Hace un año aseguraban que no se alcanzaría la recuperación salarial. Ahora que saben que eso ha ocurrido, en vez de alegrarse, se enojan, manifestó recientemente el Ministro Mieres ante los ataques de los legisladores frentistas, muy molestos por la recuperación salarial y la baja inflación. Les molesta que al país le vaya bien. Siempre, cuanto peor, mejor...
El ministro de Trabajo, Pablo Mieres, celebró recientemente la recuperación del poder adquisitivo en Uruguay, destacando que supera las cifras de 2019. Como analizábamos en la edición pasada de CORREO, pese a haberse estrenado con una pandemia mundial de dimensiones desconocidas, teniendo que soportar luego los efectos de una inesperada guerra europea y de la peor sequía del último siglo, el gobierno de coalición lleva recuperados los puestos de trabajo que se perdieron desde 2017, logrando también un incremento del salario real que, en varios rubros, ha superado los máximos alcanzados previo a la pandemia.
Como era esperable, la oposición frenteamplista no tardó en expresar su descontento con los dichos de Mieres.
El senador Caggiani acusó al gobierno de haber prometido aumentos salariales durante la campaña electoral y, en cambio, haber reducido los salarios durante los cuatro años anteriores. "Estafaron a sus votantes y les vendieron gato por liebre", expresó Caggiani, que -convenientemente- olvida que a diferencia del viento de cola que gozó su partido en el gobierno, la coalición ha tenido que soportar los eventos que ya señalamos.
La diputada Libschitz, por su parte, manifestó su descontento al leer las declaraciones de Mieres, señalando que su domingo "venía bien" hasta ese momento. Criticó la celebración de Mieres ante lo que considera una recuperación apenas marginal en los salarios después de cuatro años de pérdida.
Finalmente, la senadora Kechichian calificó como "increíble" la celebración del ministro y cuestionó el motivo para festejar la equiparación de los niveles salariales con los de 2019. "Cuatro años de pérdida salarial. ¿Qué festeja?", cuestionó.
Ante las críticas, Mieres respondió a través de las redes sociales, señalando que "nunca nada les viene bien". Hizo hincapié en que, hace un año, se aseguraba que no se alcanzaría la recuperación salarial, y ahora que ha ocurrido, en lugar de alegrarse, los frentistas se enojan. Además, destacó que el empleo está en mejores condiciones que al finalizar el gobierno anterior.
Respecto a ello, Mieres fue contundente: "Al finalizar el gobierno del Frente Amplio el empleo caía desde 2016 en forma continua y el poder adquisitivo del salario estaba estancado. Después vino la pandemia, la guerra en Europa y la sequía. Sin embargo, hoy el empleo está en niveles de 2016 y el salario ya superó el nivel de 2019. Dato mata relato. Aunque les duela y no quieran reconocerlo".
Nunca está de más recordarle a los alarmados dirigentes frentistas que, en 2019, último año de gobierno de izquierda, la economía uruguaya entró en una fase recesiva, la peor de los últimos 17 años. El gobierno de coalición tomó las riendas de un país endeudado, empobrecido y con el Estado ausente. Un déficit fiscal por las nubes (por encima del 5% del PBI), 160.000 desempleados, más de 1.000 personas durmiendo a la intemperie y 400 mil trabajadores informales. Todo esto, sin pandemia ni guerra; al contrario, con viento de cola internacional.