La lechería enfrenta su hora crítica y exige definiciones



Las gremiales advierten que la inacción estatal puede desmantelar un sector estratégico que genera divisas, empleo y arraigo en el interior.

La lechería uruguaya, uno de los pilares históricos de la producción nacional, atraviesa una coyuntura crítica. Once gremiales de tamberos remitieron una carta al presidente Yamandú Orsi en la que expresan con crudeza la situación de asfixia que vive el sector y advierten sobre las consecuencias de la inacción.

Los productores señalan que enfrentan una tormenta perfecta: costos crecientes, precios internacionales deprimidos y un marco de conflictividad laboral que amenaza con paralizar plantas estratégicas. A esto se suman factores estructurales —endeudamiento, concentración de tierras y pérdida de competitividad— que ponen en riesgo la viabilidad de miles de pequeños y medianos productores.

La misiva no se queda en diagnósticos. Reclama al gobierno un compromiso claro con políticas de alivio financiero, una mirada estratégica sobre la inserción internacional y, sobre todo, una actitud firme frente a lo que consideran abusos sindicales que agravan la incertidumbre. Los tamberos subrayan que no piden privilegios, sino condiciones mínimas para seguir produciendo alimentos, generar empleo y sostener la vida en el medio rural.

El mensaje central es inequívoco: sin medidas urgentes, el país corre el riesgo de ver desmantelado un sector que aporta divisas, arraigo territorial y prestigio internacional. Y advierten que el costo no lo pagarán solo los productores, sino toda la economía nacional.

La pelota, ahora, está en la cancha del Poder Ejecutivo. La carta de las gremiales es más que un llamado de auxilio: es un recordatorio de que la lechería no resiste indiferencia ni dilaciones.