Dilma, bajo fuego amigo

Por Jorge Ciasullo

Electa por escaso margen, 51,62% sobre 48,38% de Aécio Neves, y cuando no faltaron acusaciones de fraude en el conteo de votos, se encontró, a poco de asumir, con el mayor escándalo de corrupción del que se tenga memoria en Brasil. La petrolera estatal Petrobras envuelta en un esquema de coimas que involucra a directivos de la empresa, empresarios y políticos que ha llevado a presentarse acusaciones formales ante la justicia a casi 50 ciudadanos. Se ha demostrado que las grandes empresas constructoras, pagaron millonarios sobornos para obtener contratos con la petrolera. También Se ha demostrado que hasta el momento, el movimiento ilícito asciende a 4000 millones de dólares en una década.

El pasado domingo 15, bajo la consigna “fuera Dilma” se realizaron manifestaciones en todo Brasil. En San Pablo desfilaron 1 millón y medio de personas. El apoyo al gobierno cayó a un mínimo del 10,8%, 30 puntos menos que la última encuesta realizada en setiembre de 2014.

La situación ha llevado a sostener por parte del ex Presidente Fernando Henrique Cardoso, que Brasil se encuentra en una profunda crisis económica política y moral, pero que de ella no se sale con la destitución de la mandataria (Empeachment o juicio político). En el mismo sentido, se pronunció Marina Silva, la también candidata a la presidencia que obtuvo más del 20% de votos resultando 3ª en la preferencia de los ciudadanos.

Estos pronunciamientos, son respuesta muy clara frente a voces minoritarias de distintos sectores, que se pronuncian favorables a la realización de un juicio político a la mandataria, sobre la que no existen pruebas de ninguna especie que la involucren en los ilícitos y, por tanto, no habría delito o base que hiciera posible el juicio y la destitución.

No obstante, hay quienes realizan un paralelismo con la destitución de Fernando Collor de Mello (1990-1992) asumiendo entonces su vicepresidente Itamar Franco. Sin embargo, en aquella oportunidad, el país sufría una hiperinflación y Collor de Mello fue acusado de corrupción. Hoy el costo de vida en Brasil se estima tendrá un aumento anual en el entorno del 8%. En todo caso, si se llegara a ese punto hay quienes sostienen que en lugar de asumir como corresponde el hoy Vicepresidente Michel Temer, podría llamarse a elecciones anticipadas, en las que, estiman, Lula no tendría rival, algo que los partidos de la oposición y el PSDB quieren evitar a toda costa.

Desde el punto de vista económico, La situación se presenta complicada. El pasado martes 24 la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) que representa el 60% del PBI industrial del país), divulgó un estudio por el cual estima que en el correr de este año la industria caerá un 4,1/2% lo que aparejará una retracción en la economía del 1,7%. Mientras el Instituto de Estadística la evalúa en 0.76% y el Banco Central en 0,83%, en todo caso siempre índices negativos que sin duda impactarán en la economía.

Así las cosas Dilma tendrá que hacer, sí o sí lo que criticó duramente en la campaña, bajo el lema “no tocaré el derecho de los trabajadores” y que fuera la plataforma de su contrincante en el balotaje, Aécio Neves : un profundo ajuste fiscal.

Para ello se requiere la aprobación del Congreso y es aquí donde Dilma se encuentra con el título de esta nota: fuego amigo.

Las relaciones entre la Presidencia y el Congreso no han sido buenas. Días atrás Dilma tuvo que destituir a su Ministro de Educación porque éste, en defensa del gobierno, calificó a los integrantes del PSDB de “chantajistas” lo que llevó a que éstos exigieran, y así ocurrió, la destitución del Ministro.

Pocos días después, Aloizio Mercadante, Jefe de la Casa Civil con rango de Ministro, fue acusado y criticado incluso por miembros de su partido (PT) de no saber conducir las relaciones entre el ejecutivo y el congreso, lo que llevaba a una constante tirantez agravada en los últimos días. Tres Ministros apoyaron públicamente a Mercadante en un claro mensaje de que la presidenta lo consideraba inamovible.

Por si fuera poco, la pasada semana trascendió un documento reservado y sin firma de la Secretaria de Comunicaciones (SECOM), en el cual se establecía que el país vive un caos político que se lleva una política errada y errática que se estaba perdiendo por” goleada” en las redes sociales y que para contrarrestar la situación había que realizar una agresiva campaña publicitaria fundamentalmente en el Estado de San Pablo. La visión de la situación expresada en ese documento y fundamentalmente la estrategia planteada para revertirla, en base a publicidad y redes sociales sin planes concretos generó una sensación muy crítica en todos los sectores sociales y políticos.

En ese panorama, Dilma Rousseff pretende enviar al congreso una serie de leyes, incluidas las vinculadas al ajuste fiscal, que lo definió un ajuste económico fundamental para el país Se trata de un entramado de leyes con las que se pretende regular la economía del país.

El sistema político de Brasil, establece que el Presidente del Senado y de la Cámara de Diputados resuelven n lo que se llama “pauta expresa del congreso” es decir los proyectos de ley que entrarán a discutirse y que deben ser aprobados en 30 días. En una palabra, resuelven que se discutirá y que no. Un sistema por el cual, si así lo resuelven, prácticamente paraliza el gobierno

Tanto el Presidente del Senado Renán Calheiros- que está siendo investigado con relación a Petrobras -como el de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha pertenecen al PMDB (aliados al PT de Dilma)., en los últimos 15 días han sido renuentes- en clara advertencia al gobierno- a incluir en la “pauta”, para su consideración, de distintos proyectos de ley.

Eduardo Cunha (derrotó en la elección para Presidente de la Cámara al candidato del PT) ha sido un fuerte crítico del Gobierno por ejemplo, en la proyectada ley de medios y coincidente con Fernando Henrique Cardoso en cuanto a exigir la disminución de los ministerios de los 39 actuales a 20.

Conocidas las intenciones de Rousseff el Presidente del Senado Renán Calheiros, declaró “el proyecto del gobierno no pasará tal como está redactado, el gobierno debe dar el ejemplo” refiriéndose así, entre otros asuntos, a la disminución de los ministerios.

Al mismo tiempo, incluye en la pauta expresa del congreso el tratamiento del índice de negociación de las deudas de los estados con el Gobierno Central, hecho que obviamente tiene el apoyo y la simpatía de todos los gobernadores .Mientras la Presidente sostiene que el gobierno no puede hacerse cargo de la misma y que son los estados quienes deben hacer frente a la situación.

Dilma Rousseff obtuvo en 2ª vuelta más de 54 millones de votos Aécio Neves 51 y hubo 37 millones que no votaron ni a uno ni a otro. Tal vez no importa tanto el número de aquéllos que el 15 de marzo salieron protestar en todas las ciudades del Brasil, sino lo que importa es quienes no salieron a apoyar al gobierno y que muchas veces el fuego amigo puede causar daños irreversibles.



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