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El Frente Amplio y la vivienda

Que el frentismo está carente de ideas no es una novedad. Escriben una cosa y dicen otra. Acuerdan pero están en desacuerdo. A Cosse no le gustan los barrios privados; a Orsi le parecen importantes, el programa común exhorta a los frentistas a evitar su construcción. Planean revisar la ley de vivienda promovida, que ellos mismos aprobaron. Lo que en su momento les pareció bien, ahora es "especulación". Por último, buscan replicar el nefasto proyecto de regulación de alquileres que el Kirchnerismo aplicó en Argentina durante la pandemia.

Esta dualidad en la postura del frentismo revela una confusión no solo ideológica sino también estratégica -en lo que hace a sus propuestas programáticas.

La Ley 18.795, de vivienda promovida, que inicialmente fue venerada por facilitar el acceso a la vivienda, se ha convertido en un supuesto vehículo para la "especulación inmobiliaria". No obstante, la crítica principal se centra en que el 83 % de las unidades construidas bajo esta modalidad fueron adquiridas por inversores privados, soslayando que, tras los ajustes legales realizados por el actual gobierno, hubo un crecimiento del 70% en la oferta de proyectos inmobiliarios.

Lejos de la mera "especulación", esto significa más obras en marcha, más empleo en la construcción y una generación de riqueza genuina. Además, el hecho de que estas viviendas, independientemente de su propietario, se incorporen al mercado, ha contribuido a una disminución del 12% en los precios de alquiler en los últimos tres años.

Por otro lado, el FA propone una política de alquileres que buscará instaurar un "régimen paralelo" de alquiler social regulado, del que no se presentan mayores detalles. Es una película que ya vimos en Argentina, donde la regulación de los alquileres durante la pandemia no sólo no resolvió los problemas de fondo sino que exacerbó otros, desincentivando la oferta de alquileres privados y deteriorando la calidad del parque habitacional.

En cuanto a los barrios privados, la situación se complica aún más con opiniones desencontradas entre los principales candidatos frentistas y su supuesto programa único. Mientras Cosse critica la autoexclusión que estos barrios promueven, Orsi destaca su contribución al empleo y a la economía local. Apoyando la tesis de Cosse, el programa frentista exhorta a evitar "la construcción de barrios o enclaves cerrados" y establece como "imprescindible" evitar "en la aplicación de las políticas públicas la autoexclusión en enclaves cerrados", a través de una planificación que tenga en cuenta "formas de integración al espacio democrático".

Uruguay merece más que simples promesas y retórica vacía; necesita soluciones reales, consistentes y bien fundamentadas. El Frente Amplio no las tiene.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.