Correo de los Viernes

Así no...

Por Consuelo Pérez

Los mecanismos que la oposición ponga en práctica para cuestionar o advertir con relación a lo actuado por el oficialismo en lo que a su gestión de gobierno compete, deben tener un mínimo de seriedad al momento de efectivizarse, para ser, al menos, creíbles.

No nos referimos por supuesto al desempeño de nuestros legisladores en el ámbito del Palacio Legislativo, donde la tarea se desempeña a conciencia –con profusa documentación que respalda la observación o cuestionamiento “de turno”– y en forma continua, a pesar de estar en minoría y que los resultados, de antemano, sean previsibles.

Nos molesta otro tipo de “actitud”, que se explaya en los medios, en las redes sociales y en otros ámbitos que, sin duda, forman parte del quehacer cotidiano, y son generadores de opinión.

Para que nuestro parecer sea tomado en cuenta por aquellos a los que pretendemos llegar, el “colgar” fotos para burlarnos de nuestro “enemigo”, o introducir comentarios o actitudes que poco importan a la esencia de la gestión de quien estamos “criticando”, no sólo que no aportan, sino que desmerecen, o al menos quitan seriedad al asunto que se pretende comunicar.

A modo de ejemplo, un conocido diario capitalino titula con grandilocuencia que la Ministra María Julia Muñoz, destituyó a un director utilizando el consabido “Whats App”.

Se explaya luego diciendo que todos los cesados por la jerarca son hombres, que son suplantados por mujeres, y lleva los comentarios a un ámbito que nada tiene que ver con la responsabilidad asumida que, en definitiva, es de quien está capacitada para resolver, y que le guste o no al matutino, es la ministra.

Reclamábamos en este mismo sitio –hace mucho– que es absolutamente inentendible que las explicaciones de lo actuado en los distintos ámbitos los da el ministro de turno, pero que, en la Educación, esa responsabilidad se diluye entre el Codicen, la Anep, los gremios y otros que, por supuesto, no concurrirán al Palacio Legislativo, de ser convocados. Y exigíamos que el Ministro de Cultura fuese protagonista.

Sin pretender defender lo actuado por la jerarca –seguramente ella sabe cómo hacerlo– cuando por ejemplo se decreta esencialidad, cuando se asume la remoción de directores y se trasmite a la población que las decisiones en el Ministerio de Cultura las toma su responsable, en vez de analizar resultados, se desvía la atención a los aspectos secundarios, en clara ausencia de argumentos que si los hay, no aparecen por esa vía.

Desde aquí marcamos distancia con este tipo de actitudes superficiales y “conventillescas”, y seguiremos apostando al análisis conceptual y con argumentos, de las cosas que realmente importan.

Por ejemplo, nos gustaría que el ex presidente José Mujica Cordano hubiese ya respondido lo que en el marco de la investigación sobre Pluna, la jueza especializada en Crimen Organizado, María Elena Maynard le envió en forma de interrogatorio, para que conteste sobre cómo se desarrolló la venta de Pluna y la forma en que se otorgó el aval a Cosmo, la tristemente célebre empresa aeronáutica española.

Aunque más no fuese por la vía del “Whats App”, claro.