Correo de los Viernes - Continuismo o cambio

Continuismo o cambio

La ciudadanía debe tener claro que en octubre están en juego cuestiones mucho más medulares para la convivencia democrática que de las que se están hablando.

El ex Presidente Vázquez ha movido cielo y tierra desde que las encuestas le encendieron una alarmante luz amarilla. Presentaciones programáticas, actos públicos con desparramo de dinero, embanderamiento de residencias, abusiva propaganda mediática que —bajo el pretexto de anunciar actos— ha violado todas las prohibiciones legales, torrencial cartelería pública, también abusiva propaganda de entes públicos, ahora suspendida por el Presidente Mujica, y suma y sigue. Nada ha faltado para levantar el decaído ánimo frentista. Hasta el PIT CNT, que es el verdadero titular del poder político, hizo un paro contra el gobierno virtual del Dr. Lacalle Pou, ahora síntesis y resumen de todas las maldades y al que se cuestiona —bizarramente— como si ya fuera Presidente…

Las propuestas menudean. Todos los días hay algo nuevo. Por supuesto, no se miden costos. Se lanzan, como Papa Noel, regalos, tabletas, computadoras, almuerzos gratis… Es una formidable demagogia, unos rutilantes fuegos artificiales, detrás de los cuales, sin embargo, se esconde un formidable conservadurismo, un profundo inmovilismo conceptual:

1) El eslogan inicial “vamos bien”, se sustituyó por “el Uruguay no se detiene”, dado el fracaso del primero, pero está claro que ambos responden a la idea de que todo está de maravilla y que a nadie se le ocurra cambiar.

2) En materia de seguridad pública, primera preocupación de los uruguayos según todas las encuestas, la propuesta es tanto seguir como estamos que hasta se propone mantener al mismo Ministro del Interior, el farragoso señor Bonomi, al cual tanto cuesta entenderle cuando nos brinda sus abrumadoras y confusas explicaciones.

3) En materia de economía, se anuncia de nuevo a Danilo Astori como Ministro de Economía, o sea la continuidad absoluta, pese a que el Cr. Astori es hoy alguien tan nominal que cuando cuestiona una ley, el PIT CNT le rodea el palacio y él levanta la mano dócilmente; alguien tan cuestionado como su grupo, porque desde Bengoa hasta Lorenzo, los mayores escándalos administrativos del gobierno están en su órbita.

4) En materia de educación, lo mismo: se habla de cambios pero sin cambiar nada de lo que importa, al preservar el poder de gremiales corporativas reaccionarias que no están dispuestas a aceptar ninguno de los caminos de reforma que se han propuesto por la oposición, especialmente el Partido Colorado, que hace ya meses de meses insiste en temas fundamentales como las horas de clase o la formación docente.

5) En cuanto a la estructura del Estado, ni una palabra —sería imposible para el candidato frentista— sobre la recuperación del poder público hacia quienes vota la ciudadanía, sustituidos por una dirigencia sindical que se autoelige. El desastre de ASSE en manos de un tiranuelo, la rebatiña del plan de viviendas regalado al PIT CNT, son testimonios rotundos de ese estado de hecho. Hasta se hacen colectas para pagar la defensa jurídica del dirigente de la salud que nombraba directores y administradores de hospital, mientras montaba una estructura corrupta. Un nuevo gobierno frentista implica consolidar esta situación, de radical cuño peronista.

Debajo de la hojarasca, esta es la realidad. El Frente Amplio nos propone “más de lo mismo”, o aun “menos de lo mismo”, porque carece de la unidad que otrora tuvo el Dr. Vázquez, que ni de cerca luce como hace diez años. Astori es el fantasma de lo que fue, Mujica camina hacia el pasado y si la renovación es Sendic, menos; peor que eso no se podría ofrecer. Con un agravante: ciertos vicios y prácticas se harían aún más difícil de erradicar.

El ciudadano uruguayo, entonces, debiera tener claro cuál es la opción que tiene adelante. Se están jugando muchas más cosas de las que suele hablarse.