José Gómez Lagos
Edición Nº 1061 - Viernes 14 de noviembre de 2025. Lectura: 2'
Un dirigente colorado recordado por su vocación de servicio, su civismo y su pasión por la historia patria.
A los 70 años falleció el dirigente colorado de Tacuarembó José Eduardo Gómez Lagos, un querido y respetado ciudadano.
Cuando aún estaba en plena actividad intelectual y cívica, Gómez Lagos murió días atrás de un infarto. Se había caracterizado por su vida de servicio y por su espíritu solidario.
Colorado y profundamente demócrata, se volcó a la actividad partidaria en 1982, cuando las elecciones internas hicieron vislumbrar el final del proceso militar y la restauración democrática. Desde entonces estuvo siempre sirviendo con lealtad e inteligencia a su partido.
Profundo admirador del primer presidente de la República, Fructuoso Rivera, Gómez Lagos se había sumado a uno de los grupos colorados que promueven la defensa de su figura y de su obra y que divulgan en todo el país el significado de su liderazgo. Su última actividad en ese sentido fue en Fray Bentos, con motivo del aniversario de la Batalla de Rincón, donde hizo una estupenda semblanza de don Frutos.
Le restaba horas a su profesión de abogado para dedicarse a las lecturas históricas, y fue un gran conocedor de la historia patria y de los orígenes y evolución de su departamento. En 1995 había publicado Las banderas y los hombres, una historia novelada en la que trazó los rasgos de nuestra formación nacional, pero ubicándola en una amplia región que tenía identidades compartidas: desde los Andes al sur de Brasil y desde Bolivia a Tierra del Fuego. Y protagonistas comunes: el gaucho y los caudillos.
También fue coautor del libro Miradas para una geohistoria regional, con estudios sobre su pago. Actualmente estaba por publicar una historia del club Tacuarembó, entidad social de la que fue presidente. Llevado por su permanente inquietud de servicio, Gómez Lagos también se destacó por su intensa actividad en el Rotary.
Cordial, sencillo y decente, había ganado un lugar de consideración y de respeto tanto en su departamento como en su colectividad política.
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