Correo de los Viernes - Para recordar

Para recordar

La discrecionalidad con la que los gobiernos del Frente Amplio han distribuido los recursos destinados a la promoción de actividades culturales, financiando mayoritariamente eventos y artistas afines, generan un terreno propicio para que aquellos que asumen esa hegemonía instalada desde el oficialismo se crean con el derecho a denostar a quienes no forman parte.

Luego de que el Partido Nacional contratara los servicios profesionales de Lucas Sugo, un conjunto de internautas comenzaron a escrachar al cantante norteño instando a los militantes frenteamplistas a no concurrir a los eventos del artista. “12 y 13 de diciembre, decile NO a Lucas Sugo en el Antel Arena. Que vayan los contra Frente Amplio, nosotros no”, esgrimía el contenido viralizado en redes sociales por militantes del gobierno.

A diferencia de aquellos artistas que manifiestan públicamente su adhesión a una causa partidaria, Lucas Sugo ha decidido a lo largo de su carrera separar su actividad profesional de sus preferencias políticas, tal y como aclaró tras la polémica. “Trato de separar el Lucas Sugo profesional con el Lucas Alberto. Respeto a todos los artistas, todos los colegas que no lo hacen, está muy bien, es su manera de encarar la vida y los respeto [...] si nos alejamos del respeto nos alejamos de la armonía entre nosotros. Eso no suma”, aseguró.

Aunque el hostigamiento sufrido por el artista no haya provenido de la dirigencia del Frente Amplio, sino desde su militancia, el Gobierno debe hacerse cargo de las consecuencias de sus actos. La probada campaña de miedo, que intenta generar una brecha entre “ellos” y “nosotros”, los “buenos” y “los malos”, sumado al manejo discrecional de los recursos públicos destinados a la promoción de actividades culturales, alimentan las acciones de intolerancia por parte de su militancia.

Un pedido de informe solicitado por el legislador colorado, Adrián Peña, develó que 10 de los más de 200 artistas contratados por el Ministerio de Turismo desde 2005 a 2014 recibieron la mitad del monto total invertido para ese fin. Casualmente, se trata de artistas que han manifestado su apoyo al gobierno, ya sea formando parte de la llamada “ola cultural” o directamente siendo protagonistas de los spot oficiales del Frente Amplio, tanto en la campaña para las elecciones de 2014 como en la actual.

Según el informe entregado al legislador en el año 2015, el Ministerio de Turismo les pagó a dichos artistas 9.400.000 pesos (400.000 dólares) entre 2005 y 2014 (primer y segundo gobiernos frenteamplistas). A tres años de la revelación del referido informe, se desconoce si también fueron contratados por otras reparticiones del Estado, pero solo con el Ministerio de Turismo cobraron, cada mes, $ 78.500 durante una década.

Pese a que desde el gobierno se negó rotundamente la discrecionalidad, en 2015, la directora general de Secretaría del Ministerio de Turismo, Hyara Rodríguez, declaró a Búsqueda que debido a las denuncias de “favoritismo” por las contrataciones a algunos artistas, le sugirió a la Ministra, Liliam Kechichian, que no se hicieran más contrataciones, y la Ministra estuvo de acuerdo.

“Capaz que sí”, aseguró Rodríguez al ser consultada por la existencia de favoritismos. “Justamente por eso no hacemos más esas contrataciones. Al final me daba la impresión de que se estaba tomando al Ministerio como una agencia de colocaciones con reproches de por qué a mí sí y al otro no”.

Por lo anterior decimos que, antes de votar, es necesario recordar.