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La otra gran batalla electoral

Este domingo se juega mucho más que una elección presidencial y parlamentaria. Se juega, además, el destino de dos temas cruciales para nuestro país: los allanamientos nocturnos y la reforma de la seguridad social. En otras palabras, hay otra gran batalla en esta jornada electoral: la seguridad de nuestros hogares y el futuro del sistema jubilatorio; por ende, de nuestros jóvenes.

La Coalición Republicana tiene una postura clara y definida. Apoyamos la habilitación de los allanamientos nocturnos, una medida urgente y necesaria para combatir el narcotráfico y el crimen organizado que se refugian en la oscuridad para actuar impunemente. Queremos que las fuerzas de seguridad tengan las herramientas necesarias, bajo el debido control judicial, para proteger nuestros barrios. La realidad que enfrentamos es clara: el narcotráfico y el crimen organizado han encontrado en la noche un refugio seguro, aprovechando la imposibilidad de ser intervenidos durante esas horas. Las fuerzas de seguridad necesitan poder actuar en el momento adecuado para prevenir y desarticular actividades delictivas, y limitar sus capacidades operativas únicamente al día es, simplemente, dejar que el crimen tenga una ventaja considerable. Los allanamientos nocturnos, siempre bajo una orden judicial estricta, son una herramienta que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en la lucha contra estas organizaciones.

Por otro lado, nos oponemos a la propuesta de reforma de la seguridad social impulsada por el PIT-CNT y apoyada por los sectores radicales del Frente Amplio, que quieren dar marcha atrás con una medida aprobada democráticamente y basada en un riguroso diagnóstico técnico y político. La reforma actual de la seguridad social fue producto de un proceso largo, amplio y plural, donde se escucharon las voces de expertos, representantes de todos los partidos políticos y organizaciones sociales. Se trata de una reforma que busca la sostenibilidad del sistema, adaptándolo a las realidades demográficas y financieras que enfrenta nuestro país. Retroceder en este avance sería ignorar estos esfuerzos y comprometer el futuro de todos los uruguayos, especialmente de aquellos más jóvenes que dependen de un sistema estable y justo para sus futuras jubilaciones.

El frentismo, en cambio, se encuentra dividido y sumido en contradicciones. Mientras algunos dirigentes insisten en que la medida de los allanamientos nocturnos es “demagógica” o “innecesaria”, sus propios técnicos reconocen que, aplicada con garantías judiciales, puede ser útil para combatir delitos graves. Es evidente que hay una desconexión entre el discurso público y el análisis técnico dentro del Frente Amplio. Mientras en público se descartan los allanamientos nocturnos como una medida populista, en privado sus técnicos reconocen la efectividad de la herramienta para enfrentar ciertos tipos de delitos que requieren acción inmediata. Además, la dirigencia frentista se escuda en que “ya hubo un pronunciamiento popular” sobre los allanamientos, olvidando convenientemente que el pronunciamiento anterior se refirió a un paquete más amplio de medidas.

En cuanto a la seguridad social, la izquierda vuelve a ser prisionera de sus propias contradicciones. Mientras figuras como Orsi o Cosse intentan mostrarse críticos pero moderados, el PIT-CNT, el Partido Comunista y el Partido Socialista empujan por una postura radical: eliminar las AFAP’s, bajar la edad jubilatoria y asegurar pensiones atadas al salario mínimo. Estas propuestas, aunque atractivas para ciertos sectores en el corto plazo, son completamente inviables desde un punto de vista financiero. La eliminación de las AFAP’s significaría la estatización de los fondos de ahorro individual, lo cual no solo es un atentado contra el derecho de propiedad de los trabajadores, sino que además implica una carga insostenible para el Estado. Bajar la edad de jubilación a 60 años y garantizar pensiones equivalentes al salario mínimo ignora por completo la realidad demográfica de un país con una población cada vez más envejecida y una base contributiva insuficiente. Una receta populista que nos condenaría a una crisis financiera sin precedentes.

Este domingo tenemos la oportunidad de decidir con claridad. Desde la Coalición Republicana instamos a votar Sí (papeleta amarilla) a los allanamientos nocturnos, porque sabemos que son una herramienta fundamental para mejorar la seguridad en nuestros barrios. Y también instamos a rechazar la reforma de la seguridad social impulsada por el PIT-CNT (no colocando la papeleta blanca en ninguna circunstancia), porque sabemos que representa un retroceso para nuestro país, basado en promesas irresponsables y falsas soluciones. No podemos darnos el lujo de retroceder en materia de seguridad ni de hipotecar el futuro de nuestro sistema previsional con promesas que no tienen sustento.


No hay espacio para las medias tintas. Hay que escoger: seguridad real o excusas; responsabilidad o demagogia. Este domingo, los uruguayos tenemos la oportunidad de elegir lo mejor para el futuro de nuestro país. Se juega mucho más que una elección. Votar por los allanamientos nocturnos es votar por darle a nuestras fuerzas de seguridad las herramientas que necesitan para protegernos. Rechazar la reforma del PIT-CNT es votar por un sistema de seguridad social justo, sostenible y que garantice pensiones dignas sin comprometer la estabilidad económica del país. Este domingo, votemos con la cabeza y el corazón puestos en el futuro de Uruguay.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.