Aquiles Lanza, un demócrata ejemplar

Por Edu Zamo

Mañana sábado seis de noviembre se cumplen 36 años de la desaparición física del Dr. Aquiles Lanza. Quienes tuvimos el gusto de conocerlo pudimos apreciar lo que es la política como vocación de servicio. Detrás de su gesto serio, adusto, que algunos confundían con frialdad, había un ser humano de gran sensibilidad y empatía con la gente, en particular con los necesitados. Y más aún con los niños.

Médico cirujano, casado con la dra. Alba Ossores, tuvo en ella siempre un apoyo esencial. En una ocasión nos comentó que, siendo él un estudiante ya cercano a recibirse, estaba convencida -dada su conducta tan profesional- que era un médico ya recibido. Un día se cruzaron ambos con unos amigos de "Lito", que le preguntaron en confianza cuando se recibía, que esperaban una fiesta para festejarlo... ahí Alba se dio cuenta sorprendida que aún era estudiante. Más adelante él le pidió matrimonio y formaron una pareja ejemplar. En su apartamento de la calle Benito Blanco, donde Alba continúa una vida activa, se realizaban largas reuniones de trabajo.

En su actividad política Lanza fue un hombre de convicciones firmes, un demócrata cabal. Provenía de la lista 99, donde actuó junto a Zelmar Michelini y Hugo Batalla, pero permaneció en el Partido Colorado cuando el grupo se integró al FA en 1971. Fue diputado y director de la OPP, siempre reconocido por su sólida formación técnica. Cuando se produjo el golpe de estado militar renunció de inmediato al cargo directivo que ocupaba en la educación pública. Continuó ejerciendo la medicina durante años en Buenos Aires, contratado por la ONU. Desde 1982 fue un impulsor clave del programa batllista "Por un Uruguay para todos", que marcó la adecuación partidaria frente a los nuevos desafíos. 

En las elecciones de 1984, triunfante la fórmula Julio Sanguinetti - Enrique Tarigo, Aquiles Lanza fue electo Intendente de Montevideo. Impulsó una moderna política social, que iba más allá de las tradicionales funciones municipales, mediante planes de vivienda, salud, cultura y alimentación en los barrios más necesitados. Siempre con la participación de los vecinos de cada barrio, a través de un diálogo directo con las comisiones vecinales, encauzado mediante la innovadora "Unidad Asesora de Proyectos Especiales", y un programa particular para la juventud. Su período como Intendente se truncó con su temprano fallecimiento, a los 61 años de edad, antes de haber cumplido un año en el cargo. De alguna forma, quizás, esto tuvo que ver con la enorme dedicación que puso en su trabajo. Tuvo la lealtad absoluta y merecida entre sus personas de confianza, comenzando por su secretaría personal que integraban José Vanini y Elena Cabrera, quienes conociendo su carácter evitaban entregarle cartas hirientes. Siempre hay grandezas y miserias entre la gente.

Aquiles Lanza cuenta en la historia nacional con un reconocimiento unánime. De aquellos que surgen cuando se ve con perspectiva su aporte al país, más allá de pertenencias partidarias. Porque la principal definición política no es la falsa dicotomía derecha-izquierda, sino democracia o dictadura. Dentro de la convivencia democrática la discrepancia es legítima. Hay adversarios, nunca enemigos. Vaya nuestro homenaje a un gran demócrata y ser humano.