Correo de los Viernes - El drama de Melissa es el de todos

El drama de Melissa es el de todos

La violencia se ha instalado entre nosotros y lamentablemente crecen las víctimas de asesinatos y asaltos.

Lo ocurrido en Suárez con Melissa Ruggiero, la jovencita de 15 años que fue a un baile y fue asaltada a la salida del mismo y muerta por un disparo, da cuenta de la enorme inseguridad en que vivimos.

Un asesinato de esa índole no es responsabilidad del Ministerio de Interior, pero da cuenta que la violencia es mucho mayor a la que el Ministerio adjudica a “los ajustes de cuentas”, esos asesinatos por encargo que realizan las bandas de delincuentes profesionales.

A las 2:30 de la madrugada, Melissa había salido de la vivienda donde se festejaba el cumpleaños. La acompañaban otros dos adolescentes, hermanos entre sí, cuando fueron abordados por una barra de varios jóvenes, llegados desde la ciudad de Sauce, que intentaron robarles. Exigieron los championes de uno de los hermanos, pero éste se resistió, tras lo cual comenzó a recibir una golpiza por parte de los jóvenes, uno de los cuales -al menos- iba armado. Antes, la quinceañera le había entregado su calzado a los asaltantes.

En esas circunstancias, un grupo de jóvenes intentó defender a Melissa y se escucharon varios disparos. Fue herido sin gravedad uno de los jóvenes que estaba en el cumpleaños y Melissa recibió un tiro en el pecho y falleció de inmediato.

La reacción de las autoridades provoca perplejidad. El único comentario que hizo el Ministro Bonomi fue que el local donde se realizó la fiesta “no tenía las características mínimas aceptables”.
El Ministro dijo que al ver las fotos donde se realizó la fiesta y cómo se dieron las cosas, “uno se pregunta qué fue lo que pasó, ¿qué baile era ese?”. “Cuando ustedes dicen salir de un baile, de un cumpleaños uno puede pensar que salió de un club o de algún lugar y cuando uno ve la foto donde se realizó el baile y que se convocó en Facebook (...) y se pregunta qué pasó que se concurrió a ese lugar, si hubo un engaño, qué fue lo que hubo”.

¿Eso es lo único que tiene para decir el Ministro de Interior frente a un drama de esta índole? Bonomi se manejó con una inaceptable insensibilidad.

Tan rara o más fue la actuación de la Justicia, que en primera instancia procesó al grupo de responsables pero sin prisión, en una resolución realmente incomprensible. Ante la presión de la opinión pública, indignada, y de la propia Policía que amplió sus pruebas, al día siguiente la Justicia procesó con prisión a uno de los detenidos, sin cambiar la situación procesal del resto de los autores. ¿Puede ser que haya tan poco rigor penal ante un asesinato tan injusto?

La conmoción que se vivió en Suárez fue muy grande, al punto que el Frente Amplio se vio obligado a suspender la visita de su candidato presidencial, Tabaré Vázquez, temeroso de que hubiera una reacción popular muy negativa. Si seguimos así, el candidato va a poder visitar pocos lugares, porque en varios barrios de Montevideo y de Canelones hechos semejantes se van haciendo costumbre.