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El último partido: la Coalición Republicana frente al desafío de las municipales
Las elecciones municipales de mayo de 2025 representan mucho más que una disputa departamental: son el último capítulo de un ciclo electoral que definirá el futuro de la Coalición Republicana.
Tras su histórico triunfo en 2019 y la derrota ajustada en las nacionales de 2024, la Coalición enfrenta un desafío único: demostrar que puede mantenerse unida y consolidarse como la alternativa viable frente al Frente Amplio, incluso desde la oposición. Montevideo, Canelones y Salto serán el epicentro de esta disputa, donde por primera vez competirá como un lema unificado, buscando replicar el modelo de acumulación que ha sostenido al Frente Amplio por décadas.
Montevideo, en particular, simboliza esta lucha. Con más de 35 años de gobiernos frenteamplistas, la capital sigue arrastrando problemas crónicos: calles llenas de baches, basurales que nunca desaparecen, un tránsito caótico y un sistema de limpieza que parece agotado. Como lo señaló Martín Lema, único candidato confirmado, “este proceso ya está agotado”. La Coalición Republicana busca presentarse como la respuesta a este agotamiento, con una estrategia que combina experiencia y una visión renovadora. Sin embargo, ganar Montevideo no será tarea fácil. El Frente Amplio sigue siendo una fuerza profundamente arraigada en la capital, y su candidato, Mario Bergara, promete continuidad con retoques, en un intento por consolidar el apoyo tradicional.
Canelones y Salto no están exentos de desafíos. En Canelones, los problemas estructurales son similares a los de Montevideo: una gestión que parece haberse conformado con el statu quo, sin ofrecer soluciones reales a problemas de infraestructura y servicios básicos. Salto, por su parte, es un escenario especialmente interesante. Con un Frente Amplio desgastado por la gestión de Andrés Lima, la Coalición tiene una oportunidad histórica para retomar el control del departamento. Sin embargo, para capitalizar esta oportunidad, la unidad entre los partidos que componen la Coalición será clave.
Y aquí radica el gran obstáculo: la unidad. La Coalición Republicana fue un experimento exitoso durante el gobierno de Luis Lacalle Pou, logrando resultados tangibles en varias áreas, pero la derrota en las nacionales de 2024 ha revelado fisuras que podrían poner en riesgo su continuidad. Si la Coalición no logra superar estas divisiones, las elecciones municipales podrían convertirse en una prueba de fuego que determine su viabilidad a largo plazo.
En este contexto, la decisión de competir como lema único en Montevideo, Canelones y Salto es un paso estratégico que no solo busca maximizar las posibilidades electorales, sino también enviar un mensaje claro de cohesión a sus votantes. Como lo expresó Gustavo Osta, secretario general del Partido Colorado, la Coalición debe ser "un bastión de la democracia", demostrando que es capaz de ofrecer una alternativa seria y efectiva frente al Frente Amplio. Esto implica no solo presentar candidaturas sólidas, sino también construir un proyecto que responda a las necesidades concretas de los ciudadanos.
El 11 de mayo de 2025 será el día en que los ciudadanos decidan entre dos caminos. Para la Coalición Republicana, será el último partido de este ciclo político, pero también el primero de un nuevo capítulo en su historia. La oportunidad está sobre la mesa, pero el resultado dependerá de su capacidad para mantener la unidad, ofrecer soluciones reales y convencer a los votantes de que el cambio es posible. |
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