Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

De reformas previsionales y responsabilidades

Por Santiago Torres

El Ministro Astori señaló que el régimen previsional requiere reformas profundas. Es verdad. Tanto como que él tiene su cuota parte de responsabilidad en su descalabro actual.

Días pasados, interrogado por Informativo Sarandí, el Ministro Danilo Astori sostuvo que “Uruguay va a tener que encarar de cualquier manera una reforma importante de la seguridad social, que tome nota de los cambios que han habido en la sociedad”, señalando que será “el próximo gobierno” el que —a su juicio— debería abordar el asunto y si “en el primer año”, mejor.

Es cierto y nosotros lo hemos dicho varias veces. La expectativa de vida se ha elevado  y mantener el pilar de reparto (la jubilación por el BPS) implica que más gente se mantenga en actividad por más años. Astori explicó, justamente, que deben revisarse las edades de retiro, los años de aportación mínima, las tasas de remplazo, etc. Todo eso es verdad porque, de lo contrario, el pilar de reparto se volverá fiscalmente insostenible.

Pero Astori dijo algo más. Así como al pasar, casi, señaló a los periodistas de Radio Sarandí que la flexibilización del 2008 [https://legislativo.parlamento.gub.uy/temporales/leytemp93538.htm] “intentó beneficiar a los uruguayos, pero terminaron incrementando en una medida importante los recursos que se dedican a la seguridad social e incidiendo en una medida muy importante en el resultado fiscal”.

Efectivamente, la reforma de 2008, impulsada por el entonces presidente del BPS (y hoy Ministro de Trabajo y Seguridad Social) Ernesto Murro, le asestó durísimos golpes a la sostenibilidad fiscal del pilar de reparto. En 2008 se bajó la exigencia de años de trabajo de 35 a 30 y para las mujeres con hijos, a 25 años de trabajo más un año de trabajo ficto por cada hijo. A contramano de la lógica, porque la expectativa de vida sigue creciendo, el Uruguay —a la inversa del mundo— bajó las exigencias. Para completarla, reabrió el espacio de la prueba testimonial de servicios, con lo que se empezaron a jubilarse muchos que no habían aportado. Y, como si esto fuera poco, por un decreto de 2013, la jubilación por enfermedad o invalidez pasó a generar jubilaciones mayores que las ordinarias, razón por la cual estamos ante una avalancha incontenible de jubilaciones por esas causales.

El Ministro Astori habla como si las flexibilizaciones le fueran ajenas, un asunto en el cual él no tuvo arte ni parte. Pero, da la casualidad, en 2008 él era también el Ministro de Economía. Y en 2013 era Vicepresidente.

Buena cosa es que Astori ponga el tema arriba de la mesa, tema en el que —ya se ha visto— la mayor parte del Frente Amplio no le llevará el apunte. Cuando el Ministro del ramo entiende que el déficit fiscal no es importante porque importa “la calidad de vida de la gente” (como si aquél no afectara esa calidad de vida más temprano que tarde) y el sindicalismo sostiene otro tanto, está clara cuál es la visión mayoritaria en la izquierda a este respecto, lo que es coherente con su tradición de adherir a la “economía vudú”.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.