecho a pedir esto me lo merezco como uruguayo que cada día con su trabajo contribuye para lograr un destino mejor y más digno.




Sin espacio para las medias tintas
Recuerdo y Compromiso
Julio María Sanguinetti
La Revolución de los Claveles
Santiago Torres
"Antisionistas"
La "guerra de las bandejas" continua...
Institucionalización del abuso
El Frente Amplio y la vivienda
Occidente, nosotros
Debería darles vergüenza...
El trabajo debe cuidarse respetando las reglas del mercado
Elena Grauert
Encuentro de muy pequeños productores rurales con el precandidato Yamandú Orsi
Tomás Laguna
Ladran Sancho
Consuelo Pérez
Informar con responsabilidad sobre el futuro de las jubilaciones
Jorge Ciasullo
La expansión del Imperio Español en el Río de la Plata
Daniel Torena
Un país asolado por la violencia respalda la línea dura de su presidente
La obsesión antiisraelí de Gustavo Petro legitima a Hamas y pone en peligro a los colombianos
Cambios en el mapa
Los temores de guerra en Europa
Frases Célebres 987
La desaparición de Josef Mengele
LA LIBRERIA
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.