Las dos caras de Tabaré-Jano
 El Dr. Tabaré Vázquez tiene una faceta suficiente y soberbia y por otro lado la pusilanimidad para enfrentar situaciones comprometidas.
Jano, dios mitológico romano, tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil, en sentidos opuestos. Jano era el dios de los cambios y las transiciones, se le invocaba al comenzar una guerra y se le atribuía la invención del dinero, pero en épocas modernas es sinónimo de hipocresía, de doble faz.
Una de las características principales de ese curioso personaje que es el candidato del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, es precisamente, la doble cara, decir una cosa y hacer la otra. Empezando por llenarse la boca con la Constitución como libro sacrosanto saltársela cuando le conviene; preocuparse por los derechos humanos de las víctimas de la dictadura, pero no de las del terrorismo guerrillero; pontificar sobre el nepotismo anterior y llenar la administración pública de familiares y amigos.
Exaltar la tecnificación de los servicios y designar por afinidad partidaria, persiguiendo a los demás; hablar de “la herencia maldita”, repetir que recibieron un país en ruinas, cuando en la primera Rendición de Cuentas, se afirmaba lo contrario; asegurar que cumplirá con la ley de Caducidad y anularla; etcétera.
Denostar a todo aquel que ocupó un cargo durante la tiranía militar (siempre y cuando, por supuesto, no sea de izquierda) y simular o directamente esconder la participación de jerarcas del Frente Amplio en los cuadros de esa dictadura. Y eso empezando por él mismo.
Vázquez tiene, además la faceta suficiente y soberbia y por otro lado la pusilanimidad para enfrentar situaciones comprometidas. ¿Recuerdan cuando perdió la elección de 1994 y salió por los techos del Hotel Figari para no enfrentar a la prensa?
En esta campaña declaró que no iba a debatir con nadie. Luego comprometió su presencia con los demás candidatos en el Paraninfo del a Universidad de la República y no fue. Más tarde, en las mismas condiciones, dejo vacía su silla en el acto del Ateneo.
La última: invitado a la emisión del Canal 12 Código País, exigió ser entrevistado en el último programa antes de la elección, ello fue aceptado y según lo explicó Alfonso Lessa, comunicó a último momento que no podía concurrir.
Parafraseando a Rubén Darío: El candidato está triste... ¿Qué tendrá el candidato, que ha perdido la risa, que ha perdido el color?
Pues sencillamente tiene a Luis Eduardo González, Oscar Bottinelli, Juan Carlos Doyenart, Ignacio Suaznábar. Lo cual no es poco ¿verdad?
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