Correo de los Viernes - Imprimir Noticia
Imprimir

Cínico y fabulador

En un nuevo arrebato populista, el expresidente Mujica aseguró que la LUC es una "amenaza" y contribuye a "pulverizar" el "prestigio de estabilidad institucional" de nuestro país. Es curioso, porque no debe existir individuo que haya contribuido más al deterioro institucional que el propio Mujica. Primero -como guerrillero- atentando directamente contra las instituciones democráticas y luego -como dirigente político- con su rutinario desprecio por las mismas.

El viernes pasado, en el "aló presidente" criollo que Mujica conduce por M24, el expresidente dedicó su audición a criticar la LUC. Para Mujica esta ley "inaugura una época que puede ser terriblemente peligrosa para el futuro del Uruguay, porque empieza a quedar amenazada la estabilidad institucional, en el sentido de cambios abruptos, súbitos, que no ha sido la característica de nuestra historia".

"Uruguay es un país seguro desde el punto de vista jurídico porque los cambios no son dramáticos, de un día para el otro, son previsibles, y en ningún sentido amenazan con cambios de carácter muy importante súbitamente", agregó Mujica.

Según él, este "terremoto", como definió a la LUC, abre la puerta "para que quien venga después, y que pueda tener otro signo, incurra en la misma actitud [...] vamos a contribuir a pulverizar ese prestigio de estabilidad institucional".

Mujica miente, como siempre. La LUC no amenaza la estabilidad institucional de ninguna forma. Y si así fuera, por qué él y su partido, que gobernaron quince años, no modificaron el régimen de "urgente consideración", que es lo que Mujica realmente cuestiona. Por qué lo usaron, por ejemplo, para la creación del Mides. Mujica no tiene nada en contra de la LUC y lo sabe. Se refugia en la generación de miedo, como ha hecho tantas veces. La LUC se anunció, se presentó, se discutió y se votó respetando todos los pasos establecidos en la Constitución de la República.

Con la "lógica" de Mujica, lo mismo podríamos argumentar sobre el abuso que históricamente ha hecho el Frente Amplio del recurso del referéndum. Todos sabemos, porque además lo han dicho los propios frenteamplistas, que el referéndum no es contra de una ley -en este caso la LUC-, como establece el mecanismo, sino en contra del gobierno. El Frente Amplio pretende establecer una especie de "elecciones de medio tiempo" para desestabilizar al gobierno. Si lo logran, se golpearán el pecho; sino intentarán quitarle relevancia.

Pero lo más increíble es que Mujica se arrogue la defensa de las instituciones. El mismo que criticaba a la Justicia en cada oportunidad que tenía, el que creía que lo político estaba por encima de lo jurídico, el del ingreso de Venezuela al Mercosur, el de la ley de la marihuana que violaba todas la convenciones internacionales, el del insulto al barrer, el del el elogio a la ignorancia. Es tanto el daño reciente que no es ni necesario rememorar su pasado, que -como todos sabemos- fue mucho peor. Todavía estamos esperando que muestre un mínimo arrepentimiento por sus años en los que, por medio de la violencia, intentó destruir explícitamente las instituciones democráticas del país.

Correo de los Viernes.
Publicación Oficial de la Secretaría de Prensa del Foro Batllista.