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En lo que nos toca, ¡date corte mujer, date corte!
Por Angelina Rios
Desde el año 2000, ONU Mujeres presenta periódicamente informes de investigación acerca de los progresos hacia un mundo en el que todas las mujeres, las niñas y las personas de género diverso puedan vivir libres de toda forma de desigualdad, pobreza y violencia.
El análisis titulado “El progreso de las mujeres en el mundo” representa un hallazgo estadístico importante que se basa en la experiencia y el conocimiento de diversas organizaciones, activistas y académicos de alto nivel siendo sus resultados esclarecedores y exhaustivos en diferentes temas, como por ejemplo transformar las económicas para realizar los derechos; impacto de los conflictos armados y el papel de la consolidación de la paz; trabajo y pobreza e igualdad de género y en busca de la justicia, entre otros.
Para esta edición, la novena, se prevé publicar en 2026 un examen detallado de los dos principales retos más apremiantes que afronta el mundo en la actualidad: la rápida intensificación del calentamiento global y el estancamiento en el ejercicio de los derechos de las mujeres y las niñas. ONU Mujeres ha iniciado un ambicioso programa de trabajo para evidenciar que la acción pública basada en un enfoque de justicia climática feminista es la clave para abordar estos desafíos.
La crisis climática es el problema más acuciante de nuestros tiempos, ya que amenaza el progreso en materia de igualdad de género y derechos humanos y obstaculiza el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El programa de trabajo de ONU Mujeres comprende, en esta oportunidad, la formulación de un marco conceptual sobre la justicia climática feminista, así como análisis innovadores acerca del impacto del cambio climático en los derechos de las mujeres y la igualdad de género, y evidencia sólida sobre cómo fortalecer las políticas intersectoriales para mitigar su impacto y asegurar una transición justa e igualitaria hacia la sostenibilidad ambiental. Además, se establecerán las estrategias necesarias para financiar estas políticas, y los mecanismos que facilitarán a los activismos generar un cambio transformador, responsable y sostenible.
Otro elemento esencial del programa será la creación de una herramienta de monitoreo global sobre género y políticas climáticas, que recopilará y examinará desde una perspectiva de género las medidas gubernamentales de mitigación, adaptación y gestión del riesgo de desastres.
El otro tema no menor, ya que tratará acerca del estancamiento en el ejercicio de los derechos de las mujeres y las niñas.
Creemos que para hacer frente a este estancamiento, resultaría fundamental adoptar un enfoque integral que incorpore la educación, la promoción de la igualdad de género, la protección contra la violencia y la participación activa de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones, siendo imperativo fomentar la colaboración entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para establecer un entorno más justo e igualitario.
En el camino sólo hay barreras y brechas que nos terminan discriminando una y otra vez en todos los ámbitos.
Los organismos internacionales se enfocan en ideas y propuestas que tienen fecha para alcanzar metas. Claro, luego los días y los años se siguen corriendo para adelante porque no se llega.
Ahora, por ejemplo, el Banco Mundial propone: lograr que?300 millones de?mujeres más usen internet de banda ancha, lo que les permitirá acceder a servicios esenciales, servicios financieros, educación y oportunidades laborales; apoyar a? 250 millones de?mujeres mediante programas de protección social, centrándose en las mujeres más pobres y vulnerables y proporcionar capital a?80 millones más de?mujeres y empresas dirigidas por mujeres, a fin de abordar una limitación crítica al crecimiento de la actividad empresarial.
La oportunidad para reimaginar el futuro, donde la justicia climática y la igualdad de género se entrelacen para construir un mundo más justo y sostenible para todos, parece estar muy, pero muy lejos.
Bien vale aquí, parafrasear a Ana Monterroso cuando le decía a Lavalleja: “¡Date corte Juan Antonio, date corte!”.
Nosotras las mujeres, en lo que nos tocó, deberíamos decirnos una y otra vez, siendo que las intenciones no hacen historia, ¡date corte Mujer, date corte! |
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