En particular, el gobierno argentino se aleja cada día más de las posturas de Bolsonaro y Lacalle Pou sobre las modificaciones. Existen muchos reparos políticos y empresariales para reducir el AEC y la flexibilización se considera excesiva.

En las últimas reuniones de coordinadores no se dieron avances, las posturas se han radicalizado y desde el gobierno argentino se sostiene que el ministro de economía, Guedes, que pretende reducir el AEC en un 20 por ciento antes de fin de año, no estaría en la misma línea estratégica que Itamaraty con una postura más racional o amistosa.

Uruguay, por su parte, insiste firmemente con la flexibilización, sin mostrar intención de margen de negociación. Por otro lado, Argentina y Paraguay insisten en mantener la negociación con terceros de manera conjunta. No obstante, desde la asociación brasileña de comercio exterior AEB, se sostiene que están a favor de la apertura comercial multilateral; pero no una apertura unilateral, que consideran perjudicial para las industrias locales.

En Itamaraty estarían de acuerdo con esta postura, la flexibilización podría crear desequilibrios dentro del Mercosur, ya que un miembro podría importar sin aranceles y vender productos a los demás como si fueran sus propios bienes. También, la asociación industrial brasileña CNI expresó que "los tratados comerciales deben estar al centro de la estrategia del Mercosur y deben, como prioridad, ser negociados por los cuatro países en conjunto, ya que el bloque adquiere más fuerza en este proceso".

Los expresidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva se han manifestado con una clara señal política en apoyo a la posición argentina, en contra de la política de Bolsonaro con relación al Mercosur. Llama la atención el acercamiento entre Cardoso y Lula que compartieron un almuerzo y pareciera que Cardoso habría sostenido que si Lula y Bolsonaro llegaran a la segunda vuelta, votaría por el líder del PT.

Ambos exmandatarios expresaron en un comunicado que "Coincidimos con la posición del presidente Alberto Fernández de que no es momento de reducciones arancelarias unilaterales por parte del Mercosur sin ningún beneficio en favor de las exportaciones del bloque [...] También coincidimos en que es necesario mantener la integridad del bloque para que todos sus miembros desarrollen plenamente sus capacidades industriales y tecnológicas y participen de manera dinámica y creativa en la economía mundial contemporánea".

Los cancilleres de Argentina y Paraguay se reunieron para considerar las dos propuestas que están planteadas en el Mercosur sobre flexibilización y reducción el AEC. Sobre las mismas los cancilleres coincidieron en respetar lo dispuesto sobre negociar en conjunto.

Desde la cancillería paraguaya se entiende que por ahora hay posiciones muy distintas con relación a la flexibilización de las relaciones externas y la reducción del arancel externo común sobre los que cada socio tiene una postura y no se ha podido consensuar una única. Ante esta circunstancia, la Cumbre de jefes de Estado se postergó sin una fecha definida.

Paraguay tiene una posición similar a la Argentina, que es negociar en conjunto; mientras tiene matices con relación al AEC señalando que si bien el arancel es un pilar, la competitividad no pasa solo por ese punto, sino por aumentar la capacidad de producción y la eficiencia.

Los cancilleres de Uruguay y Brasil mantuvieron una reunión el pasado 24 de mayo en Ecuador, donde reafirmaron la postura común que se mostró en las reuniones de coordinadores del Mercosur, basada en la apertura comercial aun sin el apoyo de los otros dos socios.

Los ministros de economía y relaciones exteriores, Arbeleche y Bustillo, respectivamente viajaron a Paraguay la pasada semana y en el día de ayer a Brasil para mantener contactos con sus pares para avanzar en la propuesta de la flexibilización que permitan encontrar consensos, aunque pareciera una tarea cada vez más complicada de alcanzar.