Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Así no, señor Presidente

Por Santiago Torres

Reproduciendo el patotero estilo kirchnerista, la Presidencia de la República  difundió el pasado martes un comunicado escrachando a uno de los colonos que increpó al Presidente Vázquez en la puerta del MGAP, divulgando su nombre, sus deudas y sus problemas con el Instituto Nacional de Colonización, los cuales se están dirimiendo en la Justicia.

Durante su mandato, la Presidente argentina Cristina Fernández de Kirchner utilizaba información privilegiada de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para “apretar” y “escrachar” a gente que le incomodaba de alguna manera. No sólo lo hizo más de una vez, como cuando escrachó al “abuelito amarrete” por cadena nacional de radio y televisión o a un empresario inmobiliario sino que lo consagró como un modus operandi permanente.

Me pregunto si el gobierno uruguayo ha decidido emprender un camino análogo. Porque una cosa es que uno o varios ciudadanos se hayan desubicado y e increparan en forma irreverente al Presidente Vázquez y a su investidura. Eso ya lo abordamos en otra nota de esta edición de CORREO. Pero de allí a que desde la Presidencia de la República se indague en las carpetas del Instituto Nacional de Colonización (INC) y luego se proceda a escrachar a uno de esos ciudadanos desde la web de la Presidencia de la República, ya pasamos de castaño a oscuro.

El Presidente de la República —como cualquier gobernante— está cargado de más deberes que el común de los ciudadanos. Un ciudadano corriente puede desubicarse, el Presidente no. El Presidente no puede ordenar el escrache de un ciudadano, por peor haya sido su conducta, la cual —de tener apariencia delictiva— eventualmente deberá ser materia a dilucidar por el Poder Judicial, que para eso está.

¿Qué mensaje, entonces, pretende dar el Presidente? ¿Que en adelante quien ose interpelarlo verá publicadas sus miserias en la web de la Presidencia de la República? Eso es peor que un insulto callejero. Es emplear el poder del Estado para tomarse revanchas y amedrentar, lo cual —no habría necesidad de explicarlo— es incompatible con los fundamentos de la república porque constituye una forma de apropiación indebida del Estado.

No, Presidente, así no. No se deslice por ese terreno fangoso.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.