La delincuencia "pasó por arriba" a los gobiernos del Frente Amplio

El gobierno, campeón de los pretextos, empieza a reconocer su impotencia frente al delito, pero no reacciona imponiendo la autoridad. La “súper comisión” de seguridad, que preside el propio Presidente Vázquez, no se reunió más. El ex Presidente Mujica, protagonizando su papel de comentarista en vez de asumir su responsabilidad, confesó que la delincuencia le pasó por arriba a los gobiernos del Frente Amplio.

Desde 2005 en adelante, el Frente Amplio ha venido ensayando todo tipo de pretextos para justificar su inoperancia con respecto al delito. Primero se dijo que la pobreza era el origen de todos los males y los delincuentes eran víctimas de la exclusión inherente al capitalismo, al punto que hubo una ley para liberarlos anticipadamente. Ahora, con la improvisación permanente que caracteriza la acción oficial, se propone un endurecimiento muy severo de las penas, votando una ley pactada con la oposición pero demorada durante dos años, y proyectando, además, una reforma sustancial al Código del Proceso Penal, que tiene de vigencia apenas siete meses pero que ya será alterado sustancialmente. De la indulgencia más perniciosa se pasa a una supuesta severidad penal, pero sin que el gobierno asuma con responsabilidad una línea clara y definitiva.

Resulta que se votó el nuevo Código del Proceso Penal que dio a la Fiscalía una función preponderante en la investigación del delito y en la acusación a los delincuentes, pero ahora se sabe que no hay la cantidad de Fiscales necesarios para desarrollar la tarea. Tampoco se aplica una ley por la que se creó una Fiscalía especial para atender la violencia “de género” —entre comillas porque es la denominación oficial, pero en realidad esa expresión refiere a los conjuntos o a las telas y no tanto a los sexos— porque no hay recursos administrativos ni funcionarios disponibles. Todo es así: contradictorio e improvisado.

El Presidente Vázquez conformó una super comisión de seguridad, desplazando al Ministro Bonomi y asumiendo él mismo la responsabilidad de la conducción de las políticas antidelictivas, en un movimiento espectacular pero desesperado tras las declaraciones del Director de Policía Mario Layera, que desnudaron claramente la inacción del Estado. Como suele ocurrir con las comisiones, ese esfuerzo se fue diluyendo con el correr de los días y hoy ya no se sabe si ese ámbito de coordinación presidencial sigue funcionando o no. Tras estar de licencia y de viaje por Europa durante un mes y medio, período que coincidió con un impactante auge de los asesinatos y asaltos, el Ministro Bonomi volvió al país, pero no se sabe si está en funciones efectivas o no, porque está llamado a silencio o se esconde vergonzosamente.

Mientras tanto, el ex Presidente Mujica reasumió su papel preferido: el de comentarista de la realidad, rol que desempeñó con fruición, con cara de “yo-no-fui”, mientras ejerció el gobierno. Tiene la actitud de los abuelos sabios, pero —claro— el 99,99% de los abuelos no llegan a ser jefes de Estado. “La delincuencia nos pasó por arriba a los gobiernos del Frente Amplio”, dijo en un programa de televisión y explicó que la droga es un gran desafío, considerando que se deben encarar campañas masivas que expliquen los perjuicios que causan ciertas sustancias psicotrópicas. Además, reconoció que parte de los delincuentes no son recuperables. “Tenemos que reprimir mucho más afinadamente. No es amontonando gente de uniforme. La represión es imprescindible, pero debe ser eficiente”, opinó. Y reflexionó que “la vida humana parece que no vale nada, el narcotráfico es peor que la droga, la droga es un problema médico y hay que trabajar en la conciencia de la gente joven”. Preguntado respecto del porqué el gobierno no implementó una iniciativa de ese tipo, respondió que “yo no soy el dueño del gobierno” (“¡Tuya, Taba!”, pareció decir).

La confesión de Mujica es absolutamente elocuente. Es responsable de haber metido al país en la aventura de la ley de marihuana y, en vez de proponer su reforma y de impulsar campañas de concientización y educación, ahora esconde la mano tras haber tirado la primera piedra. No es la primera vez en la historia que el señor Mujica hace eso.

Así estamos, con un Estado fallido y un gobierno en retirada, que se dedica a analizar en vez asumir como su principal tarea el restablecimiento de la autoridad, lo que significa mandar y resolver. La irresponsabilidad es enorme y su consecuencia son los cientos de víctimas inocentes de los asaltos y asesinatos.



Sin espacio para las medias tintas
Recuerdo y Compromiso
Julio María Sanguinetti
La Revolución de los Claveles
Santiago Torres
"Antisionistas"
La "guerra de las bandejas" continua...
Institucionalización del abuso
El Frente Amplio y la vivienda
Occidente, nosotros
Debería darles vergüenza...
El trabajo debe cuidarse respetando las reglas del mercado
Elena Grauert
Encuentro de muy pequeños productores rurales con el precandidato Yamandú Orsi
Tomás Laguna
Ladran Sancho
Consuelo Pérez
Informar con responsabilidad sobre el futuro de las jubilaciones
Jorge Ciasullo
La expansión del Imperio Español en el Río de la Plata
Daniel Torena
Un país asolado por la violencia respalda la línea dura de su presidente
La obsesión antiisraelí de Gustavo Petro legitima a Hamas y pone en peligro a los colombianos
Cambios en el mapa
Los temores de guerra en Europa
Frases Célebres 987
La desaparición de Josef Mengele
LA LIBRERIA
Inicio - Con Firma - Ediciones Anteriores - Staff Facebook
Copyright © 2021 Correo de los Viernes. Publicación de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.