Carta abierta a los antisemitas uruguayos: una reflexión a propósito de la Resolución del Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio del 3 de Junio

Por Jonás Bergstein

Queridos amigos,

Me temo que ésta vez no podremos ser portadores de buenas noticias: Uds. padecen una enfermedad, una enfermedad que se viene arrastrando hace ya más de 2.000 años, y que por eso mismo es de difícil cura. Ella se llama antisemitismo. Es una enfermedad que envenena el alma, corroe vuestra salud mental, corrompe a la sociedad toda, y al final, junto con ésta, nos hundimos todos: porque atenta contra uno de los pilares de cualquier sociedad, al desplazar hacia el otro -llámese judío, llámese Israel, llámese el sistema- la responsabilidad por nuestros propios actos; y porque de una manera u otra, impide la sana convivencia y erosiona el tejido social, desde el momento en que el otro es visto como eso -como otro- y no como un ciudadano copartícipe en la construcción de una sociedad. Desde la Alemania nazi hasta la Rusia stalinista, ninguna sociedad dominada por el antisemitismo ha logrado prosperar; la base del antisemitismo es el odio, y a fin de cuentas el odio sólo destruye, tal como dijera nuestro Presidente y Premio Jerusalem José Mujica.

Empecemos por el principio: la resolución que ahora nos convoca es un acto de antisemitismo. No porque lo digamos nosotros, sino porque así se desprende de las reglas de convivencia social de nuestro país llamadas Derecho. Nuestro Derecho ha adoptado una definición de antisemitismo y ha ejemplificado una serie de conductas que lo tipifican. Entre ellas se lee: “aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático”. El ejemplo tiene su razón de ser, y la referencia a Israel en modo alguno es arbitraria: hoy el Estado de Israel constituye el principal común denominador de los judíos en el mundo; por eso si bien la crítica a Israel es tan legítima como lo es hacia cualquier otro país, deja de serlo cuando deviene una obsesión -quizás el mejor ejemplo sea el de la ONU o el de tantas organizaciones de derechos humanos-, o cuando para todos los efectos prácticos significa lisa y llanamente negar a Israel su derecho a existir (en la medida en que se le priva de su derecho a defenderse o se le acota en términos tales que, de observarse esos parámetros, Israel no podría subsistir un solo día). Esa fijación obsesiva, ese doble-standard que Uds. aplican en todo lo que tiene que ver con el Estado de Israel, es la forma de antisemitismo que pone de relieve la Resolución del 3 de Junio que motivo estas reflexiones. A continuación intentaremos fundar esa conclusión, es decir, poner al descubierto en qué consiste ese doble rasero.

Tras los ataques terroristas del 7 de Octubre (2023) perpetrados por Hamás contra civiles en Israel -el ataque que desencadenó la guerra-, el mismo 7 de Octubre el FA rechazó y condenó “los ataques perpetrados desde Gaza contra Israel”. Sin embargo, aludió a una “información preliminar” de 40 muertos, cuando el saldo total fue de 1.250 muertos. Omitió también identificar a los perpetradores -la organización terrorista Hamás-, y omitió llamar a las cosas por su nombre: no habló de terroristas ni de terrorismo. Y sobre todo, diluyó su condena en los lugares comunes de siempre: “el progresivo deterioro de las condiciones de convivencia y seguridad”; la solidaridad “con la población afectada” -no dijo cuál (la israelí)-; la “inconducente escalada de violencia”; y el “llamado a las partes (…) involucradas en el conflicto a suspender las acciones”. Todo ello tal como si se tratara de un escenario de hostilidades recíprocas, cuando en verdad en ese momento la realidad era bastante más clara y más simple, con un solo bando (Hamás) que había atacado al otro (Israel), que en aquel momento ni siquiera tenía la menor idea dónde estaba parado.

¿Qué hizo Israel entonces? Lo mismo que habría hecho cualquier nación: lanzó un ataque masivo contra Hamás, destinado a destruir para siempre a ésta última, y en su caso rescatar a los más de 200 rehenes aprehendidos por Hamás, entre vivos y no vivos. (En verdad cualquier otra nación hubiera ido mucho más lejos y habría hecho lo que Israel no quiso hacer y no hizo: matar a todos).

¿Cómo reaccionó el FA ante la ofensiva israelí? Fue mucho más allá de la simple condena a los ataques perpetrados “desde Israel contra Gaza”; tampoco intentó enmarcar la ofensiva israelí en los lugares comunes de arriba: paradojalmente, acá no hubo edulcoramiento alguno. Esta vez la Resolución fue al grano y sin atenuantes: (i) calificó las acciones de Israel como “crímenes de lesa humanidad y genocidio”; (ii) hizo un llamado al pueblo a promover y convocar acciones en defensa de los derechos humanos del pueblo palestino; y (iii) efectuó una convocatoria a la movilización articulada para respaldar las acciones del gobierno que aboguen, entre otros, por el “fin de la masacre”, y “el ingreso de ayuda humanitaria sin restricciones”.

