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Mujica lo logró: cerró Pluna y Alas U no funciona
 Hace unos meses, Correo de los Viernes hizo un repaso de la gestión de Mujica titulado “El fracaso como método”, en el que precisamente indicábamos que por su particular estilo y su falta de apego a las normas y a los procedimientos republicanos, el ex presidente estaba condenado a fallar en todo lo que emprendiera.
Los cinco años de su gestión se disolvieron en palabreríos y no quedó ninguna obra importante. Mujica comprometió la reforma del ferrocarril, un puerto de aguas profundas en el este, la minera Aratirí, el plan de vivienda Juntos, la regasificadora, educación, educación y educación –como repitió en su discurso inaugural–, el Fondes y un conjunto de inversiones españolas. Nada de eso se concretó y todo quedó en promesas desprolijas.
Pero a las palabras vanas le siguieron las acciones destructivas. Cerró Pluna, cuando aún no quedan claras las razones de la clausura, ya que se invocaron unos juicios jurídicos que se harían desde el exterior pero que no se concretaron, ni siquiera contra Pluna Ente Autónomo, un fantasma estatal que todavía existe. Hasta el actual ministro de Obras Públicas, Víctor Rossi, se ha preguntado públicamente si no hubiera sido mejor dejar que Pluna sobreviviera, con lo que tenía mejores posibilidades de recuperación que el quiebre definitivo apurado por el gobierno.
Tras ese rotundo fracaso para una coalición que siempre sostuvo que de la existencia de Pluna dependía la soberanía del país, el ex presidente impulsó personalmente la creación de una empresa sucesora, de índole cooperativa, a la que el Estado le concedió varios préstamos por U$S 15 millones y un tratamiento absolutamente excepcional y extendido en materia de seguro de paro.
Los uruguayos no sabemos realmente cuánto nos costará finalmente la aventura de Alas U al final de la película –tampoco sabemos lo que pusimos y seguimos poniendo en Pluna, hasta hace poco se hablaba de U$S 400 millones– pero hasta el momento de escribirse estas líneas, además del gasto del BPS en seguros de paro, hay que contar los U$S 15 millones que prestó el Estado pero que irán sin duda a “fondos perdidos”, ya que es muy difícil que algún día puedan recuperarse.
Al día de hoy, Alas U está por devolver uno de los tres aviones Boeing arrendados, dejó de frecuentar las líneas comerciales y se dedicaría a explotar los servicios charters. Sus encargados dicen que la empresa está bien –que es lo que declaran todos los jerarcas de empresas al borde de la clausura– pero la web no funciona y los teléfonos no contestan. Lamentablemente, creemos con sinceridad que en poco tiempo se anunciará el cierre definitivo.
Otra de las proezas al santo Pepe. |
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