Un grupo de Senadores españoles se desplazó a Caracas invitados por la oposición venezolana para explicarles la situación de los que consideran presos políticos y opositores perseguidos. A ese grupo la “demodura” de Nicolás Maduro —tan defendida por el FA vernáculo— les negó la visita al dirigente opositor Leopoldo López, así como ya se les denegase la visita al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), donde se encuentra encarcelado el exalcalde opositor Daniel Ceballos.

Y como Maduro y su “pajarito” que lo ilumina deben justificar todo exabrupto que cometan los bolivarianos, allí se lanzó el ex chófer de metrobús: “Es muy irritante que venga gente de España a decirle a Venezuela qué debemos hacer nosotros, eso es vomitivo (...) no necesitamos que venga la ultraderecha de Rajoy a venir a trazarle a Venezuela, 200 años después (de su independencia), cual debe ser nuestro rumbo”.

Con otro gobernante no chavista, la Cancillería española hubiese seguramente reaccionado con firmeza. Ahora se limitó a pegarle una palmadita suave al Embajador venezolano en Madrid. Altri tempi...

Sin embargo, Maduro permanentemente en escena, no limitó a “la derecha” sus ataques y la emprendió contra Luis Almagro, el muy chavista Secretario General de la OEA (al cual él mismo votó y festejó el nombramiento como un éxito del eje populista), espetando:

“Es como que hay un maleficio en la OEA y en la Secretaría General de la OEA que se convierten siempre en una guarida de conspiración contra los procesos progresistas, nobles, revolucionarios, auténticamente populares del continente. Es un traste viejo y caduco”, dijo Maduro en referencia a la OEA y su nuevo secretario general, el excanciller uruguayo Luis Almagro.

Y no contento con eso, siguió: “Aquí no se puede estar bien con Dios y con aquello. O se está con los pueblos o se está con el imperio. Así de sencillo. Díganselo a Almagro de mi parte”. “La OEA debe dejar de existir como ha existido y debe convertirse en un foro político entre el Norte y la Celac, entre el Norte y América Latina y el Caribe. No sirve para más nada”.

Maduro hasta ahora solo ha aceptado que intervenga la Unasur como organismo veedor del proceso electoral venezolano, se ha visto frustrado por la visita que el líder opositor venezolano Henrique Capriles le hizo a Almagro y lo instó a enviar una misión del ente regional para dar “plenas garantías” a los comicios de diciembre.

Pero a las diatribas de Maduro se sumó el ex canciller y actual ministro de Comunas, Elías Jaua, quien dijo directamente que Almagro es un traidor: “Yo lo conozco bien, lo conocí bien como canciller. Almagro es de estas personas aspirantes que comprometió su conciencia, su alma, su historia política, para lograr postulación y el aval del gobierno de Estados Unidos, para asumir el cargo de secretario general, y hoy está pagando la factura recibiendo a uno de los principales promotores de la violencia y desestabilización en Venezuela como es el señor Capriles”, afirmó. “Soy testigo, como vicepresidente que fui, como canciller que fui, de sus actitudes hostiles contra nuestra patria y contra la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano”, insistió.

Jaua enfatizó que Almagro tuvo una actitud “antivenezolana”, porque “maniobró contra la propia voluntad de Pepe Mujica, para impedir el ingreso de Venezuela al Mercosur cuando Paraguay fue suspendido”. Durante la cumbre del Mercosur que tomó esas dos medidas, en 2012, Almagro manifestó en la reunión de cancilleres su oposición a que se concretara el ingreso de Venezuela sin que éste tuviera la aprobación del Parlamento de Paraguay. Pero, tras una reunión del ex presidente Mujica con su par brasileña, Dilma Rousseff, el gobierno uruguayo cambió su postura y habilitó el ingreso.

Por su parte, el “siempre listo” Kintto Lucas —siempre listo a la hora de obedecer servilmente el chavismo— ex vicecanciller de Ecuador, uruguayo de nacimiento y en su momento hombre de confianza de Mujica, declaró en twitter que “ la información de Jaua es verdad, lo dije en su momento. Almagro es un traidor antivenezolano”.

El ex presidente Mujica se negó a hacer declaraciones sobre este punto al salir, el martes pasado, precisamente de un homenaje al ex Presidente Chávez.

Para completar la lotería, el secretario general de la OEA elogió también a Chávez pero no contestó las acusaciones de Maduro y de Jaua.

¿ Traidor, dijo...?