Por Marcela Pérez Pascual
Hace quince días escribí una columna dedicada a una de las hermanas Luisi. Hoy lo haré para contarles de otra de ellas, Luisa Luisi.
Nació el 14 de diciembre de 1883 en Paysandú. Como ya les conté, al igual que su hermana era hija del matrimonio inmigrante de María Teresa Josefina Janicki y Ángel Luisi Pisano. Tuvo cinco hermanas y dos hermanos.
Fue poeta, pedagoga y crítica literaria. Al igual que sus hermanas, estudió Magisterio en el Instituto Normal de Señoritas "Maria Stagnero de Munar" donde se graduó en 1903. Inició su carrera como ayudante de la Escuela de Tercer Grado Nro. 2, para luego dirigir la Escuela de Práctica de segundo grado y la Escuela de Aplicación.
Siendo aún muy joven fue redactora del diario La Razón de Montevideo. De 1925 a 1929 integró el Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal. Fue profesora de idioma español en la Sección Femenina de Enseñanza Secundaria, y de lectura y declamación en el Instituto María Stagnero de Munar.
Publicó cuatro poemarios e incursionó en la prosa con otros cuatro trabajos editados y dedicados a la educación. Participó como delegada oficial en el Congreso del Niño realizado en Buenos Aires en 1916. Ocupó el cargo de secretaria en la Sección Educación del Segundo Congreso del Niño que se llevó a cabo en Montevideo en 1919.
Integró desde el primer número, en 1918, el cuerpo de colaboradores permanentes de Pegaso, revista cultural del momento, desde cuyas páginas se la proclamaba como "un valor consagrado dentro de la literatura nacional". Desde ella colaboró con poemas y críticas literarias.
Fue declarada socia honoraria por la Asociación de Profesores de Primaria de Río de Janeiro y se destacó además como crítica literaria y teatral.
Impulsó una visión global de la educación promoviendo proyectos de reestructura de las escuelas. Desarrolló la adecuación de las estructuras edilicias de las escuelas, siendo estas utilitarias, pero contemplando cierto sentido artístico.
Promovió la revisión de los elementos educativos, como las canciones enseñadas, las láminas que se exponen a los alumnos, la estimulación en los espacios al aire libre, gimnasia, canto, dibujo, todas como actividades indispensables, así como el número de niños por clase.
Una acérrima defensora de la escuela vareliana. Se preocupó principalmente por mejorar la educación primaria. Sus ideas de vanguardia, recordemos que estamos a comienzos del siglo XX, se centraban en la importancia de la educación inicial, en la formación de los futuros ciudadanos, la igualdad de género y de clase y en la alfabetización como punto de partida de una concepción de educación más integral. Ello le vale un lugar de relevancia en la historia de nuestro país.
Para Luisa Luisi la escuela debía ser un lugar donde se compensaran las deficiencias educacionales del hogar, un lugar donde se pudieran despertar en los niños "ideas de grandeza que la vida ha de destruir después". Resumió estos conceptos en la frase: "No olvidemos que la escuela debe ser el recinto en donde, siquiera una vez en la vida, el hombre realice la igualdad absoluta, sólo rota por el mérito o la virtud de cada niño".
Para ella la escuela era el lugar donde brindar oportunidades, y este concepto se convirtió en la plataforma para la defensa de la educación terciaria femenina. Era consciente que la educación superior debía estar abierta a la mujer, para que ésta pudiera valerse por sí misma.
Consideraba que la independencia económica de la mujer era una obligación, sostenía "Toda mujer está en el deber para consigo misma, para con los hijos que un día pueda tener, y para con la sociedad, de elegir una profesión u oficio en su edad adolescente y de perfeccionarse en él hasta hacerse económicamente independiente."
Reclamó el establecimiento de una escuela profesional para mujeres, anexa a cada escuela primaria superior, así como la apertura legal para las mujeres de todas las carreras liberales, con el fin de que todos pudieran optar y acceder a todas las carreras universitarias.
Participó asimismo en el semanario Acción como colaboradora y como lectora activa, enviando sus opiniones políticas. Era afiliada de la agrupación Batllista Avanzar la cual, el día de su entierro, invitó a través del diario El Día a participar del mismo expresando: "Se exhorta a los batllistas para que concurran al acto del sepelio de Luisa Luisi, extraordinario valor de mujer, que ha enaltecido a la intelectualidad nacional y a nuestro Partido con el aporte superior de su calidad, de su desinterés y de su valentía".
Sin duda, otra Luisi que supo vencer prejuicios y barreras en la primera mitad del siglo XX. Sus ideas fueron de vanguardia y hoy en día siguen tan vigentes como en ese momento. Sin duda poco se habla de ella, lo cual considero un error y algo que debemos corregir ya que el legado de una pensadora a quien Ida Vitale llegó a definir como "La olvidada", debe ser reconocido, recordado y valorizado.