Tibieza e incoherencia frenteamplista: el plebiscito que no quieren pero no combaten
Edición Nº 1009 - Viernes 27 de setiembre de 2024. Lectura: 2'
 La última encuesta de Equipos Consultores, publicada el jueves de la semana pasada en Búsqueda, confirma lo que ya se venía sospechando: tanto Yamandú Orsi como Carolina Cosse han sido tibios y confusos en su postura frente al plebiscito que impulsan el PIT-CNT y los sectores radicales del Frente Amplio. Si bien ambos se han pronunciado en contra, lo han hecho con una vaguedad que solo sirve para alimentar la confusión en el electorado.
Orsi y Cosse, en su intento por no ofender a los sectores más radicales de su partido, han jugado un doble juego. Por un lado, dicen estar en desacuerdo con la propuesta plebiscitaria, reconociendo las enormes dificultades fiscales y de gobernabilidad que esta traería. Sin embargo, su falta de énfasis y claridad en los mensajes ha hecho que muchos votantes del Frente Amplio asuman erróneamente que ellos, junto con figuras como Mujica, están a favor del plebiscito.
En la encuesta en cuestión, el 50% de los votantes del Sí asegura que el candidato a presidente de la izquierda está a favor de la propuesta, un 26% cree que está en contra y hay otro porcentaje que cree que Orsi no está a favor ni en contra. Lo mismo sucede con Mujica y Cosse. Respecto al primero, el 53% de los votantes del Sí cree que el expresidente está a favor, un 17% piensa que está en contra y otro 30% asegura que no está ni a favor ni en contra. Respecto a la segunda, el 48% de los votantes del Sí cree que el próximo 27 de octubre se pronunciará a favor, un 29% piensa que no pondrá la papeleta y un 23% sostiene que no está ni a favor ni en contra.
Lo paradójico es que, mientras Orsi y Cosse moderan sus críticas para no ofender al PIT-CNT, los sectores radicales del Frente son los que más agresivamente impulsan la iniciativa, desafiando las advertencias de sus propios técnicos. A pesar de que economistas del Frente Amplio, como Oddone, han sido claros sobre lo insostenible de congelar la edad de jubilación o eliminar las AFAPs, la fórmula frentista prefiere evitar la confrontación con el ala más dura de su coalición.
Es evidente que esta ambigüedad, lejos de ser estratégica, solo contribuye a fortalecer una iniciativa que, de aprobarse, causaría un severo impacto en la estabilidad económica del país.
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