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Se vienen tiempos de reintegrar

Por Consuelo Pérez

Hemos tomado conocimiento con naturalidad y con regocijo, que la Ancap requerirá a Raúl Sendic -que fuera vicepresidente de la compañía entre 2005 y 2008 y presidente de la misma entre 2010 y 2013- que reintegre al erario de la empresa el dinero que malgastó usando su tarjeta corporativa, motivo por el que fuera oportunamente condenado por el delito de peculado.

En efecto, un informe al respecto elaborado por el Departamento de Servicios Jurídicos, y que es citado por el Semanario Búsqueda, sentencia que “Descartados los gastos que podrían vincularse a la función (hoteles, restaurantes, combustibles), de los resultados de cuentas resultan numerosas compras en tiendas de ropa, supermercados, calzados deportivos, electrónica, joyas, librerías en nuestro país y en el exterior, respecto de los cuales no se han presentado comprobantes justificativos de dichos gastos, ni recibos que acrediten el reembolso de los importes”.

Independientemente del escarnio, de la vergüenza que entendemos supone ante la ciudadanía, y del costo político que presumimos ya se concretó de alguna manera, el ciudadano Raúl Sendic renunció a la vicepresidencia dela República, en un capitulo sin precedentes en nuestra historia. Nunca se disculpó, cosa que no nos extraña, y ahora – sin perjuicio de otros castigos - debe devolver los dineros de los que se apropió indebidamente. Punto.

Sin intención ni interés de entrometernos en la interna de la “fuerza política” opositora, vemos con asombro y con cierto regodeo oculto (sic) que el ciudadano de marras sigue presente en los asuntos internos del Frente Amplio, en el ámbito donde se eligen sus representantes ante el pueblo. Es curioso. Y no es curioso, en un ámbito en el cual no existe la autocrítica, aun cuando se ha dilapidado y manoseado el erario público, en múltiples y repetidas ocasiones, de las que la Justicia se está haciendo cargo. Tarda, pero llega.

Por eso decimos que se vienen tiempos de reintegrar. En el más amplio sentido del término. Dignidad, transparencia, representatividad ciudadana. Y dinero.

Porque los justos reclamos de muchos colectivos identificados sin pudor con la oposición, se resuelven con dinero. El mismo dinero que el Frente Amplio siendo gobierno malgastó o dilapidó de diversas formas, muchas de las cuales están a la vista del que lo quiera apreciar. De ahí una de las tantas contradicciones que aquejan, valga la redundancia, a los quejosos.

Tarde o temprano, hay que “bajar el copete” y admitir los errores, a veces transformados en delitos, que hacen desfilar a sus responsables por los aposentos del Crimen Organizado.

La actitud mencionada la hemos visto muchas veces en la Argentina, donde parece que se tiene la sensación o la certeza de que en la política, allí, funciona la impunidad. Los presidentes hacen cualquier cosa, son acusados ante la justicia, hunden al país en la miseriay al final la gente los perdona. Pero los “K” han recibido un duro golpe reciente, que aun así, no los acalla. Pero inexorablemente se vienen cambios.

Por aquí las cosas son distintas. El pueblo ya lo entendió, y los constantes mensajes y actuaciones del actual gobierno - que además goza de creciente aprobación - nos dicen que el rumbo es otro.

Como demócratas iremosaprontando los corazones, y aportaremos, en la medida de nuestras capacidades y oportunidades, al proceso de reconstrucción y crecimiento.

Muchos, además, deberán aprontar sus bolsillos.
Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.