Queridos amigos: hasta aquí todo fenómeno, sino fuera porque la asimetría es palmaria:

1. Sin mayor trámite la Resolución categorizó las acciones de Israel como actos de genocidio y crímenes de lesa humanidad. Fantástico. ¿Y los actos perpetrados por Hamás y sus acólitos el 7 de Octubre qué fueron? ¿Un juego de niños? He aquí el doble rasero.

2. Bienvenida sea la defensa de los derechos humanos del pueblo palestino. ¿Y qué hay de los derechos humanos de las mujeres israelíes violadas, o de los bebés secuestrados, o de las familias quemadas vivas? Sres. antisemitas del FA: ¿alguna vez levantaron Uds. un dedo por ellas? No, por favor, esos no son derechos humanos…, sino que son derechos de israelíes, como tales carentes de toda tutela legal, ¿verdad? ¿Y qué hay de las violaciones de los derechos humanos del pueblo palestino que perpetra Hamás cuando utiliza a civiles como escudos humanos en mezquitas, escuelas y hospitales? He aquí el doble rasero.

Por las dudas, les anticipo mi pedido: en cuanto tomen la iniciativa de llamar al pueblo a tomar iniciativas en defensa del pueblo palestino en contra de su opresor -el terrorismo de Hamás- no dejen de llamarnos. Ahí queremos estar; descartamos que Uds. también.

3. La masacre llevada a cabo por Israel. Bienvenida sea su condena. Ahora, ¿qué hay de la masacre llevada a cabo por Hamás el 7 de Octubre, y de la cual aún hoy, a más de un año y medio de los hechos, Israel sigue manejando el tema con decoro y discreción? (Volveremos sobre esto más abajo en el No. 5). He aquí el doble rasero.

4. La píldora de la ayuda humanitaria parece que el mundo se la sigue tragando (No hay peor ciego que el que no quiere ver). Bienvenido sea el levantamiento de cualesquiera restricciones a su respecto. Hay un solo detalle: son precisamente esas restricciones que impone Israel las que permiten que la ayuda humanitaria efectivamente llegue a quien tiene que llegar -los gazatíes civiles-, en lugar de que sea confiscada y revendida por Hamás en el mercado negro. ¿De qué manera se protegen mejor los derechos humanos de los palestinos: promoviendo el levantamiento de las restricciones que impone Israel, o más bien apuntalando estas últimas? (By the way: durante años el mundo ha canalizado a Gaza billones de dólares en ayuda humanitaria. Lamentablemente esos billones no se tradujeron en salud, ni en mejor alimentación ni educación en ni en nada que pudiera mejorar el nivel de vida de sus habitantes, sino más bien en túneles, cohetes y corrupción. Sobre esto último, los invito a dejar de mirar para el costado).

5. Queridos amigos del FA. Lo del 7 de Octubre fue mucho más allá de lo que las palabras pudieran describir. Allí se abrieron vientres femeninos vivos para extraer fetos (sic), se violaron mujeres una y otra vez (vivas y muertas – sic), se secuestraron y mataron bebés (sic), se incineraron familias enteras (sic), se amputaron senos para luego pasarlos de unos a otros tal como si fuera un objeto más (sic). Todo ello bajo la filmación atenta de los civiles gazatíes que perpetraron la barbarie y la circularon al mundo, para vanagloria propia y de sus orgullosos familiares. Ni los nazis llegaron a esos extremos.

¿Qué dice vuestra Resolución de esas atrocidades? Nada, absolutamente nada. (¿Será que el que calla otorga?). He aquí vuestro doble rasero.

6. ¿Cómo reaccionaron Uds. cuando en Siria y en Líbano miles de palestinos fueron masacrados por sus pares árabes? ¿O es que sólo se interesan por la suerte de los palestinos únicamente cuando del otro lado están los israelíes? He aquí vuestro doble rasero.

7. Amigos del FA: Uds. se escandalizan con las presuntas hambrunas en Gaza, pero guardan silencio, cómplice y cobarde, cuando Hamas roba la ayuda humanitaria mientras sus dirigentes amasan fortunas billonarias. He aquí vuestro doble rasero.

Queridos antisemitas. Tengo el mayor desprecio por vuestro doble standard, por el daño que nos hacen a todos (empezando por Uds. mismos) y por ese antisemitismo asqueroso y repugnante que Uds. rezuman. Sin embargo, no guardo rencor alguno hacia vuestras personas, por quienes tengo el mayor respeto. Si en algún momento desearen intercambiar ideas sobre estos temas, con gusto encontrarán en este servidor un atento interlocutor.

Les saluda respetuosamente,

Jonás Bergstein