El presidente Orsi debe respetar las discrepancias, no ofenderse
Viernes 14 de noviembre de 2025. Lectura: 3'
Por Eduardo Zalovich
Un gesto de desagrado presidencial reaviva el debate sobre el vínculo entre Uruguay e Israel y los límites de la susceptibilidad política.
El último lunes se realizó en la institución judía uruguaya B’nai Brith (BB) su tradicional acto en recuerdo de la Noche de los Cristales Rotos, ocurrida en la Alemania nazi en 1938. Siempre se ha invitado a presidentes de la República y representantes electos por el pueblo. En la ceremonia, en honor a las víctimas de esa noche trágica, se enciende una Menorá (candelabro) de siete brazos. Las cinco primeras velas fueron encendidas por descendientes de sobrevivientes del Holocausto. La sexta, denominada “vela de la concordia”, por los expresidentes Julio Ma. Sanguinetti y Luis Lacalle Pou, y la última, “vela de la verdad”, por el respetado escritor y político Ruperto Long, y el presidente de la República, Yamandú Orsi.
El orador invitado fue justamente Long, autor de varios libros novelados, pero en base a hechos históricos sobre el tema. Con claridad se refirió a actos heroicos de diplomáticos uruguayos que dejaron muy en alto el prestigio de nuestro país, arriesgándose para salvar perseguidos en aquella trágica jornada. Particular atención puso en el comportamiento del cónsul en Hamburgo, Florencio Ribas, que detuvo —bandera uruguaya en mano— la irrupción de matones nazis en el patio del consulado. Salvó a 150 personas que pudieron viajar a Montevideo. “Esta casa y su jardín son territorio soberano del Uruguay, y nadie entra sin mi permiso o el de mi gobierno”, gritó Ribas. La policía alemana escuchó y se retiró. Este acto representó el símbolo de un país democrático y valiente.
Sin embargo, parte del discurso molestó a Yamandú Orsi, quien lo hizo saber. Cuando se retiró del acto, lo hizo apenas con unas palabras al presidente del Comité Central Israelita —institución representativa de 25.000 judíos uruguayos en temas comunitarios— y sin saludar a los oradores. Sinceramente, una vergüenza para quien representa, en la coincidencia o la discrepancia, a todos los ciudadanos. ¿El motivo de esta actitud? Simplemente que el presidente de la BB, y en especial Ruperto Long, plantearon la necesidad de continuar con el suspendido proyecto de abrir un centro de cooperación tecnológica entre Israel y Uruguay, cuyo acuerdo fue firmado por el gobierno de Lacalle Pou y que incluso tiene ya un espacio asignado en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Fue aclamado. Este centro representaría una enorme ventaja para el desarrollo uruguayo, sin la menor duda, abriéndole un mar de contactos en el mundo de la tecnología. Orsi se había comprometido a mantener el proyecto, pero luego, con la excusa de la guerra antiterrorista en Gaza —pese a la actual tregua— y presionado por sectores totalitarios del FA, entre ellos abiertos antisemitas que no se distinguen del viejo nazismo, cedió y frenó el avance del proyecto. Pese a que fue planteado como una medida “provisoria”, la misma se mantiene, ya sin causas reales.
Y bien, este reclamo legítimo de un importante grupo de ciudadanos —no sólo de la comunidad judía— hizo que el presidente difundiera su “enojo y molestia”. Seamos claros: el presidente no tiene derecho a “enojarse” por un planteo legítimo y correcto que no comparte. Es un derecho democrático. Es tan absurdo como enojarse con vecinos de Piriápolis —por ejemplo— si le plantean quejas por algún problema del Cerro San Antonio o el puerto.
El presidente se debe al país y a todos sus ciudadanos; puede coincidir o discrepar con los planteos, pero no puede posar de ofendido y retirarse sin respeto. Él no es un maestro de escolares que se portan mal y huye molesto a quejarse con el director. Es el presidente, y si algo lo enoja, que se descargue en su casa entre cuatro paredes, no victimizándose públicamente. Ojalá pueda reflexionar sobre su error y no repetirlo nunca más.
|
|
 |
Una reforma imprescindible
|
Todos lo decían Julio María Sanguinetti
|
¿Disculpas? ¿De qué?
|
La filtración en la JUTEP: una falla institucional que aún resuena
|
José Gómez Lagos
|
La ruta del dinero del Fosvoc
|
Entre el fanatismo y la razón Luis Hierro López
|
En reconocimiento a la inauguración de una nueva zafra de trigo Tomás Laguna
|
Ejemplo de dignidad Susana Toricez
|
La crisis silenciosa de la democracia representativa Marcela Pérez Pascual
|
El faro apagado de la ética Juan Carlos Nogueira
|
El presidente Orsi debe respetar las discrepancias, no ofenderse Eduardo Zalovich
|
La BBC en la encrucijada
|
La derecha estadounidense contra sí misma
|
Permiso para odiar
|
Chile rumbo al 16 de noviembre: los candidatos, los escenarios y los resultados que podrían venir
|
Frases Célebres 1061
|
Así si, Así no
|
|