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I-rres-pon-sa-bles
Por Alfredo Menini
La campaña electoral va doblando el codo y entrando en la recta final. En ese escenario, las diferentes opciones van delineando sus estrategias.
Es la primera elección desde que se instauró el sistema de doble vuelta en la que no hay dudas de cómo se pronunciarán los partidos después de que se proclame el ganador de la primera vuelta. Eso ya está resuelto; y en ese contexto, cada una de las fórmulas va en pos de convencer a la ciudadanía de que son los mejores para gobernar el país.
Las diferencias entre la fórmula Orsi-Cosse son notorias respecto de las integradas por Delgado-Ripoll y Ojeda-Silva, y a la vez, entre estas dos opciones también hay señales claras de que no son lo mismo. En ese sentido, no tenemos duda de que la mejor fórmula para triunfar y liderar el nuevo gobierno de la Coalición Republicana es la que ofrece el Partido Colorado, la fórmula que propone renovación y conocimiento.
Ahora bien, en el marco de todo ese análisis, ¿qué espacio ocupan las definiciones de las fórmulas respecto de los plebiscitos? ¿Qué posiciones han adoptado?
Las fórmulas integradas por Delgado-Ripoll y Ojeda-Silva no tienen dudas; sus fuerzas políticas son unánimes al respecto, pero la fórmula Orsi-Cosse sí que tiene un gran lío.
Mientras pretenden vender el discurso de la unidad y de la honestidad, resulta ser que ni están unidos ni son honestos al no hablarle a la gente sobre lo que creen que no se debe votar y sobre lo que sí hay que votar.
Respecto del plebiscito de la seguridad social, impulsado por el ala radical del FA y los compañeros del PIT-CNT, en voz baja han dicho que no lo acompañan, pero nada más que eso, sabedores de que, para que la gente esté debidamente informada, hay que hablar permanentemente del tema. Sin embargo, dejan abierta la puerta a que se corra el riesgo de que se apruebe una reforma que, según coinciden la mayoría absoluta de economistas de todas las fuerzas políticas, sería perjudicial, en cuanto obligaría a aumentar impuestos para financiarla e impediría adoptar medidas de índole social, además de disponer del ahorro de la población de forma indebida eliminando las AFAP. Apuestan a que, no ensobrando la papeleta, se logre que no se alcancen los votos necesarios, pero nada le dicen a la ciudadanía, no argumentan. ¿Por qué actúan así? Porque no los dejan los sectores que realmente mandan en el FA-PIT.
También en este último domingo de octubre se presenta a la ciudadanía otra propuesta a ser plebiscitada: autorizar la realización de allanamientos nocturnos en hogares, reformándose el artículo 11 de la Constitución de la República, y ahí nuevamente el FA entró en terreno fangoso.
Es por todos sabido el propósito de esta propuesta; solo con leer las noticias es fácil comprenderlo. Pero claro, el problema lo tienes cuando un sindicato te advierte que no debes apoyarlo. El fiscal Jorge Díaz, hace unos días, estuvo en un programa de televisión y, por cierto, no lo pasó nada bien. Alguien que ejerció como Fiscal de Corte, conviviendo con temas que hoy mandan en la agenda, como son los del narcotráfico, sabe perfectamente que hoy en día es una herramienta que debe estar a disposición de los magistrados. Sin embargo, manifestó en ese programa que se opone porque quienes promueven ese plebiscito creen que aprobando el allanamiento nocturno en hogares se estaría solucionando el tema del narcotráfico y de la seguridad. El Dr. Díaz realmente divagó, al mejor estilo del candidato que asesora, el Sr. Yamandú Orsi, quien por su parte declaró que podría ser difícil encontrar jueces para hacer allanamientos de noche, desconociendo que no es necesaria la presencia de un juez. Y para rematar, la candidata a vicepresidente Carolina Cosse manifestó que podría ser una alternativa ordenar al ministro del Interior no utilizar la herramienta, es decir, que estaban dispuestos a violar la Constitución. Rápidamente salieron a aclarar ese disparate, pero permanentemente queda en evidencia el problema que tiene la fórmula respecto de cómo actuar ante las directivas impartidas por el ala radical del FA-PIT.
La fórmula Orsi-Cosse camina por el pretil permanentemente, no saben qué pueden decir y qué no, qué les tienen permitido decir y qué no.
El FA está dominado por el ala radical y por el PIT-CNT.
¿Otra vez dos equipos económicos? ¿Otra vez el PIT-CNT y los radicales marcando la cancha?
Es el momento propicio para que todo esto quede en evidencia. Estamos a tiempo de que estos I-RRES-PON-SA-BLES no lleguen al poder. El Uruguay no merece algo así. |
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