Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Una morosidad cómplice

Por Luis Hierro López

La demora del Frente Amplio en juzgar los casos de corrupción de algunos de sus dirigentes, hace pensar que el oficialismo reacciona por la presión de la opinión pública y ante la cercanía de los elecciones, pero no por sus propias convicciones.

La demorada reacción del Frente Amplio respecto a la notoria inmoralidad cometida por el senador Leonardo de León es elocuente. La Junta de Transparencia y Ética Pública hizo un durísimo dictamen en abril pasado. En mayo se expidieron la Fiscalía y la Justicia, y aunque el senador no fue procesado por considerarse que su actuación en Alur se manejó en el ámbito del derecho privado, el Fiscal Luis Pacheco emitió duros juicios sobre la inconducta ética del acusado.

Desde entonces, hubo dos instancias parlamentarias en las que el Frente Amplio defendió a De León: una sesión del senado en que el senador Mieres atacó duramente a De León y una sesión en la Cámara de Diputados en la que los diputados oficialistas no acompañaron una acusación para iniciar a De León un juicio político. En ambas circunstancias, los legisladores frenteamplistas no tuvieron en cuenta esos antecedentes y optaron por hacerse los tontos, obedeciendo a una disciplina detrás de la cual esconden cualquier cosa, por vergonzosa que sea.

Ahora, al conocerse el dictamen del Tribunal de Conducta Política del propio Frente Amplio, los principales dirigentes de la coalición oficialista ponen el grito en el cielo y estudian sancionar a De León, quien, impúdicamente, desacredita al Tribunal de Conducta Política, así como antes lo hizo con la Junta de Transparencia, y sostiene que la Justicia ya archivó al asunto, salteándose el hecho de que el archivo de su expediente se produjo por asuntos procesales y no de fondo. Tanto el Fiscal Pacheco como el Fiscal General Dr. Díaz condenan la actuación de De León al frente de Alur. Personalmente, no tengo dudas de que su gestión ha sido inmoral y así lo expresé en una columna escrita en mayo pasado reclamando las sanciones que todavía no se han concretado.

Lo mismo ocurre con Sendic. El Plenario del Frente Amplio que iba a sancionarlo se reunió en setiembre de 2017. Sendic anunció allí su renuncia a la Vicepresidencia y paró con ello la sanción, la que todavía se sigue discutiendo. Un año y tres meses después, el Frente Amplio sigue masticando en asunto y lo que va a ocurrir en el plenario del próximo 15 de diciembre sigue siendo todavía un misterio.

Así como el Frente Amplio defendía hasta hace poco a De León, hizo una férrea defensa de Sendic, sobre el que hubo “el bullying más fantástico que he visto en mi vida” según la extraña expresión del propio presidente Vázquez. El mismo Plenario que ahora se dispone a sancionar al ex vicepresidente, lo elogiaba hasta hace poco, sosteniendo que era la prensa la que inventaba las acusaciones. Tras su procesamiento por la Justicia por peculado y abuso de funciones, el 29 de mayo pasado, los elogios cesaron, pero en cambio no se procesaron las sanciones que hubieran sido necesarias y urgentes.

Los candidatos frenteamplistas ahora quieren desmarcarse y empiezan a criticarlo, pero no lo hicieron en su momento. Ahora el intendente de Montevideo, el ingeniero Martínez, sostiene que ni Sendic ni De León pueden ser candidatos; pero esa explicación suena a pretexto tardío y oportunista. Ni Martínez ni los otros candidatos hablaron en los momentos oportunos, cuando sus opiniones realmente valían. Ahora, ante la presión de la opinión pública y siendo la situación de Sendic realmente insostenible, ante su anuncio de que será candidato al Senado, aparecen los reclamos en defensa de la ética y de la transparencia...

Por la extraña composición de sus órganos de conducción, el Frente Amplio no pudo hacer hasta ahora lo único que un partido político responsable debía hacer: sancionar de inmediato a los inmorales dirigentes acusados de corrupción. Los mismos legisladores que se oponen a las comisiones investigadoras, los mismos que impidieron que se investigaran los turbios negocios con Venezuela, los mismos que hacen ruido con “el espionaje en democracia” pero no dicen una palabra de la vergonzosa evidencia sobre el espía Vivián Trías, esos mismos, son los que todavía no se enteraron de que tienen compañeros corruptos. Van a salir de estos tristes y larguísimos episodios todos manchados y golpeados.

Eso sí. Van a expulsar del Frente a Luis Almagro. ¡A alguien tienen que expulsar!
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.